Asiento para tres

01/11/2021
Asiento para tres

El Rayo Vallecano vuelve a liarla a la hora de vender entradas y abonos con casos como de hasta tres personas para una misma localidad.

Que en pleno siglo XXI, el Rayo “obligue” a su gente (lo ponemos entre paréntesis porque, en realidad, no obliga a nadie: volvemos al masoquismo como forma de vida) a permanecer en colas de cuatro, cinco, nueve horas o incluso varios días es otra muestra más del desprecio del club a sus aficionados, que al fin y al cabo son sus clientes (conviene no olvidar que el Rayo Vallecano de Madrid S.A.D. es una empresa).

Que una persona se coma cuatro horas de cola para renovar su abono para que al llegar a su taquilla un problema “informático” (por supuesto, según el Rayo, ocasionado por LaLiga) le obligue a marcharse sin renovarlo y con la incertidumbre de si podrá o no ver a su equipo es una indecencia. Que esa persona consiga renovar su abono cual gincana casi imposible, vaya al estadio a ver a su equipo y vea como su localidad está ocupada por otra persona con una entrada vendida por el propio club, es una tomadura de pelo de dimensiones épicas. Esto así contado parece realmente increíble o más propio de los años 60 o 70, del fútbol en blanco negro. Pero no, hablamos del año 2021 y del Rayo Vallecano, un club anclado en esas décadas de los 60 o 70 en cuanto a infraestructura y forma de trabajar. Macintosh es el nombre de un grupo heavy inglés y Windows 10 una lección del temario de Opening, para los rectores del Rayo Vallecano.

Ante el FC Barcelona hubo diferentes casos de duplicidad de localidades y, lejos de subsanarse para que esto no volviera a repetirse, cinco días después se riza el rizo desde Payaso Fofó y se dan casos de localidades vendidas a dos abonados y a un aficionado con su entrada. Es decir, tres personas (como mínimo) tienen la misma localidad en el Estadio de Vallecas. Con un estadio lleno por lo reducido del aforo y con una afluencia (real o ficticia) de 9580 espectadores, parece bastante complicado que se pueda solucionar de una forma «pacífica» situaciones como éstas. Los aficionados que llegan «más tarde» a la localidad que previamente han pagado, se ven obligados a vagar por la grada buscando un asiento vacío.

Dos abonos y una entrada vendida, una misma localidad para un solo asiento.

Hoy, la persona que ha adquirido la localidad ha puesto la pertinente reclamación y la explicación oficial desde la taquilla del club es que «se debe a un error de emisión de los abonos. Que el asiento estaba libre cuando se vendió». Teniendo en cuenta que la venta de entradas comenzó en el día de ayer y que los abonos están renovados desde hace días, dicha explicación es absolutamente mentira y es otro parche más en una nefasta gestión en la venta de abonos y entradas por parte del admirado Rayito de Matallanas.