Sobró un minuto

Sobró un minuto

Al Rayo B se le escapa en la última acción un partido que ganaba 1-3 en el 90. El Moratalaz logró empatar en el descuento. Diego Méndez, Manu Navarro y Quivira hicieron los goles rayistas.

En un breve instante puede pasar de todo. Lo del domingo en el Urbis es una clara muestra. El Rayo B ganaba en el minuto 90 al Moratalaz por 1-3, y pudo ser mayor la ventaja, pero en el descuento se volatilizó y el partido acabó en empate.

Apacible tarde de entretiempo la que había en la Dehesa de Moratalaz para cerrar la 4ª jornada en el grupo VII de Tercera RFEF con un duelo de equipos de barrios vecinos. Al otro lado de la valla de detrás de una de las porterías, unos cuantos hinchas rayistas daban color y animación a un encuentro al que el Filial de la Franja llegaba con bajas importantes, como muestra que en la convocatoria de Dongil solo hubiera 6 suplentes de los 7 permitidos, y salvo el portero Rodri y tal vez el carrilero Sergio Sánchez, el resto eran de perfil ofensivo. En el once, novedades respecto al miércoles con la presencia de Manu Navarro y Diego Méndez, quienes serían protagonistas del partido. Enfrente, el Moratalaz de Jorge Vallejo, que no venía muy en forma y confiaba en recuperarse

Mal que les pese a los locales, el Rayo B salió completamente enchufado al encuentro, y muy pronto consiguió adelantarse en el marcador. Apenas en el minuto 4, un balón en profundidad para Pablo Blázquez, quien tenía ante sí una autopista por banda derecha, le sirvió para correr hasta la zona del área y poner el centro medido a media altura. Esperaba rematador en el punto de penalti, y allí llegó Diego Méndez para engancharla. Cuando el portero Yayo pudo darse cuenta, el balón ya estaba en el fondo de la red. En el comienzo llegaba el primero de la tarde para el cuadro rayista, el primero también del año para el joven mediapunta Diego Méndez. Y después buscaría más.

Los minutos tras el gol fueron todo un festival para el Filial de la Franja, que se veía dominador de todas las parcelas del juego en un campo hostil. No dejaba acercarse a su área a nadie vestido de negro y oro, manejaba el balón con habilidad y cabeza y aprovechaba los huecos que dejaba la adelantada defensa local para generar peligro, y si este no resultaba, la presión le daba nuevas oportunidades. Los dos Diegos, Méndez y Lorenzo, tuvieron en sus botas varias oportunidades para ampliar la ventaja, y al capitán Arratia le sacaron bajo palos un tiro lejano propiciado por el primero de los varios errores de Yayo a la hora de sacar la bola jugada.

Pero tenía que ser el cerebro de este equipo, Manu Navarro, el que lograse el merecido segundo tanto. El dorsal 8 tiene un significado especial en la camiseta rayista, Míchel y Trejo son la prueba viviente de ello. Y el 8 del Filial de la Franja se vistió de ambos para dirigir cada embestida del equipo durante la tarde, emplearse a fondo en labores defensivas y hasta hacer algo no tan habitual en él como es marcar gol. Y qué golazo. Un taconazo de Diego Méndez dio comienzo a una serie de toques rondando el área local, hasta finalmente llegar la pelota a pies de Manu en la media luna. Navarro apuntó y disparó fuerte un balón que rebotó en la parte interior de la cruceta izquierda para descansar en la red del otro lado. En el minuto 20 del tercer partido del curso estrenó Manu Navarro su casillero de goles, igualando ya su registro del curso pasado. No es su función, pero también la realiza a las mil maravillas.

Lo que quedaba todavía de primera parte fue la confirmación de que era el arranque soñado para el Rayo B, a la par que el temido por el Moratalaz. Salvo una arrancada del ex rayista Rubén Ramiro que acabó en centro que cortó Quintela, los de casa no hicieron prácticamente acto de presencia en el área rival, y además les costaba auténticos horrores defender su campo, con una línea adelantaba que cada dos por tres era superada, o bien por Manu Navarro y los dos Diegos por dentro, bien por Héctor y Aguirre por las bandas, aunque este último empezase a mostrar signos de dolor antes del descanso. Acabó la primera parte, para alivio local, y más sabiendo lo que pasaría después. Llegaba el Rayo B al paso por vestuarios con una buena ventaja que bien podría haber sido mayor. Ahora quedaba lo más difícil, mantenerla.

