De la intensidad a la euforia

De la intensidad a la euforia

El Rayo B vence, con gol sobre la hora de Molina, al CD Móstoles URJC en un disputado partido en la «City».

Estos son los partidos de los que el futbolista recuerda por años, de los que gusta formar parte, y más aun si los gana. Se preveía un choque lleno de intensidad entre Rayo B y CD Móstoles URJC, y no decepcionó. Como la semana pasada, se definió por un gol en los instantes finales, solo que esta vez cayó del lado rayista.

Cielo completamente despejado y temperatura que invitaba a jugar al fútbol en la mañana dominical vallecana. Salía el Filial de la Franja con algunas novedades en el once, como la vuelta a la titularidad de Luis Aguado en la zaga o el retorno de Aguirre para proveer de balones a la delantera. Delante, el cuadro mostoleño, que llegaba a la «City» algo escaso de efectivos, con solo 6 suplentes en el banquillo, pero ni mucho menos solo, pues unos cuantos hinchas azulones se desplazaron a Vallecas y se hicieron notar desde el lado de fuera de la valla del campo 4.

El partido comenzó como era de esperar, con mucha intensidad por parte de ambos equipos, buscando tener la pelota y jugarla como ellos saben para imponer el ritmo que más convenga. Esto derivó en unos minutos iniciales de mucho centrocampismo y pocos balones cerca de las áreas. La tripleta medular rayista que forman Manu Navarro, Arratia y Aguirre tenía que vérselas con el cóctel de veteranía y juventud experimentada del Móstoles, con el viejo zorro Cata Díaz, Claverías y el ex del Filial de la Franja Félix Ledesma al mando de la sala de máquinas. Entre estos 6 anduvo el juego la primera media hora, lo necesario para estirarse y que se empezase a abrir el encuentro.

Antes de sobrepasar esa barrera, las pocas ocasiones que hubo fueron del Filial de la Franja, teniendo una buena Marc Echarri en un balón en el pico del área chica que le rebañó Souza justo al ir a armar el disparo. Al poco, al minuto 32, en una contra que inició Roberto tras atrapar un tiro de Ledesma, tuvo Marc la más clara del primer tiempo. Balón a la espalda de los centrales que el 9 gana por velocidad para plantarse solo ante el portero. Sale Tejero a achicar, era momento de definir. Optó Echarri por el disparo estándar con el empeine, le adivinó el meta las intenciones y puso la mano dura para evitar lo que en otras circunstancias hubiera sido el 1-0. Tras esta del meta visitante, protagonismo para el portero local, pues a la mentada de Ledesma hay que añadir sendas paradas de Roberto a remates del capitán azulón Portilla, primero blocando el tiro desde la frontal y luego palmeando el disparo en el interior del área en mano a mano. Así se llegó al descanso, con la intensidad in crescendo en el tramo final, pero con pocas ocasiones en general y con el mismo resultado que al inicio, lo cual se antojaba como lo más justo.

En el arranque de la segunda parte, el ritmo parecía lejos de decaer, y la veteranía y oficio del Móstoles parecía ponerse algo por encima de la intensidad del Filial de la Franja, que por momentos le jugó malas pasadas y le hizo caer en imprecisiones. Así lo muestra la oportunidad que se le presentó a Rojo en la frontal tras una salida en falso de Roberto, único borrón en un gran encuentro del meta rayista. El ariete remató desde la frontal con la portería vacía, pero no le acertó a los palos. Parecía algo más entero el conjunto visitante, ganando en presencia arriba, sin embargo ahí andaba un imperial Gimeno para sacar cualquier balón que rondase el área. Y si él no podía, se lo acababa quedando Roberto.

Le faltaba frescura de medio campo hacia arriba al Rayo B, así que Ángel Dongil metió más madera arriba. Introdujo a Molina por Rubén De Tomás faltando media hora larga, y a Cano y Sergio Sánchez por Marc Echarri y Juan Carlos para los 15 minutos finales. Con piernas nuevas en la delantera, la medular funcionando como acostumbra y Aguirre y Nacho Fariña activando su juego, el partido iba poniéndose donde quería el Filial de la Franja. Así le pareció también al cuadro visitante, que se veía paulatinamente alejado del área local y abocado a cortar la fluidez del juego de su rival como fuera. Esto, en un partido de tan alta intensidad, podría ser un cóctel explosivo, y más con un colegiado de criterios indescifrables y más pendiente de las protestas que del juego. Sin embargo, la sangre no llegó al río, y el partido se desarrolló de forma noble, sin que lo cortés quitase lo valiente.

Se llegaba al tramo final y todo parecía predecir un 0-0, pero en el Rayo B había otros planes. Avisó Nacho Fariña con un disparo en el costado derecho del área que buscaba la escuadra del segundo palo, y la habría encontrado de no ser por el travesaño. No era la primera del 14 franjirrojo, pues antes metió un cabezazo que obligó a Tejero a sacar la manopla. Apretaba el filial, yendo a buscar a un equipo que sabe jugar muy bien desde atrás, que no en vano es candidato al ascenso. Sin embargo, hasta el mejor escribano echa algún borrón, y este llegó cumplido el 87, en un tropezón con la pelota que propició la recuperación rayista en zona de tres cuartos rival y con campo abierto. De una le llegó el cuero a Molina, con hueco dentro del área y propicio para su remate de zurda. El 19 apuntó, disparó, y la puso lejos del alcance de Tejero para alojarla en la red junto al segundo palo. El karma del fútbol parecía devolver al Filial de la Franja lo que le quitó hace 7 días en Alcorcón. Sobre la hora lograba el Rayo B ponerse por delante, aprovechando el mínimo resquicio que le dejó su rival. Y volvió el gol de cada domingo en la «City» de Molina, el 8º de su cuenta particular, para darle 3 puntos de oro al equipo.

Sánchez y Boigues entrarián por Manu Navarro y Aguirre para aguantar el resultado en los 3 minutos que hubo de descuento. Y lo hicieron a la perfección, pues mantuvieron lejos del área a un Móstoles que no pudo reaccionar al mazazo recibido a instantes de sonar el gong final. Terminó la contienda, y la intensidad del partido se tornó en euforia franjirroja. Volvía a la senda de la victoria el Rayo B de la mejor forma posible, olvidando la derrota sobre la hora de la semana anterior con una victoria sobre la hora. Importante triunfo que deja al Filial de la Franja con 44 puntos en 25 partidos jugados, sacando un coeficiente de 1’76 para apuntalar el 5º puesto, y a partir de ahí, como ha dicho el míster Ángel Dongil en el postpartido, «ir a por la 4ª plaza, que es el objetivo más realista del equipo», y que ocupa el propio CD Móstoles URJC con un promedio de 1’96. Próxima parada, la Instalación Deportiva Butarque, donde visitarán a un CD Leganés B en su momento más delicado. La intensidad no debe bajar.

FICHA TÉCNICA

Informó Jorge Morales García. Imagen de Miguel Ángel Mena.