FCJ Mollerussa 1-3 Rayo Vallecano. Otra ronda, por favor

13/11/2022
FCJ Mollerussa 1-3 Rayo Vallecano. Otra ronda, por favor

El Rayo Vallecano logra vencer al CFJ Mollerussa por 1-3 en el partido de primera ronda de Copa del Rey y se clasifica para la siguiente ronda copera.

En la previa del partido de hoy, Andoni Iraola ya avisaba del peligro de las primeras rondas en el «Torneo del KO» y lo que nos había costado solventarlas en temporadas anteriores. Una vez más, el míster franjirrojo no se equivocaba en su predicción y el Mollerussa ha vendido bien cara su derrota y solo una segunda mitad en la que el Rayo ha pisado el acelerador, ha hecho que se viera en el césped la diferencia de categoría de ambos equipos.

En un mañana más propia del mes de abril y con casi dos centenares de rayistas en las gradas del Municipal de Mollerussa, saltaba al terreno de juego un once totalmente inédito en el que solo estaba Camello de los teóricos titulares. Sin embargo, en el banquillo guardaba Iraola toda su artillería, quedando fuera de la convocatoria tan solo Dimitrievski, Lejeune y el futuro mundialista Pathé Ciss. El Mollerussa, por su parte, espoleado por una grada local volcada con su equipo, iba a afrontar el partido como la gran oportunidad que era de intentar ser el equipo revelación de este primer envite copero.

Un Mollerussa sin complejos salió dispuesto a ponerle en apuros a los de Iraola desde el minuto 1 de partido, aprovechando las dimensiones y tipo de terreno de juego, algo que jugaba a su favor y en contra de los nuestros, lo cual para nada valdría como excusa, tal y como ya dejó claro el míster rayista en sus declaraciones antes del choque. El Rayo intentaba controlar el partido con Mario Suárez y Diego Méndez en la medular tratando de distribuir juego, buscando a Pablo Muñoz y Bebé en los costados o a Nteka y Sergio Camello en punta de lanza. Buscar a Nteka en un terreno de juego es como buscar agua en el desierto, el partido ha dejado claro que Iraola tiene un once titular y muy pocos opositores a entrar en el mismo, diría que con una mano los podríamos contar y, tal vez, me sobraría algún dedo.

La resistencia del Mollerussa duró 22 minutos y tuvo que ser a través de un golpe franco directo como abriera el marcador el Rayo, hasta entonces ni Diego Méndez ni Sergio Camello lo lograron anteriormente. Una falta a Mario Suárez cerca de la frontal del área iba a permitir que Bebé dejara su única pincelada de calidad en la primera mitad. Cuando todos esperaban que el portugués reventara el cuero, el 10 franjirrojo optó por darle mayor colocación a su disparo y puso el balón muy lejos del alcance de Puiggrós, logrando el 0-1.

A la media hora de juego se asociaron dos de los jugadores -Chavarría y Pablo Muñoz- que sí han demostrado a Iraola que puede contar con ellos a la hora de apuntar al once inicial, poniendo el lateral zurdo un buen balón al corazón del área para que el canterano rayista metiera la puntera sutilmente, yéndose el esférico lamiendo el palo de la portería local. Sin embargo, dos minutos después, una gran jugada de Genís Soldevilla por banda izquierda acabaría en la cabeza de Nico, que se adelantó a Mumin (aún no le había sonado el despertador) para lograr el tanto del empate. Se venía arriba la hinchada local con un gol que, quizás, en cuanto a ocasiones no había tenido cerca, pero sí en cuanto a empuje y perseverancia en el juego, creciendo con el paso de los minutos y coincidiendo con el letargo franjirrojo.

El Rayo Vallecano tuvo el 1-2 a la contra en una jugada en la que Nteka actuó de defensa central del Mollerussa. El propio jugador francés iba a arrancar la jugada cediendo el balón a Camello, que tras una cabalgada por banda, iba a poner la pausa, levantar la cabeza y viendo la llegada de Pablo Muñoz, le puso un balón de gol. Lo que no contaba el canterano era con la llegada también de Nteka en segunda línea que se lanzó a por ese balón de Camello, al que no llegó y al que Pablo -tal vez sorprendido por la llegada de su compañero- golpeaba por encima del marco local, cuando lo tenía todo absolutamente a favor para marcar el gol que pusiera en ventaja de nuevo al Rayo. Un doble error de Diego López, en un despeje y a la hora de blocar un disparo de un atacante local, provocó que durante un momento planeara el fantasma de la remontada del Mollerussa antes del descanso.

En el descanso la sonrisa eterna de Iraola debió dar paso a una charla en la que pidiese a los suyos una marcha más si querían acceder a la segunda ronda en Copa y evitar el descalabro. Un Rayo mucho más despierto y ambicioso comenzó la segunda mitad llegando al área rival y creando mucho peligro por el costado zurdo. Desde allí nacería a los cinco minutos de la reanudación la jugada del 1-2. Falta botada por Bebé, quedando el balón muerto en el área local para que la zaga lo despejara flojo, cayendo al borde del área a los pies de Diego Méndez que le pegó ajustado al palo, sin poder llegar a él Puiggrós, tapado por una buena maraña de piernas. El Rayo no se conformó con este segundo tanto y sería Pep Chavarría el que iba a animarse a disparar desde el vértice del área tras un buena jugada en ataque de los nuestros, marchándose fuera su latigazo por muy poco.

Iraola decidió entonces que era el momento de poner a los habituales para intentar dar la puntilla al conjunto catalán y dio entrada, en primera instancia, a Trejo y a Isi supliendo a Nteka y a Pablo Muñoz, para hacer lo propio minutos después con Comesaña y Álvaro en lugar de los dos goleadores, Bebé y Diego Méndez. Esta cuádruple permuta surtió efecto y en el minuto 78 Isi arrancaba una jugada de ataque en la que cedía a Trejo, que asistía a Sergio Camello para que se plantara solo y ligeramente escorado ante el guardameta local, al cual batiría de disparo al palo largo para sentenciar el partido con el definitivo 1-3.

El Mollerussa no bajó los brazos tras este nuevo castigo y el conjunto ilerdense siguió buscando llegar a la portería de Diego López, lo que propició que el Rayo montara sendas contras que estuvieron a punto de plasmarse en el cuarto gol, pero Camello, en primer lugar, iba a ser excesivamente generoso cediendo a Trejo en lugar de finalizar de nuevo él y posteriormente un disparo de un buen Mario Hernández se marchó cruzado por la línea de fondo.

Con el pitido final del colegiado llegó el momento de los aplausos por parte de una y otra hinchada, con ovación más que merecida del Municipal de Mollerussa a sus jugadores y con la comunión habitual de los jugadores franjirrojos con una hinchada desplazada que vuelve a estar loca por la Copa.

Habrá que esperar hasta el mes de diciembre para vivir el segundo capítulo de la aventura copera del Rayo de Iraola.

Texto: Alberto Leva

Imagen destacada: @RayoVallecano