El loco verano en el chiringuito de Vallecas

01/09/2018
El loco verano en el chiringuito de Vallecas

Otro verano más el Rayo Vallecano se ha visto obligado a reinventarse y a incorporar a un gran número de jugadores

Lo volvió a hacer. Quien lo iba a decir. Un año más tarde, en una categoría superior. Así, a modo de titulares se podría resumir el trabajo realizado por David Cobeño en este mercado de verano. Han llegado más de una docena de jugadores, varios ex, también algunos nuevos, con una novedad, más de dos tercios de ellos son en propiedad, o bien son cesiones con opción de compra. Un paso adelante en la política de fichajes.

Política: la palabra clave de la semana. Los jaleos del estadio, de balones fuera, de pasar la pelota acerca de quién tiene la culpa del deplorable estado y conservación de nuestro estadio. El esperpento de un presidente con un juguete regalado al que nadie quiere, y que tan solo quiere mantenerse en el cargo por encuadrar las fotos con los grandes empresarios que comandan en nuestro fútbol en su salón. Quizás también haya un interés oculto: que el Rayo abandone Vallecas vendiéndolo al mejor postor, algo que sin duda no permitiremos de ningún modo.

Volvamos a la parcela deportiva tras este breve inciso. El Rayo Vallecano, y por ende, David Cobeño, no poseen una gran red de scoutings por el mundo. Tan siquiera por España. El Rayo perdió al gran baluarte de su cantera a causa de un clausulazo del Celta de Vigo por Fran Beltrán, el eje del juego de Míchel. No era fácil sobreponerse a tal palo, y menos reforzar el resto de posiciones necesarias. Pues bien, Cobeño ha apurado hasta el último dia, llevando negociaciones hasta el extremo, para conseguir la mejor plantilla posible. Y lo ha vuelto a hacer.

Me atrevería a decir que nombre por nombre, esta es la mejor plantilla del Rayo Vallecano en su historia. De igual manera, no descubro la pólvora apuntando que a este juego no ganan los nombres, sino los jugadores. Jugadores que forman un conjunto, un EQUIPO. El trabajo en cuanto a recopilación de talento está hecho. De mediocampo para arriba no hay mucho que envidiar a rivales que disputan incluso Europa League. Ahora le toca a Míchel dotar a estos muchachos de identidad, de filosofía de juego y de voluntad y ganas para conseguir los objetivos. Muchos ya conocen lo que pedimos en Vallecas, la Santísima Trinidad de nuestro himno, y ellos, voluntariamente, han decidido volver para afrontar ese reto y poner al Rayo en el lugar que corresponde. ¡Gracias David, bendito verano y merecidas vacaciones!

Christian M. Arjona