Oh, capitana, mi capitana

04/12/2019
Oh, capitana, mi capitana

El pasado lunes se entregaron los premios de la Peña Rayista 2004, y entre los galardonados se encontraba nuestra gran capitana Alicia Gómez.

Entre tanta disputa, pelea y mal ambiente entre club, directiva y afición, hay eventos que te reconcilian con el rayismo, que te recuerdan por qué llevas La Franja pegada al pecho en lugar de que sea todo blanco. Uno de esos eventos fue el que tuvo lugar el lunes en la Sala Silikona de Moratalaz. La Peña Rayista 2004 llevaba a cabo su decimosegunda edición de los premios “Rayista del año” y la novena del premio “Rayista de Oro”. Entre los galardonados y los que entregaban los premios pudimos ver muchas caras conocidas y queridas del rayismo, entre ellos el gran Isi, Roberto Trashorras, Miguel Tejeda, Luis Cembranos, nuestro gran CAPITÁN Alberto García… Pero si hubo dos nombres que merece la pena destacar son los de dos leyendas del Rayo, Alicia Gómez y Natalia Pablos. Para que se hagan una idea de la magnitud que tienen sus carreras, solo diré que, entre las dos, suman 768 partidos con el Rayo Femenino. Casi nada, eh. No sé que pensaría Adrián Embarba al escuchar semejantes cifras tras recibir él un premio por sus 150 partidos. 

Cualquiera que conozca un poquito el Rayo Femenino sabrá lo emotivo que puede llegar a ser que Nata le dé un premio a Alicia, cambiando los roles de la pasada edición, donde fue Ali quien, en representación del equipo, entregó el mismo galardón a la máxima goleadora del club. 

La primera de las dos en subir al escenario fue Natalia, recibida con una enorme ovación (no merecía menos). En la entrevista previa a entrega el premio, Carlos Sánchez Blas (creo que no se me ocurre nadie mejor que él para llevar a cabo estas entrevistas) le pidió a la delantera que describiese a su compañera, pero no como portera ni capitana, si no como persona. Veo complicado describir a alguien como Ali en pocas palabras, lo lógico sería quedarse sin adjetivos. Acabó la presentación, al igual que el resto, con un vídeo sobre ambas. La cara de Natalia viendo las imágenes de su amiga es el mejor ejemplo para describir como miramos el resto a Ali: pura admiración. 

A continuación se llamó al escenario a la mejor guardameta que han visto mis ojos, nuestra capitana. Si la ovación a Nata fue sonora, la de Ali no se quedó atrás, aunque a Blas no le pareció suficiente y pidió al público un segundo intento. Entre la gente se encontraban cinco jugadoras del Rayo Femenino, que se encargaron de que los gritos y aplausos se escuchasen desde el Estadio. Insisto, al igual que Natalia, no merece menos. Las dos capitanas se fundieron en un abrazo entre la ovación de la gente. Un chute de rayismo puro en vena, señoras y señores. Tantos años juntas se reflejan en la complicidad entre ambas.

Es posible que pocas personas merezcan más ese premio que ella. No digo esto al azar, lo digo sabiendo bien de lo que hablo. Lo merece por toda su trayectoria, por cómo es en el campo, y fuera de él. Lo merece por ser la capitana de su equipo y de todos los que sentimos un poco el rayismo. Lo merece porque, quizá, no esté pasando por su mejor momento y, precisamente por eso, necesite un poco más el apoyo de todos. Lo merece porque ella es la que siempre está, y ahora necesita que estemos un poco más con ella. Lo merece porque se ha hecho un nombre dentro del fútbol y del Rayo, y de eso no es capaz cualquiera. No podemos tener más ganas de volver a verla competir. 

Lo merece porque ella es Alicia Gómez Prada, y con eso debería bastar.

Mi más sincera enhorabuena, capitana.