Broche de oro

Utilizando el tuit que pone Ángel Martín antes de compartir en Twitter su genial y particular informativo, diré que sirva este artículo como cabecera del partidazo que vamos a vivir el próximo domingo a las 10 en el campo 4 de la Ciudad Deportiva del Rayo Vallecano.

Queda lejos ya ese 31 de octubre en el que el Juvenil B comenzaba su andadura en Liga Nacional, categoría nueva para nuestros chavales. Venían de hacer una temporada colosal en Autonómica, logrando un segundo puesto más que meritorio, quedando por delante de equipos uno o dos años mayores que ellos. Aún teniendo esa primera toma de contacto tan buena con la categoría juvenil, siempre queda esa pequeña incertidumbre por cómo irá la temporada en una división superior y tan exigente como es Nacional.

Transcurridos casi cinco meses y medio de aquel primer partido en casa frente al San Fernando, puedo afirmar como testigo directo que he sido siempre que he podido, que la temporada del equipo ha sido espectacular. El equipo ha sufrido tres derrotas en 15 partidos y ha cedido cuatro empates, pero ni todas las derrotas han sido justas ni todos los empates han reflejado lo visto en el terreno de juego. De hecho, esa primera derrota en su debut ante el San Fernando fue demasiado castigo en función del juego desplegado por el equipo ese día. Pero estoy convencido, y así me lo hizo saber algún amigo/confidente, que de esta derrota aprendió mucho el equipo y sirvió para seguir mejorando de cara a todo lo que tenían por delante.

El equipo ya estaría clasificado desde la semana pasada (a falta de tres jornadas) para la segunda fase. Esta segunda fase los juegan los cuatro primeros clasificados de cada grupo y con los resultados que se fueron dando en la jornada, el equipo matemáticamente ya estaba entre estos cuatros equipos antes incluso de saltar al césped a disputar su partido partidazo ante el Getafe CF. El primer objetivo ya está conseguido, pero el equipo es ambicioso y quiere finalizar la primera fase en lo que sería una merecidísima primera posición. Para ello se tienen que dar dos circunstancias para nada descabelladas: en primer lugar, que el domingo ganemos al CD Móstoles URJC (siempre hay que hacer los deberes primero) y, en segundo lugar, que el Getafe CF pinche en alguno de los dos partidos que aún le quedan (fuera contra San Fernando y en casa frente al ED Moratalaz).

Resulta curioso que aquel equipo que nos ganó en aquella primera jornada y nos marcó un poco la senda de lo que debería ser una temporada ilusionante, meses después sea quien indirectamente permita al equipo ser campeón del grupo. En cualquier caso, siempre hay que hacer buena esa primera premisa de ganar el domingo al CD Móstoles URJC en la City. Además, puede darse el caso de que si pincha el Getafe en San Fernando el sábado, el equipo ganando sea campeón en casa y los chicos puedan celebrarlo sobre el verde, que es donde gusta celebrar los títulos, los ascensos y, en definitiva, las gestas logradas (y esta lo es).

Siempre he manifestado mi gratitud hacia los que me han permitido estar cerca del equipo (de este y de cualquiera que defienda la Franja) y no solo hablo del día de partido, sino de compartir conmigo el día a día del grupo, con sus alegrías, sus sinsabores en forma de lesión o inconvenientes que hayan apartado a alguno de los chicos de la dinámica de entrenamientos o partidos. Incluso me he tomado la licencia de pasar revista y preguntarle a alguno por los exámenes, felicitarles al final de los partidos o animarles a seguir trabajando duro cuando el resultado no ha acompañado.

Por último, no quiero olvidarme de lo orgullosos que pueden estar de este equipo, todos aquellos que sufren cada fin de semana detrás de las famosas vallas. No está siendo un año fácil para ellos y me consta lo jodido que es no poder disfrutar tan cerca como les gustaría de una temporada tan bonita como está siendo la presente. Por ello, me siento un verdadero privilegiado al estar viviéndolo desde dentro todo esto, por poder ver con mis propios ojos el crecimiento futbolístico de un grupo de chavales, que, si se lo permiten, algunos de ellos darán mucho que hablar en el mundo del fútbol y ojalá defendiendo nuestra Franja.

Pensaréis que he hablado poco o casi nada de fútbol, de una posible alineación de cara al domingo. Háganme caso, da igual que defienda la portería Willy o Caravantes, que juegue Torres o Aarón en el lateral derecho, que cierre atrás Carche o José Ángel, que entre Isra por dentro y descanse Hugo o que Mario, Dani o Quique pugnen por un puesto en el extremo. Es tal el nivel exhibido por nuestros chicos, que mi única duda es en qué minuto caerá el primer gol o si Morci, por fin, celebrará un gol a menos de 20 metros del objetivo de mi cámara. Sea como sea, el del domingo será un broche de oro a esta magnífica primera fase.