El efecto Alexanco

22/10/2017
El efecto Alexanco

Victoria agónica y casi heroica del Juvenil A ante un buen Aravaca, gracias a un cabezazo del central/delantero Martín.

Partido feo y  bastante gris al que hemos asistido en el campo cuatro de la Ciudad Deportiva esta tarde. Rayo Vallecano y Aravaca son dos equipos con estilos y propuestas de juego que están en las antípodas futbolísticas uno de otro. Ambos totalmente válidos y si me apuran hoy el que mejor lo ha llevado a la práctica ha sido el conjunto que visitaba Vallecas, pese a caer la victoria del lado local.

El Aravaca salió al terreno de juego con las ideas claras y con un once muy bien plantado en todo momento. Dejaba que fuera el Rayo Vallecano el que tuviera el balón, presionando el centro del campo rayista para que no hubiese fuidez en la creación por parte de Alberto y de Martínez. Con un esquema de 5-1-3-1 conseguía el míster visitante que los mediocentros rayistas no fueran capaces de asociarse con Alonso que hoy hizo las labores de enganche con un muy vigilado Sergio en ataque. La falta de líneas de pases claros provocó que una y otra vez fueran frecuentes los cambios de orientación en largo a las bandas, buscando la velocidad y el desborde de Gómez y de Javi Rubio. El primero estuvo muy activo en la primera parte y bien ayudado por Mese, fue capaz de crear peligro por su banda. Algo más apagado estuvo, el siempre cumplidor, Javi Rubio que no estuvo cómodo sobre el verde y sufrió el ferreo marcaje del lateral del Aravaca.

Lo más interesante de una primera parte aburrida fueron un par de jugadas controvertidas, en las que el banquillo rayista pidió penalti, haciendo oídos sordos el colegiado del encuentro. Los primeros 45 minutos no dieron para más y los equipos se retiraron a descansar y los pupilos de Ángel Dongil, posiblemente a recibir nuevas indicaciones para afrontar una segunda parte que le dejara mejor sabor de boca de lo que lo había hecho esta primera. Vencer al Aravaca no iba a ser una empresa fácil, no obstante, hasta el momento solo había perdido ante el Atlético de Madrid, líder del campeonato.

La segunda mitad comenzó con polémica ya que Gómez se fue de su marcador y cayó en el área visitante, no señalando el árbitro el punto de penalti y además amonestó al extremo rayista que en la acción perdió incluso una bota, lo que indica que algo de contacto parece que hubo. El Aravaca siguió muy bien plantado en el terreno de juego, sin conceder apenas ocasiones y sin pisar el área de Fernando que hoy fue un espectador más del partido.

Transcurrían los minutos y Dongil apostó por mover el banquillo y hacer dos cambios para dotar al equipo de más poder ofensivo, por un lado dio entrada a Migallón en banda derecha, que sustituiría a Luis Aguado (hoy lateral derecho), lo que hizo que Javi Rubio ocupara el lateral diestro, y se iba a retirar Alonso para dejar su puesto a David Bercero «Killer», que reaparecía tras una lesión que le había impedido debutar hasta hoy. Con estos cambios, Javi Rubio tuvo toda la banda para él ya que Miga constantemente se movía con diagonales hacia el centro, dejando el carril al siete de la franja y por otra parte un eléctrico y motivado Killer acompañaba en ataque a Sergio que hasta el momento había estado perfectamente cubierto por la defensa visitante.

El paso de los minutos hizo que se barruntara entre los allí presentes que estaba a punto de llegar el particular homenaje que rinde el técnico vallecano al gran maestro Johan Cruyff cuando las cosas están ligeramente torcidas. Este homenaje no es ni más ni menos que colocar al defensa central Martín (hoy el peligro lo ha generado él) como nueve del equipo. Es un recurso que ya hemos presenciado en otras ocasiones y lo cierto es que le da bastante más resultado al juvenil del Rayo, que el que le daba en su día al «flaco Cruyff» cuando ponía al capitán, a Jose Ramón Alexanco de ariete en el recordado Dream Team culé.

En el minuto 80, desde el banquillo local dieron la orden a Martín para subir al ataque y el espigado central que a estas alturas del partido esperaba dicha orden con los ojos como los del Coyote esperando al Correcaminos, solo tardó ocho minutos en hacer bueno el «efecto Alexanco». Un gran centro al área de Gómez con su pierna menos buena (que no mala) ponía en bandeja el balón para que nuestro gigante Martín se elevara por encima de todos sus defensores y cruzara perfectamente el balón al portero del Aravaca. Poco más dio de sí un partido en el que los rayistas veían como se les iba la victoria y en el que los visitantes saboreaban ya el punto obtenido a domicilio.

Sexta victoria seguida para el equipo, que le permite seguir la estela de Real Madrid y Atlético de Madrid que encabezan la tabla, los rojiblancos con un partido menos. La próxima semana visitan tierras abulenses para enfrentarse al Colegios Diocesanos que ocupa actualmente puestos de descenso, pero que en casa solo ha cedido ante el Getafe CF y el año pasado el juvenil A del Rayo Vallecano solo pudo vencer por 0-1 allí.

Texto e imagen: Alberto Leva