El ciclo del agua

El ciclo del agua

Arranca el curso liguero para el Rayo Vallecano y lo hace con un ambiente hostil y un previsible aspecto de una grada desangelada.

El fútbol, como un río que se desliza vertiginoso por los costados de una ladera, cumple un ciclo cuya cadena, por desgracia, no siempre queda unida a su final más idílico, especialmente si su protagonista se encuentra alejado de la, económicamente hablando, élite deportiva. El Rayo Vallecano, como miembro de este complejo y alterado ciclo, ha podido experimentar en su propio recorrido la ferocidad de un atormentado descenso.

La temporada 2018/2019 vio la luz con una franjirroja gota de agua reposando sobre las tranquilas aguas del manantial que supone la Primera División. Sin embargo, el camino de aquella insustancial a la par que enorme gota de agua se caracterizó por desviarse hacia el cauce de peores circunstancias y, desde luego, peor final. Es por ello por lo que esa pequeña acumulación de moléculas de H2O se encuentra a la deriva del gran azul, evitando ser arrastrada por las cascadas de la Segunda B y aguardando al rayo solar que la evapore y la devuelva a su lugar, en la cima de la montaña…

Los de Paco Jémez cuentan con diversas caras nuevas, así como también echan en falta algunas otras. Entre las novedades se encuentran Óscar Valentín, Andrés Martín, Federico Piovaccari y, cómo no, Martín Pascual, habitual, indiscutible y primordial en el campo 5 de la Ciudad Deportiva. Otra incorporación estival, la de Esteban Saveljich, no podrá debutar en el Estadio de Vallecas a causa de una lesión. El jugador de origen montenegrino, pese a ello, aseguraba que “los tiempos van mejor de lo que esperaba” en las redes sociales del club. A la suya, además, se suma la baja de Emiliano Velázquez, de larga duración. El conjunto visitante, el CD Mirandés de Andoni Iraola, no presenta bajas para el choque de mañana a las 21:00.

En cuanto al once, toda aproximación a su estructuración no va más allá de la simple suposición. Pese a ello, todo parece indicar que se mantendrá el esquema 4-3-3, tan habitual en el técnico andaluz. No debe descartarse, no obstante, la incorporación de Andrés Martín como mediapunta, construyendo así una variante de dicho esquema (4-3-1-2). Además, el encuentro frente al Córdoba en el Nuevo Arcángel podría orientar esa suposición a la realidad, dándose así un once con Alberto en portería; Tito, Catena, Martín y Aki, en sustitución de Álex Moreno, en defensa; Mario Suárez, Pozo y Trejo en el centro del campo; y Andrés Martín, Álvaro García y Federico Piovaccari en la zona de ataque.

Será el de mañana el debut de Paco Jémez como entrenador del Rayo Vallecano en Segunda División, contra un recién ascendido y en un Estadio de Vallecas cuyo convenio ha sido recientemente renovado. Sin embargo, lo que debería ser una fiesta de fútbol, reencuentros y barrio, se convertirá en un descafeinado oasis en el que la verdadera riqueza del club, su afición, se encontrará a las fueras del desértico campo de fútbol.

La valiente gota de agua se encuentra más decaída que nunca, instantes antes de emprender su camino. Sin su grada arropándole las espaldas, se embarcará en un viaje a contracorriente, sin facilidades, sin unión y sin ayudas. Pese a todo, no estará sola al final de este pequeño trámite pues, suceda lo que suceda en esta peligrosa aventura, el Rayo Vallecano y su gente son y serán mucho más que un marcador luminoso.