Con un doble cambio en el descanso, quitando a Rubén Ramiro y Luismi para introducir a Vargas y Juanchi, pretendía Jorge Vallejo revolucionar el encuentro. Y vaya si lo hizo. Con la energía del que no tiene nada que perder, salió el Moratalaz con todo al segundo tiempo, a tomar las riendas del juego y tratar de lograr pronto el gol que le metiera en el partido. Y lo logró en la minuto 7 del segundo tiempo, en un buen movimiento en la frontal que hizo llegar la bola al recién ingresado Juanchi cerca del pico izquierdo del área. El disparo salió fuerte y bien colocado, imposible para Quintela. Cambiaban, y mucho, las caras en la grada del Urbis, con el 1-2 y prácticamente 40 minutos por delante.

Con el gol encajado, el Rayo B pasó de hacer lo que quería en el campo al otro extremo del espectro del dominio del juego, a tener que aguantar como se pudieran las muchas acometidas locales. Como gato panza arriba se empleaba en defensa el Filial de la Franja. El esfuerzo hizo mella en dos jugadores, los dos que corrían por la banda derecha, Aguirre y Pablo Blázquez, que lucharon por mantenerse, pero el cuerpo les dijo «basta» y acabaron por ser sustituidos para evitar males mayores. Rubén De Tomás entraría por Aguirre en el minuto 57, y Quivira haría lo propio por Pablo Blázquez en el 65. En ese tiempo, el ataque rayista se basaba en salir a la contra, en balonazos a ver si los cazaba Diego Lorenzo, hasta que le dieron las piernas y dejó su sitio a Joselu Pérez en el minuto 76, en el último cambio que haría Ángel Dongil.

Entrando en los 10 minutos finales, con las fuerzas ya bajo mínimos en los titulares de ambos equipos y el Moratalaz poniendo todos sus recursos en el verde para tratar de empatar, llegaría el que parecía el tanto de la tranquilidad del Rayo B, y sin duda es el golazo de la jornada. El rechace de un libre directo puesto al área lo cazó Quivira fuera de ella. El 10, colocado totalmente en perpendicular a la línea de gol, a más de 25 metros de la misma y en una zona algo escorada, sacó un derechazo que entró, como un misil, sacando las telarañas de la escuadra izquierda de un Yayo que no podía hacer nada salvo mirar y aplaudir. Locura rayista en el minuto 81. Golazo de Quivira que servía para poner el 1-3 y sumar su segunda diana del campeonato.

Ahí parecía que se acababa el partido, y más cuando se llegó así al 90, pero se aventuraba un descuento largo, y el Moratalaz ya si que no tenía nada que perder, y menos aun al perdonar Quivira el 1-4 al estrellar un remate sin portero en el central que quedaba en la línea. La banda derecha de la defensa rayista había quedado mermada por las lesiones, y por allí llegaron las acometidas finales de los de negro. Ya no se cumplía el minuto 4 de descuento cuando un centro cerrado por esa banda amenazaba el área chica rayista. Llegó Bolo con mucho ímpetu para tratar de sacarla a córner, pero lo que hizo, desafortunadamente, fue meterla en el fondo de su propia portería. Mal trago para el central vasco y resurrección completa para el Moratalaz, que veía redivivas sus posibilidades de empate cuando al partido le quedaba apenas una jugada, y fue todo lo que necesitó. Recuperación rápida, balón al espacio para que corra Vargas por la izquierda, se plante frente a Quintela y fusile la red, provocando un delirio general.

Ya era casi el minuto 96, y el árbitro no dejaría sacar de centro a un Rayo B que vio como en un minuto se le escapa un partido que tenía en el bolsillo. Antes del encuentro, sacar un punto del Urbis se hubiera visto con bastante positividad, pero al final, tras encajar 2 goles en el instante final que cuestan 2 puntos, quedaba una evidente desazón entre los jugadores y técnicos del Filial de la Franja, visible en los rostros (y en la camiseta rota de Bolo) mientras agradecían el apoyo a la hinchada rayista desplazada a Moratalaz. Al final, por ese minuto de sobra, el Rayo B se queda con 5 puntos en la clasificación general que le colocan en el puesto 11º de la tabla. Tras 2 partidos en 4 días, los de Dongil volverán a la competición el próximo domingo, en casa y por la mañana, frente al Complutense Alcalá-

FICHA TÉCNICA

Informó Jorge Morales García. Imagen de Miguel Ángel Mena.