El último partido de la temporada se saldó con victoria por la mínima (1-2) para el conjunto entrenado por Míchel. El Rayo acaba con 53 puntos, en mitad de tabla, su nefasta temporada.
El Rayo concluyó su año para olvidar con una insípida victoria en Nervión. Los de Míchel se llevaron el duelo de franjas en un estadio Ramón Sánchez Pizjuán que presentaba el inquietante aspecto de un escenario para el apocalipsis. Con esta última victoria, el equipo vallecano finaliza la temporada con 53 puntos, situado justo encima del filial sevillista, una de las revelaciones del campeonato de plata. Otra muestra más del tiempo que ha perdido la plantilla, absorta en sus batallas personales en lugar de honrando la franja.
Aparentemente vestido por el payaso de Micolor (camiseta negra y franja rosa, pantalón azul celeste con detalles multicolor y medias azules), el conjunto vallecano volvió a la idea del mediapunta, con Santi Comesaña por delante de Baena y Fran Beltrán. También reapareció el central Pablo Íñiguez y el guardameta Mejías, en la que con toda probabilidad será su última defensa de la camiseta franjirroja. En la parte de ataque también introdujo Míchel la novedad de Javi Guerra, en sustitución de Manucho, al que daría minutos en el último tramo del encuentro.
Poco fútbol tuvo lugar en el templo sevillista. Los primeros acercamientos fueron tímidos, de tanteo, aunque fue el Sevilla Atlético el que pareció más volcado durante los primeros lapsos del encuentro. Sin embargo, la primera ocasión clara la tuvo Guerra, con un disparo que repelió bien el meta de los andaluces Soriano. En el minuto 41, el aviso cristalizó. Embarba puso un buen centro lateral a la espalda de la zaga y Javi Guerra embocó a la red. Con el tanto rayista finalizaba la primera mitad.
Tras la reanudación, el Rayo volvió a golpear. Una buena combinación del ataque franjirrojo supuso el 0-2 que parecía matar el partido. Baena recortó, puso un magnífico balón al hueco hacia la banda de Álex Moreno, que sirvió en bandeja el tanto a Santi Comesaña. En ocho minutos, el marcador había sufrido un doble vuelco y la escuadra de Míchel había matado el partido con algo que le ha faltado durante el resto de jornadas. Pegada.
A partir de ese instante, el partido no dio mucho más de sí. El Rayo mataba el ritmo de juego y un remate picado de Embarba a la madera fue lo más destacable que ocurrió en el rectángulo de juego. Amén del esperado debut de Sergio Akieme, que dio sustitución al guineano Lass y aprovechó sus 20 minutos sobre el campo para dejar detalles de calidad en su costado. No hay duda de que el canterano será una pieza importante en el esquema rayista en la temporada próxima. Y así se espera, además, por parte de la hinchada vallecana.
No obstante, dicen que nunca se rinde y el filial sevillista todavía iba a tener tiempo de hacer honores a su himno. En el minuto 89, Marc Gual recogió un pase atrás desde el flanco izquierdo y recortó para después superar por bajo la estirada de Mejías y ponerle picante a los últimos segundos del duelo. Con esto, el Pizjuán fue testigo del cierre de temporada. Un encuentro con una trama sencilla y pocos giros de guion con el que el Rayo dio carpetazo a uno de los peores ciclos de la entidad, tanto en lo deportivo como en lo extradeportivo. Se avecinan cambios. O eso sería lo aconsejable.
Jesús Villaverde Sánchez