Resaca franjirroja

11/05/2015
Resaca franjirroja

Alberto Leva nos cuenta como ha sido el fin de semana franjirrojo, desde su particular punto de vista. Hoy viene de resaca franjirroja.

Uno empieza el lunes acordándose de todo lo vivido con la franja el fin de semana, y la verdad es que pese a quedar esta noche una tercera sesión de Rayo –dar las gracias a Tebas y sus infames horarios, porque de haber horarios normales hubieran solapado los partidos- uno llega justito de fuerzas, y si no fuera por la previa con amigos del Getafe, sí, aficionados del Getafe y además de los buenos, de los fieles, de los de siempre, quizás perdonaría dicha sesión. También es cierto que no tiene nada que ver el partido de hoy con lo vivido el sábado y el domingo; para hoy ya no hace falta que llevemos cada socio el abono y el desfibrilador por si las moscas. Ha sido otro fin de semana –y van unos cuantos- de emociones fuertes siguiendo a la franja; lo jodido es que en ocasiones anteriores el final era feliz siempre o casi siempre, y en esta ocasión la moneda ha salido cruz.

El sábado nos las prometíamos muy felices con nuestro filial, que había pasado de ser “La Cenicienta†a “Invictusâ€, sumando en estas últimas semanas todos los puntos que se les habían resistido meses atrás. Llegaba a Vallecas un rival al que ya ganamos en la ida, que estaba semi salvado, al que con un punto le valía para hacerlo matemáticamente. Pero ya en los primeros compases del partido se vio venir que el equipo no carburaba como semanas atrás, que las gradas no estaban lo abarrotadas que debían estar (esto último puede ser por los cambios de horario y la poca comunicación que existe al respecto, no voy a incidir más en lo poco y mal que trabajan la web del Rayo Vallecano), habiendo gente seguro que no se enteró.
El partido se torció con el gol txuri urdin que ya terminó de desquiciar a la parroquia rayista, incluso al mismísimo Michel, que en el banquillo es otro, se transforma y le pueden los nervios, y por lo que hemos comprobado los árbitros no respetan ya ni a los mitos y le mandó a la ducha antes de acabar el partido. Por lo menos Campillo, de penalti, maquilló el resultado y pudimos empatar un partido donde echamos mucho de menos a un chaval de 18 años que termina la temporada fundido, reventado, muerto, pero que aún así salió en la segunda parte y estuvo omnipresente. Como habréis supuesto me refiero a Pablo Clavería, que volvió a derrochar pundonor el tiempo que Juanvi le puso a jugar. Y es que Pablo pudo elegir ser zurdo o diestro, jugar atrás o de nueve, pero lo de ser competitivo al máximo venía en el “ADN Claveríaâ€, y eso unido a todo lo que Pablo tiene de por sí le hace estar llamado a ser uno de los futuros capitanes de la franja de los que graban su nombre con letras de oro en los libros de historia del rayismo, como los Cota, Alcázar o Coke.
El caso es que si lo teníamos muy complicado de antemano, después del tropiezo del sábado lo tenemos aún más difícil, pero si a mí un tío del mismo Guipúzcoa como es Mikel Labaka me dice que no me preocupe, que van a ir a muerte a ganar a Las Palmas, joder, sigo bastante cagado pero me deja algo más tranquilo. Desde luego tengo muy claro que, siguiendo la estela del gran Camilo José Cela, el domingo emprenderé «Viaje a la Alcarria» con la mochila llena de ilusión, pensando que los milagros existen y nosotros ya vivimos uno el 13/05/2012. Y a las hienas y a los buitres carroñeros que esperan a que caigan sus “presas†como fruta madura les aconsejaría que aguarden, no vaya a ser que escupan tan alto que al final caiga y les ponga perdidos.

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Lo de ayer es un episodio muy parecido: llegaba un partido muy ilusionante, los cuartos de final de la Copa de la Reina, algo a lo que solo llegan las ocho mejores del campeonato de Liga, del de la regularidad, y el Rayo Vallecano había sido uno de ellos. Todos recordamos las dudas que asolaban al equipo en el mes de junio pasado, las condiciones en las que han competido, más propias de un club de regional que de un club con títulos de Liga y Copa en sus vitrinas, y a pesar de todo han sido capaces con mucho esfuerzo y sacrificio sacarlo adelante y lograr el objetivo de llegar al partido de ayer.
Nos tocaba a priori el rival menos duro de los siete que había, y además les habíamos ganado tanto en Vallecas como en Huelva. Está visto que todo esto no sirve de nada cuando te juegas las habichuelas a un partido; cuando te lo juegas con un equipo físicamente “muertoâ€, con una plantilla muy ajustada que ha sufrido numerosas lesiones –alguna de gravedad- y que ha tenido que echar mano continuamente de jugadoras del filial. Aún así las nuestras lo han peleado como si no hubiera mañana, poniéndose por delante en el marcador hasta que en la segunda parte la señal luminosa de la gasolina marcaba la reserva al 50% del equipo.
En la segunda parte las onubenses han sido muy superiores y hablar de la prórroga es jodido porque es la misma sensación que tendría el pobre “Manolito Gafotasâ€, al que caneaban en los recreos y le robaban el bocata, al hablar de su más tierna infancia. Solo desear a este equipo que puedan tener un verano mucho más tranquilo que el que tuvieron el año pasado, aunque uno que ya es perro viejo en todas estas cosas no barrunta tranquilidad en las trincheras de las guerreras franjirrojas, aunque espero y deseo equivocarme de cabo a rabo y que no tenga que volver a aparecer la figura salvadora de Paco Peco comprando 50 carnés para asegurar la viabilidad de la sección. Sí, esto último además de irónico y con un fondo de cabronismo del más puro estilo “Levíticoâ€, además es un aviso a navegantes, para que tengamos claro quiénes son los malos y quiénes los buenos.
Sean buenos y disfruten esta noche de una nueva victoria de la franja… Incluso los que no cantemos en el minuto cinco lo de “Paco quédateâ€.

Alberto Leva

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