Caso Álex Moreno: el poder de la palabra

21/07/2019
Caso Álex Moreno: el poder de la palabra

El frustrado fichaje de Álex Moreno por el Real Betis está dando muchísimo que hablar. Seamos todos comedidos a la hora de comentar e interpretar la situación actual del jugador.

Iba a estrenarme dando mi opinión sobre el tema de los abonos, pero no creo que aportaría mucho a la discusión. Ya se ha dicho todo al respecto; además, no es ningún secreto que ya me he posicionado a favor del boicot y a lo largo de los últimos días he expresado públicamente, a través de las redes sociales, mi apoyo a los aficionados que han decidido plantar cara al dictadorzuelo que tenemos de presidente y no renovar sus abonos o abonarse solo al Femenino. Desde luego, ante este nuevo capítulo de la guerra entre Presa y la afición, lo deportivo ha quedado totalmente relegado al segundo plano.

La importancia de medir las palabras

Se ha visto un poco eclipsada por el lío de los abonos la noticia del fin del culebrón «Álex Moreno al Betis». Lo que sí ha tenido bastante repercusión ha sido la información sobre el bajón anímico que estaría sufriendo el jugador en consecuencia del frustrado fichaje. Sí, bajón anímico. Acabo de utilizar esta expresión a propósito, aunque la palabra que aparece en los medios de comunicación cuando se trata del asunto es “depresión”. A lo mejor la palabra no es de todo acertada; pienso que deberíamos, todos y cada uno, tener más cuidado a la hora de usar determinadas expresiones, sobre todo a la hora de hablar de algo tan grave como la depresión. No utilicemos la palabra «depresión» de forma excesiva, llamando de esta forma a un momento cualquiera de desánimo que, no obstante, poco tenga que ver con esa enfermedad. “Estar triste” no es exactamente lo mismo que “estar deprimido”…

Pero lo que de verdad me ha dejado helada han sido algunos comentarios al respecto por las redes sociales. Por lo tanto, he decidido compartir mi reflexión sobre el tema. Pienso que no debemos juzgar al jugador ni acusarlo sin pruebas de disimular una depresión para forzar su salida. El motivo es muy sencillo: puede que de verdad sufra una crisis (por muy feliz que parezca en las fotos que publica en las redes sociales). Todos pasamos por momentos duros a lo largo de nuestras vidas y tenemos derecho a sentirnos tristes o estar de bajón por el motivo que sea. Cada persona es un mundo; lo que apenas afecta a uno a otro lo puede romper por completo. El chaval se habrá llevado una decepción enorme y si está de bajón por ello, dejemos que asimile la situación y supere lo que ha pasado. Está en su derecho a estar (¡perdón!) jodido.

Más empatía, por favor

Seamos más sensatos, sobre todo cuando se trata de algo tan delicado como una crisis anímica. No nos podemos olvidar de que, aunque no todo bajón es depresión, sí puede convertirse en una. Una reacción inadecuada del entorno de la persona que está atravesando un momento difícil puede incluso contribuir al empeoramiento de su estado de ánimo. Entonces, antes de escribir un comentario, piénsalo dos veces. Las palabras también pueden hacer daño y a veces es mejor morderse la lengua antes de decirle a una persona que está de bajón algo que hiera su sensibilidad. No tiene que ser un comentario ofensivo puro y duro (aunque, al respecto del caso Álex Moreno, por desgracia, los hay), basta con el mítico “no es para tanto”. Por favor, tengamos más cuidado a la hora de emitir juicios.

Seamos más empáticos hacia los demás, sea Álex Moreno, un compañero de trabajo, un amigo, un familiar tuyo, o tu pareja. Nunca sabemos lo que de verdad siente la otra persona. Tengámoslo en cuenta. Y midamos las palabras todos, unos y otros.