Victoria sufrida de las guerreras franjirrojas ante un rival directo en su lucha por clasificarse para la Copa de la Reina.
Triunfo por la mínima (2-1) en la mañana de hoy del Rayo Vallecano ante el Sporting de Huelva, en un partido que empezó ganando cómodamente por 2-0 y en el que terminó metido en su propio área ante el empuje de las visitantes en pos del tanto de la igualada.
Una victoria sufrida ante un rival directo en la lucha por entrar en Copa de la Reina, al que dejan definitivamente atrás a 12 puntos. Cualquiera que lea el titular de esta crónica dirá que mi imaginación brilla por su ausencia y no le falta razón por otra parte, pero es que la lectura del choque se puede resumir con esa escueta frase.
El partido comenzó de forma trepidante y con jugada para la polémica, ya que la portera onubense cometía manos fuera del área en una salida y el colegiado señaló la falta en la frontal del área, pero solo amonestó con tarjeta amarilla a la jugadora visitante. Falta que al botarla estrelló Estela en el palo de la portería visitante.
Un día más tanto Sheila como Laurita fueron dos flechas por banda y auténticos quebraderos de cabeza para la defensa contraria cada vez que encaraban por banda, una u otra. De esta manera, en el minuto 18 llegaría un saque de esquina que Estela iba a poner en el corazón del área y allí emergía la figura de Paula Andújar que cabecearía el balón al fondo de la red.
Seis minutos después recibía en la frontal del área un balón Natalia, lo paraba, se giraba y cuando todo el mundo (me incluyó el primero) pensaba que se había dormido y había desperdiciado una oportunidad de disparar a puerta, se sacó de la chistera una vaselina al palo largo de Sarita que pese a su estirada no pudo llegar a detener el esférico.
Con un marcador tan plácido y en tan corto espacio de tiempo, pintaba que podría ser un partido tranquilo para el conjunto de Miguel Ángel Quejigo, pero de nuevo (van varios este año) tras un saque de banda un balón que tocaba en varias cabezas, al más puro estilo de bola rebotando en una máquina de pinball, acababa en los pies de Laura Rus y recortaba distancias en el marcador.
Si el gol no había sido bastante castigo para las guerreras franjirrojas, a los 40 minutos se retiraba lesionada Natalia que para el equipo es más jodido que quedarte sin GPS en uno de esos «pueblos con encanto» de la geografía española.
En la segunda parte sería el equipo dirigido por Antonio Toledo el que intentara hacerse con el balón y buscar constantemente que Martín Prieto, muy vigilada por Andújar y Mendi, llegase a rematar algunos de los centros laterales que ponían al área rayista. En esos balones aparecía la de casi siempre, Ali, para hacerse con todos ellos ya fueran por arriba o por abajo.
Con el 2-1 finalizaba el encuentro, pero minutos antes del final nos dejaba la cara amable del mismo y era el debut de Dafne con el primer equipo. En el banquillo estuvo también Claudia, en una convocatoria que contaba con las bajas de Codo, Iris y Sole, ésta última con una rotura de fibras que la tiene en el dique seco y confirma algo por lo que no hubiese apostado nunca viendo su rendimiento este año, Sole es humana.
Quedan cinco jornadas para alcanzar el objetivo, tenemos tres partidos fuera de casa (Tacuense, Athletic y Valencia) y dos en casa (Real Betis y Oiartzun). A priori y siempre con las reservas propias de no olvidar que ésto es fútbol y no matemáticas, ganando nueve puntos de los 15 posibles debería ser más que suficiente para estar en la próxima Copa de la Reina.
El próximo rival es el Tacuense, colista de la categoría que hoy ha recibido ocho goles ante la Real Sociedad y a buen seguro querrá redimirse del partido de hoy ante su hinchada.
Vosotras seguís mirando hacia arriba y nosotros ilusionados con este equipo.
Texto: Alberto Leva
Imagen: Javi LR