No estaba muerto, estaba empatando

No estaba muerto, estaba empatando

Acabada la primera vuelta, repasamos la trayectoria del Rayo B en lo que llevamos de campeonato.

Acabó la primera vuelta en el grupo VII de Tercera, y es momento de repasar lo acontecido hasta el momento para el Rayo B.

Recién descendido de 2ªB y obligado a renovarse tras la marcha de varios jugadores, el filial rayista se encomendó a Diego Merino y al grueso del juvenil campeón de todo en 2015 y que el propio Diego dirigió. Al principio de la campaña el cuadro franjirrojo aparecía en todas las quinielas como uno de los equipos que lucharían por el ascenso, pero a día de hoy no es esa la situación, si bien aun queda media liga y es una categoría muy apretada. El Rayo B ocupa la 14ª posición en la tabla clasificatoria, con 23 puntos, 5 por encima de la zona de descenso y a 10 de los playoffs por el ascenso. La imagen del filial de la Franja en estos 19 partidos es la de un equipo que, pese a su bisoñez, sabe competir, pero le falta algo más para sumar de tres y aspirar a cotas más altas en la clasificación. Llevan 4 victorias (3 fuera, en Villalba, Aravaca y Carabanchel contra el Puerta Bonita; y la única en casa contra el Alcalá), 4 derrotas (1 en casa contra el Atlético de Pinto, 3 visitando a Trival Valderas, Unión Adarve y Atlético B) y la sorprendente cifra de 11 empates (8 de ellos en la «City»), es el equipo que más partidos iguala de la categoría, y de ahí la principal razón de que no termine de salir de la zona baja de la tabla.

En lo futbolístico, el joven plantel del Rayo B juega a un fútbol de dominio y toque inusual en estas categorías de juego directo y sin florituras desarrollado por veteranos de campos de césped sintético y arena. La bisoñez del equipo es una de las razones por las que el filial rayista ha empatado tantos encuentros en los que fue superior al rival, y se ve claramente en puntuales errores defensivos que cuestan disgustos, sumados a cierta falta de pegada. Afectó también la grave lesión de Isi en la 2ª jornada de competición. En el aspecto de enfermería, los de Diego Merino no les andan muy a la zaga a los mayores de Paco Jémez, teniendo un momento crítico en noviembre con las lesiones de los porteros de ambos cuadros y que obligó a enrolar de urgencia a Iván Oviedo a las filas del B. No es extraño que el único jugador que ha disputado todos los minutos del campeonato sea el capitán Mario Gómez. El balance de goles hasta el momento es positivo por un solo tanto de diferencia (26 a favor por 25 en contra), con Pablo «Pistolero» Clavería, actual líder de la clasificación del Matador Ortiz del Rayo B, erigiéndose como pichichi del equipo, con 6 tantos que han valido puntos. Tras Clavería, como artilleros del equipo se posicionan Isra, Romo y Shafa con 3 dianas; Lozano, Juancho y Saballs con 2 e Isi, Uche, Del Valle e Iván Bueno con 1. Se ha de destacar las labores de creación de juego en el medio campo de Clavería, Kike, Isra y el descubrimiento del juvenil Beltrán, la seguridad bajo palos de Álex Campos, el gran esfuerzo defensivo de Mario Gómez, las labores globales de Akieme y la presencia cada vez más crucial de Romo, Juancho e Iván Bueno en la delantera, que a buen seguro se destaparán en la 2ª vuelta.

Se viene ahora el tramo decisivo de la temporada para el Rayo B. Tenemos jugadores de calidad, un cuerpo técnico que sabe lo que hace y unas enormes ganas de verle más arriba. Solo falta que los resultados terminen de llegar.

Informó Jorge Morales García. Imagen de Rafa Alameda Jr.