Victoria inapelable del Rayo Vallecano femenino en su último partido como locales de la presente temporada.
Mañana festiva en la Ciudad Deportiva del Rayo Vallecano, con ambientazo del bueno en gran medida debido a que el Rayo Vallecano «B» se jugaba su futuro en la categoría. A priori el femenino, que jugaba su último partido liguero en casa, era el convidado de piedra en esta fiesta franjirroja, pero una vez más las guerreras franjirrojas han brillado con luz propia en la ya de por sí soleada mañana vallecana.
Podríamos tirar de tópicos para definir el curso liguero de las franjirrojas y no nos faltaría razón además, si afirmamos que «esto no es como empieza, sino como termina», que «los gitanos no quieren hijos con buenos principios», etc. porque el equipo de Miguel Ángel Quejigo ha pasado de ser presa fácil para el rival a uno de los equipos más sólidos de la categoría.
El partido de hoy era una auténtica final para el Oiartzun y un trámite para las nuestras, lo que podía parecer uno de esos llamados partidos trampas en los que te dejas llevar y el rival saca partido de esa posible falta de tensión competitiva. Si a eso añadimos que el conjunto franjirrojo presentaba novedades en su once habitual, las posibilidades podrían haber aumentado.
En realidad fue todo lo contrario, hemos visto a una Carmen que tenía tantas ganas de reivindicarse y de hacer su primer gol vistiendo los colores rayistas, que a los 10 minutos lograba su objetivo haciendo un aténtico golazo y abría el marcador. No tardaría mucho en empatar el equipo vasco en una jugada desgraciada en el área local en el que un rechace toca en Eguz y se introduce en la portería de Ali, que no puede hacer nada por detenerlo.
En ese momento y como si de una final se tratara alguien ha pulsado el botón rojo de alarma en el subconsciente de nuestras jugadoras y se ha producido el vendaval franjirrojo o parafraseando a mi amigo Jesús Villaverde, «la tormenta perfecta». En tres minutos de locura Natalia desde los 11 metros y Carmen con un golazo desde fuera del área, colocaban un placentero 3-1 en el marcador.
Cuando parecía desactivado el botón de alarma a medida que el descanso se acercaba, de nuevo volvía la avalancha rayista y gracias a un penalti «Juan Palomo» marca de la casa de Natalia, que cedía a Laurita (en su incansable busqueda del Big Mac apostado con un servidor) para que marcase el cuarto gol al aprovechar el rechace de Oihana tras el lanzamiento de la pena máxima. En el minuto 42 iba a hacer Natalia su vigésimo gol de la temporada y el provisional 5-1 con el que nos iríamos al descanso.
En la segunda parte el míster local aprovecharía para hacer cambios y repartir los minutos de juego, lo que hizo que junto a la clara ventaja en el marcador, el equipo bajara un poco el pistón y el partido fue mucho menos vibrante que en la primera mitad. Cuando todo el mundo pensaba que el marcador ya no se iba a mover ya que no estaba habiendo grandes ocasiones para ello, Carreño se inventó una jugada ensayada en el saque de una falta dejando sola a Sheila que sin dejar caer el balón empalmaba al fondo de la red haciendo el sexto gol de su equipo.
Un minuto después y sin dejar tiempo material incluso para tuitear el gol anterior, llegaba Sole en galopada por banda y ponía un balón de gol (ay, qué difícil es decir esto en una crónica del masculino) perfecto a Carmen que de cabeza cerraba el partido y su particular hat trick, que le daba derecho a llevarse el balón firmado por sus compañeras.
Muy buena imagen del equipo, finalizando las jugadas con una efectividad como pocas veces hemos visto este año. Según pitaba el colegiado se disparaban una mezcla de sensaciones y sentimientos, por una parte la alegría de la victoria de la franja y por otra la profunda tristeza de las jugadoras del Oiartzun representada especialmente en su guardameta Oihana (en su defensa diré que los goles son imparables y detuvo un penalti) que lloraba desconsoladamente. Consuelo que recibió al instante de su rival, pero compañera de arco, Alicia que se dirigió hacia ella para darle ánimos y desear suerte al equipo en el último partido. Detalle de pureza de nuestra capitana que demuestra su grandeza una vez más.
La próxima cita será la última jornada liguera y las guerreras franjirrojas rendirán visita al Valencia CF. Si todo sigue el guión previsto el equipo finalizará en un más que digno e inesperado para muchos incrédulos, séptimo puesto.
Texto: Alberto Leva