Gracias por hacernos soñar

Gracias por hacernos soñar

El Rayo B se quedó a 4 minutos de las semifinales del playoff. El gol de Mario Magallares en el final de la prórroga da el pase al Torrejón y pone un duro punto final a la gran temporada de los de Ángel Dongil.

El que da todo lo que tiene nunca está obligado a más. Si pese a ello las cosas no salen, no queda más que aplaudir y agradecer el esfuerzo. Y de eso irá esta crónica. De dar las gracias al Rayo B por haber luchado todo el año como lo ha hecho para llegar al playoff, del cual ha sido apeado en cuartos tras caer en la prórroga ante el AD Torrejón CF.

Sol de justicia y calor casi veraniego, el marco que acompañaba en la «City» al arranque de las eliminatorias de ascenso. Ahí se plantaba, tras una temporada extraordinaria, el equipo de Ángel Dongil, que ponía de inicio a todo lo que tenía: Roberto bajo palos; línea de 3 con Luis Aguado, Gimeno e Íker Recio, con Nacho Fariña y Carlos Hernández corriendo por los carriles laterales; Arratia y Manu Navarro en la sala de máquinas, y arriba Cano, Rubén De Tomás y Marc Echarri. Toda la artillería para enfrentar a un Torrejón que llegaba en forma al playoff, logrando su clasificación tras una excelente segunda fase.

Arrancó el encuentro con los dos equipos buscándose las cosquillas con juego rápido y vertical, dando pie a un rito frenético, difícil de mantener en un partido de eliminatoria que podría irse a la prórroga. En este vertiginoso comienzo, tuvo el Filial de la Franja las mejores oportunidades. Una especialmente clara, la fabricó Marc al correr a por el balón al costado izquierdo del área visitante, ganó la línea de fondo y puso el centro raso que se cruzó el área hasta llegar a los pies de Nacho Fariña en las inmediaciones del segundo palo. Ensayó el disparo el 14, pero la intervención salvadora del meta Nacho evitó el tempranero gol rayista. Primera vez que el Torrejón era salvado por su meta, con apenas 8 minutos pasados, y no sería la última.

Entre idas y venidas de un área a la otra, se iba haciendo fuerte el Rayo B, que llegaba con más peligro a las inmediaciones del marco rival. Llegando al ecuador del primer tiempo, hubo otra clara para los de casa. De nuevo por banda izquierda, en este caso Carlos Hernández, que galopó hasta la línea de fondo y metió el pase atrás al área grande. La controló De Tomás en el punto penal, levantó la cabeza y armó el disparo. Sin saber de dónde, sacó Nacho la pierna para evitar el 1-0 en una acción clarísima. A partir de ahí fue relajando el juego el cuadro rayista, moviendo y tocando la pelota como sabe y teniendo más llegadas. Íker Recio casi hace el gol del año de un despeje desde su propio campo que pasó cerca del travesaño de Nacho. El rival también atacaba, pero sin tanto éxito. Solo una doble intervención de Roberto a sendos disparos escorados seguidos en el haber ofensivo torrejonero de la primera parte. Se llegaba al descanso con el partido aún muy cerrado, esperando que alguien lo abriese, y con el Filial de la Franja un punto mejor para lograrlo.

Nada que ver tuvo el segundo tiempo. Sabiendo que debían de ganar sí o sí, porque el empate tras la prórroga clasificaba a los vallecanos por su mejor posición liguera, el Torrejón salió dispuesto a comerse toda la «City» tras el descanso. Los de rojo y franja blanca tomaron la iniciativa del partido por asalto, teniendo la posesión y moviendo la pelota con sabiduría, encerrando atrás a un Rayo B sorprendido por ese empuje y que apenas lograba salir de su zona de tres cuartos. Eso, en gran medida, fue gracias a la asfixiante presión visitante en la salida desde atrás de los franjirrojos, que provocaban imprecisiones que desembocaban en robos y peligro. Valverde era el puñal torrejonero en la banda izquierda del ataque, a él le llegaban los balones y él los convertía en centros al área, como el que remató Ballesteros, con mucho espacio pero desviado, en el minuto 52.

