No sonó el despertador

28/02/2021
No sonó el despertador

El Juvenil B no cuajó su mejore partido y se dejó dos puntos en casa en su duelo frente al CD Leganés.

Un partido a las 9.15 de la mañana es un madrugón importante para cualquier mortal, incluso para Miguelito que a esas horas está casi recién acostado. Un servidor llegó al partido medio dormido y el Juvenil B pareció también adormilado hoy a lo largo de los 90 minutos. El equipo jugaba hoy cerrando jornada en su grupo y sabedor de los resultados de sus rivales directos. Vaya por delante que no creo que sea determinante una cosa u otra, pero yo siempre he sido partidario de abrir la jornada y meter presión a los rivales.

Salía el equipo de Jorge Rubio con un doble lateral en el costado derecho, con Aarón y Torres, este último más adelantado. En punta de ataque se mantenía López, a pesar de estar Morcillo ya recuperado de sus molestias. Titularidad que se había ganado gracias a sus goles en los últimos partidos. El Leganés, por su parte, era una incógnita y no sabíamos si nos encontraríamos un equipo echado atrás con cinco defensas, esperando a los nuestros y buscando salir a la contra o sería un equipo más atrevido.  A tenor de lo presenciado, la versión del conjunto pepinero ha sido más próxima a lo segundo que a lo primero.

Primera parte en la que no hubo apenas ocasiones de gol y las aproximaciones al área rival fueron muy tímidas. Las dos primeras ocasiones fueron del conjunto visitante con sendos cabezazos, pero el primero se marchó alto y el segundo lo atajó sin problemas Willy.

Por parte franjirroja, lo intentaron de lejos tanto Alexis cómo Capi, pero sin demasiada fortuna ambos.

El Leganés apretaba y presionaba la salida de balón de Maurazos y Carche, siendo muy intensos en centro de campo y eso provocó que ni Prieto ni Hugo pudieran estar cómodos sobre el terreno de juego, resistiéndose el equipo. El equipo pepinero era sabedor del peligro que supone que los jugones que el Rayo tiene por dentro, piensen y lleven la manija del partido.

En la segunda mitad el Rayo salió con ganas de que sucedieran cosas en el partido y fue Quique el primero en animarse con un disparo raso que se marchó rozando el palo. En el minuto 14 se produjo el cambio de Morci por López y el 18 de la Franja entró con ganas de complicarle la vida a una defensa que, hasta el momento, estaba teniendo una actuación impecable.

La entrada de Morci revolucionó el ataque franjirrojo y a los cuatro minutos de estar en el campo, provocó una falta en el costado derecho del ataque rayista. Balón perfecto para que alguien con un guante en su pierna izquierda pusiera un buen balón en el área. Dicho y hecho, Hugo con una exquisita sutileza pondría un gran balón al segundo palo, donde se elevaba Morci por encima de todos para rematar casi con la coronilla al fondo de las mallas. Había costado una hora asistir la primero gol, pero el pichichi del equipo había logrado abrir la lata.

Poco nos iba a durar la alegría, ya que el Leganés iba a empatar en una acción sin aparente peligro, en la que Maurazos tenía todo a su favor para despejar o ceder a Willy, pero vio como el delantero le robaba la cartera y se plantaba en el área, recortando a Willy en su salida y marcando a puerta vacía. El gol fue un jarro de agua fría para un equipo rayista que, prácticamente, aún estaba celebrando el gol de Morci.

El Rayo trató de sobreponerse y buscó el segundo tanto. Para ello, el míster daba entrada a Isra en lugar de Quique. Cambio que aportó cierta frescura en tres cuartos de campo y el propio Isra fue protagonista en las dos ocasiones más claras para los nuestros. La primera de ellas fue una falta provocada por Isra, al que iban a derribar tras un agarrón en la frontal del área. Se pidió penalti, pero el agarrón fue fuera. La falta la lanzaría Prieto y el balón iba a botar delante del guardameta pepinero, que tuvo que mandar a córner el balón. La segunda ocasión fue para Isra que en un remate en posición muy forzada mandaba el balón fuera por muy poco.

En el área contraria Willy apenas tuvo trabajo y el Leganés no contó con ocasiones de peligro como para inquietar su marco. El final del partido fue de un equipo que quería sumar tres puntos, frente a un equipo que daba por bueno el punto conseguido y no quería perderlo. El colegiado no quería que se alargara mucho más el encuentro y en el minuto 47 de la segunda mitad decretó el final del partido.

El resultado ha dejado cierto sabor agridulce en el Rayo, que esperaba sumar los tres puntos para poner tierra de por medio con Fuenlabrada y mantener la distancia con Getafe, su próximo rival. No ha sido la mejor versión de nuestros chicos hoy, pero hay que seguir confiando al cien por cien en ellos. Son capaces más que de sobra de lograr los tres puntos la próxima jornada y compensar el pequeño tropiezo de hoy.