Leyendas que vistieron la Franja: Alcázar

Leyendas que vistieron la Franja: Alcázar

Alcázar, seguridad absoluta bajo los palos.

En Ciudad Real, en la localidad de Tomelloso, nació el 31-05-1954 Alejandro César Fernández, «Alcázar». Diez años le contemplan cubriendo siempre con éxito la portería del Rayo Vallecano .Titular no, titularísimo indiscutible en el equipo de la franja en las temporadas 70/80. 

Medía 1, 82, con esa altura le bastaba para mantener a buen recaudo la portería vallecana. Muy buen cancerbero, un guardameta de categoría. Se retiró en 1984. Dejó huella, sin duda, entre sus compañeros y afición. Siempre muy seguro bajo palos, blocaba muy bien el balón cuando los rivales se disponían a sacar una falta o un córner peligroso, siempre con mucha seguridad. 

Salía muy bien del área chica y con decisión para  blocar balones difíciles. Y luego tenía una «manía» muy particular, sacar con la mano el balón a larga distancia para ponerlo en los pies de algún compañero que se disponía a realizar un contragolpe, ahí nunca fallaba Alcázar, siempre atinaba…al píe del compañero…  

El entrenador Héctor Núñez que dirigía al Rayo por aquel entonces, siempre contaba con Alcázar para el once titular. En el Matagigantes era una pieza indiscutible, el Rayo no encajaba muchos goles en contra, y eso era mérito de este gran arquero

Alineación del Rayo Vallecano. Temporada 77/78

 En una entrañable reunión que hicieron nuestros compañeros del diario As con los protagonistas del Rayo de los 70 /80 en las inmediaciones del terreno de juego del Estadio de Vallecas, Alcázar contaba la emoción que le embargaba cada vez que se disponía a defender la portería vallecana «era un orgullo y un compromiso muy grande». «La afición siempre estaba ahí». 

El jugador que más le impactó por su tremenda calidad tanto en los entrenamientos como en los partidos oficiales fue Fernando Morena, era su ídolo, y Alcázar tuvo el privilegio de poder compartir camiseta y vida deportiva con este memorable jugador uruguayo. 

En el anecdotario sobre Alcázar hay que reseñar que era un deportista muy «comilón». Cuando se reunían los jugadores para almorzar no faltaba en su plato unas cuantas chuletitas de más. No se conformaba con poca cosa. Había que mantener a raya esa  gran envergadura que tenía este portero. 

Hubo momentos en la carrera de Alcázar en su trayectoria con el Rayo que muchos equipos de Primera División quisieron hacerse con sus servicios, era un cancerbero muy apetecible, indiscutible en Vallecas, hubo muchos rumores pero finalmente no se concretó nada. 

La verdad es que este jugador manchego se encontraba tan a gusto en la filas rayistas que no movió un dedo para marcharse de la barrida, Alcázar era mucho para sus aficionados, no los podía defraudar.

Siempre recuerda  el partido que realizaron frente al Real Madrid. «Fue memorable, todo nos salió bien, con mucho tesón, constancia y humildad ganamos al mejor equipo de la liga,  y fueron portadas de los periódicos deportivos, fue una autentica hazaña. 

En el Rayo Vallecano de esa época había unos cuantos jugadores en su plantilla con fama de «estudiantes» En las largas concentraciones que se desarrollaban por ese tiempo, siempre había tiempo para estudiar. Alcázar era uno de ellos. Unos ejemplos:  Alcázar estudiaba medicina, Francisco económicas, Anero ingeniería, Rial cursaba Derecho, Landáburu físicas e informática…unos eruditos, vamos.