No le gustaba esa dinámica a Ángel Dongil, que introdujo un doble cambio en el 65. Se marchaban Cano y Carlos Hernández, entraban Sergio Sánchez y Molina. Piernas nuevas arriba para tratar de cazar los balones que llegaran de los huecos que, eventualmente, acabaría dejando el rival. El Torrejón seguía con su acoso y derribo, pero sin contundencia de cara al marco de un Rayo B que seguía aguantando cual gato panza arriba. En el tramo final, tras el ingreso de Aitor Álvarez por Rubén De Tomás, el partido se fue rompiendo para beneficio de los locales, que pudieron salir de su campo y tener alguna oportunidad. La mejor antes del 90 fue de Manu Navarro, el pibe que había peleado cada pelota y salido de cada regate, en un balón que le llegó en la frontal. El disparo del 8 salió mordido tras tocar en un defensor, teniendo que ir Nacho a trompicones para desviarla lo justo con los dedos. Calor dentro y fuera del césped por todo lo que había en juego, pero pasó el 90 y los 3 de descuento sin que el marcador se moviese. La prórroga era un hecho, 30 minutos para saber quién mantenía vivo el sueño del ascenso.

Desde el comienzo, el alargue no dio tregua. Volvía la pelota a ir peligrosamente de un área a la otra, movida por dos equipos conscientes de que hacer el gol dejaba finiquitado el pleito. En el Torrejón, el equipo «obligado» a marcar, se empezaba a postular como figura Mario Magallares, que había sustituido a Valverde en el 84, y llevaba más peligro que él incluso. Un disparo arriba y otro que blocó Roberto fueron los dos primeros avisos de Magallares. También hubo oportunidades al ataque del Rayo B, con disparos lejanos y altos de Aitor Álvarez y Molina. Se llegaba así al descanso de la prórroga. Quedaba un cuarto de hora de batalla futbolísitica. Y vaya si lo fue.

Con los últimos movimientos de banquillos, incluyendo la entrada de Sánchez por Arratia, arrancó el segundo tiempo del alargue. Y lo hizo con el Torrejón lanzado en tromba a por el gol que le diera el pase. Pensaron haberlo logrado en un disparo de Diego desde la frontal que se coló en la red tras rebotar en alguien que obstaculizaba la visión de Roberto. La alegría visitante se tornó en ira profunda al ver el banderín del linier levantado. Salieron mil improperios del banco torrejonero, resultando amonestado un miembro del staff de Joselu y expulsado Fredy Santa Elena, jugador que fue sustituido en el 56.

Aun resonando los ecos del gol anulado, tuvo sus oportunidades el Rayo B. Primero, una carrera con espacio de Molina en la que dudó si pasar o asistir y acabó yéndose al suelo tras contactar con su marcador, quedando la acción en nada. Luego, una volea mordida de Marc en la frontal que pilló a Nacho a contrapié, pero se rehizo bien para quedarse con el cuero. Y tras esto, de nuevo el arreón del Torrejón, que necesitaba el gol antes del 120 como fuera. Y llegó en el 116, en una acción por la izquierda, en la que Carlos Magallares entró por el costado del área y, en posición arriesgada, lanzó el tiro a colocar, perfecto a la escuadra del segundo palo. Paro cardíaco rayista, éxtasis torrejonero. 116 minutos habían estado los vallecanos en semifinales, y a falta de 4 estaban afuera.

Los minutos finales fueron un último esfuerzo rayista de lograr el tanto del empate que le diera la clasificación, el cual se chocó con la muralla franjirroja, que pudo sentenciar a la contra de no ser por una gran intervención de un Roberto que pedía ir a rematar tras ponerla en juego. El partido y la temporada del Rayo B moría como caracteriza a este equipo, luchando hasta el final en el área contraria. No pudo ser. El pitido final dio paso al éxtasis del Torrejón, con jugadores celebrando con los directivos que invadieron el campo. Del otro lado, los jugadores rayistas tendidos en el suelo, con cara de incredulidad algunos y a lágrima viva otros. Cruel final a una gran campaña. No queda más que dar las gracias y aplaudir.

Gracias a unos jugadores que, además de ser cracks en lo futbolístico, son enormes personas que han formado un excelente grupo humano. Gracias a un cuerpo técnico que es 100% ADN rayista y que han sabido sobreponerse a mil adversidades, en condiciones indignas de este club, para llevar la nave a buen puerto. Gracias por el fútbol. Gracias por defender a muerte la Franja. Gracias por estas lágrimas. En definitiva, gracias, Rayo B, por hacernos soñar.

FICHA TÉCNICA

Informó Jorge Morales García. Imagen de Miguel Ángel Mena.