Camisetas y causas sociales: ¿solidaridad o hipocresía?

01/07/2015
Camisetas y causas sociales: ¿solidaridad o hipocresía?

Nacho Pérez no es ajeno a la controversia que han levantado las nuevas equipaciones del Rayo Vallecano y nos expone su punto de vista.

 

Con la presentación de las nuevas equipaciones del Rayo para la temporada 2015-2016, ha llegado también la primera polémica del curso. La decisión de utilizar la segunda y tercera equipación del equipo para prestar la franja a apoyos solidarios de causas sociales no ha dejado indiferente a nadie, logrando repercusión mediática pero también despertando debate y diversidad de opiniones.

Repasemos. La franja de la segunda equipación estará compuesta por una banda de siete colores que, además de ser la bandera arco iris a favor de los derechos del colectivo LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales) y en contra de la homofobia, representará, en cada uno de esos colores, a una causa social: la lucha contra el sida, integración de las personas con discapacidad, “los que nunca pierden la esperanza”, protección del medio ambiente, contra el maltrato infantil, contra la violencia de género y contra la discriminación por orientación sexual.

Además del apoyo simbólico, el Rayo destinará 7 euros del precio de cada camiseta vendida de esta segunda equipación a las diferentes organizaciones seleccionadas para apoyar las causas mencionadas en el párrafo anterior.

En cuanto a la tercera equipación, la franja será rosa y llevará un lazo del mismo color, en apoyo a la lucha contra el cáncer. En el caso de las ventas de esta tercera equipación se destinará a la causa 5 euros de cada camiseta vendida.

Pero vamos al grano. Al mismo tiempo que en el palco del Campo de Fútbol de Vallecas eran presentadas estas equipaciones, el debate saltaba en las redes sociales. A simple vista parece que, en general, la iniciativa ha tenido buena acogida, tanto por aficionados rayistas como por el público en general, que han aplaudido su ánimo solidario. Además, los medios de comunicación se han hecho eco de ello y “Rayo” ha sido trending topic en Twitter en España.

Sin embargo, también ha habido críticas, afirmando que la iniciativa supone un uso demagógico e hipócrita de las distintas causas sociales al servicio del marketing.

¿Argumentos a favor de la iniciativa? El Rayo es un equipo humilde con un presupuesto mucho más bajo que el de la mayoría de sus competidores en Primera División y, por tanto, cada euro es importante para su funcionamiento. Por ello es digno de aplaudir el esfuerzo que puede suponer donar parte de la recaudación por la venta de camisetas. El resto de equipos no hacen estas cosas, el Rayo no tendría porqué hacerlo y lo hace. Me has convencido, me compro la camiseta.

No, espera.

¿Argumentos en contra? Es muy feo utilizar causas sociales tan serias como las que se han mencionado para vender camisetas. Sí, se va a donar una parte del dinero de las ventas, pero cuando una camiseta cuesta unos 60 o 70 euros, donar 5 o 7 suena a poco. Así, parece que las causas sociales se están utilizando como reclamo para vender, confiando en que la buena imagen y la fuerza moral de la iniciativa permitirán que los ingresos sean los suficientes como para que sea asumible el dinero que se dona, transformándose en una inversión. Ya no me la compro.

Aquí va mi opinión.

Lo cierto es que comprendo tanto los argumentos a favor como en contra. Quizás el problema no sean las camisetas en sí. El problema, querida directiva, es que hacéis esta iniciativa en un momento en el que todavía no habéis logrado credibilidad. Queréis empezar la casa por el tejado y así puede que pase que se os caiga encima. Si antes de lanzar estas equipaciones hubierais hecho méritos para que se pudiera confiar de verdad en vuestra buena voluntad, quizás no habría lugar a la duda ni a la crítica y la iniciativa sería vista con plena coherencia. Pero cuando hasta hace poco no habéis mostrado interés alguno por el entorno social y cuando la temporada pasada hemos visto todos cómo se impedía meter pancartas en el estadio contra la violencia de género es más que lógico que haya dudas sobre vuestras intenciones.

Hace unos días, en el primer artículo que escribía para Matagigantes.net, hablaba sobre la oportunidad que tenía el Rayo de convertirse en algo más que un club de fútbol. Decía en ese artículo que, en las últimas temporadas, el Rayo había potenciado su identidad de equipo humilde y los valores que transmite buena parte de su afición con un juego lleno de orgullo y dignidad e iniciativas como la protagonizada por el cuerpo técnico y la plantilla en el desahucio de Carmen. Hablaba de que el Rayo podría convertirse en un símbolo. La idea de estas camisetas podría ir en esa línea, pero os habéis saltado pasos.

Es probable que a raíz del caso de Carmen y el boom mediático que se vivió, con el Rayo siendo halagado por todo el mundo, se os encendiera la bombilla y vieseis que ahí había tirón. Es probable que algún asesor de publicidad o comunicación os haya dicho que defender y representar a las minorías y hacer bandera de las cuestiones sociales podría funcionar para hacer marca, ganar aficionados y vender más.

Es probable que os vaya a salir bien la jugada. De momento la notoriedad mediática ya la habéis conseguido. Mientras escribo esto, el timeline del hashtag “Rayo” no deja de engordar, con la mayoría de tweets con comentarios positivos. Es probable que la venta de camisetas vaya a ser un éxito y pronto veamos la camiseta con el arco iris por todas partes. Todo eso es muy probable, pero tened cuidado y escuchad a vuestros aficionados, a los que durante mucho tiempo habéis ignorado. No seáis tan ingenuos como para pensar que con estas camisetas ya lo habéis hecho todo. No habéis hecho nada. Esto acaba de comenzar.

Al fin habéis abrazado (quién sabe con qué intereses) la identidad y filosofía que la afición os pedía, pero sabed que el estandarte que habéis decidido levantar, el de los “héroes anónimos” y las causas sociales, caerá en el barro si a partir de ahora no sois coherentes y hacéis más acciones admirables. Ahora os toca escuchar y defender y trabajar por esta identidad día a día, en las calles, en vuestro barrio. Solo así podréis disipar cualquier duda. Vosotros decidís si quedáis como unos hipócritas o si asumís la filosofía del rayismo hasta el final. De vosotros depende.

Rayismo o barbarie.

Nacho Pérez Santos

Foto: @rvmOficial

 

 

 

 

 

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