Errores que matan

10/12/2018
Errores que matan

Nueva derrota rayista en Liga, en esta ocasión en su visita al Real Betis Balompié

Si la previa del partido venía marcada por la decisión de convocar a un solo nueve para el desplazamiento al Benito Villamarín, la alineación nos descubrió el porqué. Michel cambiaba el dibujo y volvía al falso nueve dejando a RdT en el banquillo.

El plan duró 57 minutos y la verdad es que fucionó hasta ese momento. El Betis no remató entre los tres palos en los primeros 45 minutos y no se sintió cómodo en la tela de araña que planteó Michel de la que no consigió liberarse hasta el minuto 35.

En esos minutos, el Rayo llevó el partido al plan prefijado, puso el fútbol que no es sólo posesión, los remates y tuvo en el minuto 23 la ocasión de ponerse por delante en un mano a mano de Álvaro con Pau López. Es verdad que en los 10 minutos finales, con centros laterales y balones parados el Betis acongojó a la parroquia rayista. Tras 15 jornadas seguimos sin defender esas jugadas.

El inicio de de la segunda parte fue un suma y sigue de la primera. En el 55, Embarba se buscaba el hueco en el pico del área para poner el balón cerca de la escuadra de la portería bética. Ahí se acabó el partido para el Rayo.

Corría el minuto 57 cuando Jordi Amat, en un intento de despejar con una fuerza desmedida e innecesaria un balón intrascendente, cometió penalti sobre Loren. Penalti que no se habría señalado si no hubiera VAR. Pero lo hay, aunque Amat parezca no haberse enterado todavía. Lo Celso puso el 1-0 y el rayismo sintió que otro error clamoroso de uno de nuestros jugadores nos mataba.

Si no fuera suficiente con un error pues se cometieron dos. En este caso, más coral. Era el minuto 76 cuando Sidnei recogía el balón en su campo. Este cronista le cede a Óscar Trejo, espectador de lujo desde el inicio de la jugada, que les relate la misma. Ni Trejo ni Gálvez ni Advíncula ni Dimitrievski pusieron mucho interés en hacer lo necesario para evitar el 2-0.

Otro partido más que se pierde por errores propios y no por méritos del rival. Errores individuales y colectivos, impropios de jugadores y equipo de fútbol profesional. Errores que se pagan, duelen y matan.

Esta noche que River Plate salió Campeón de la Libertadores (enhorabuena, gallinas), pido a los jugadores del Rayo que no se fijen en los jugadores que defendieron la Banda. Les pido que se fijen en la actitud de los jugadores de Boca que jugando con nueve hombres tuvieron un balón al palo para seguir vivos en el minuto 120.

Eso es lo que pedimos en Vallecas. Ni más ni menos.