Los errores y el silbato condenan una gran propuesta del Rayo

11/11/2017
Los errores y el silbato condenan una gran propuesta del Rayo

El Zaragoza venció (3-2) a un dignísimo Rayo Vallecano que remontó 2 goles pero no logró sumar en La Romareda.

Un partido difícil de explicar, ni siquiera de hacer crónica. Pero no obstante allá vamos. Lo más destacable es que el Rayo por primera vez tras seis jornadas no ha sumado o un empate o una victoria. Por primera vez tras seis jornadas, los de Vallecas han caído.

Quien solo lea esto, y no haya visto el partido, pensará que ha sido un pésimo partido de los de la Franja. Nada de eso. Una gran propuesta, gran actitud y ganas. Se le pueden poner peros también, que es cierto remarcar: muy desafortunados de cara a gol, fallando ocasiones clamorosas, y horribles en defensa. Todo ello, sumado a un penalti clamoroso no pitado a Manucho en el minuto 88 que ha terminado de matar al Rayo.

Suele suceder casi siempre, pero en la categoría de plata se enfatiza: si perdonas lo pagas muy caro, y si regalas te fusilan. Así ha sido. Todo eso sumado a una pésima gestión de Michel en los cambios. Si vas remontando y te tiras a por el partido, no debes quitar a tu delantero titular que además ha marcado un gol, por muy cansado que esté y mucho que haya fallado.

Sigo sin entender por qué juega Unai López, que me parece un 5 en todo, a lo sumo un 6, pero nada especial para ser titular indiscutible. A Fran Beltrán le está faltando gasolina para terminar los partidos, toca buscar alternativas en el banquillo para rotar, abrir el abanico, o no podremos optar a nada porque nuestros jugadores top se quemarán antes de tiempo.

Que todo esto no ensombrezca la realidad: hay que hacer autocrítica. Michel tiene clara la idea, pero siempre falla en la ejecución. O se equivoca de salida o se equivoca en los cambios y no hay reacción. Y si lo hace, es a peor. Hay que rematar al contrario transformando las ocasiones y evitar esas desconexiones en defensa que hacen de errores impropios que cuestan muchos puntos.

Mas allá de todo esto, hoy toca alabar la actitud del equipo por encima de todo. Cualquier otro equipo con 2-0 en contra, y fuera de casa arroja la toalla. El Rayo no. Este Rayo tiene carácter y espíritu, y se enfada y mucho cuando no salen las cosas como se desean.

No den a este equipo por muerto para la batalla. Porque se pueden perder batallas, y ganar finalmente la guerra. En siete días, nueva batalla en Vallecas.

Texto de Christian Arjona. Imagen de Iván Díaz.