Alberto García: "Estoy en el Rayo por lo que representa dentro y fuera del campo" - Matagigantes - Medio de comunicación independiente del Rayo Vallecano

En el caluroso mediodía del 14 de julio el Rayo Vallecano ha presentado al primer refuerzo para la temporada que viene, el portero Alberto García. Pero lejos de lo que cabía esperar, no ha sido una presentación al uso.

No es ya extraño para los periodistas estar citados a las 12:00 en la sala de prensa de la «City» y tener que esperar a que hagan acto de presencia los protagonistas de una comparecencia. Tras cerca de 20 minutos de asfixiante espera, entró en la sala el recién llegado arquero acompañado por David Cobeño y Raúl Martín Presa, director deportivo y presidente del Rayo Vallecano respectivamente, que ocuparon la mesa de la estancia. Tras ellos, la esposa y el hijo del nuevo jugador rayista, que se sentarían detrás de los periodistas.

Tras las fotos de rigor con la camiseta de la Franja, el primero en intervenir fue el máximo mandatario del club, quien reconoció que el Rayo llevaba intentando la llegada de Alberto desde 2012, aun cuando estaba en el banquillo rayista Paco Jémez, entrenador que el portero catalán tuvo en su estancia en el Córdoba CF. Ahora llega 5 años después y en condición de cedido por el Getafe CF, equipo en cuyo ascenso jugó un buen papel y que mantiene sus derechos deportivos, aun existiendo lo que Presa llamó «una opción de compra en caso de lograr el ascenso a Primera».

Tras Presa, habló Cobeño, quien sería definido como el principal responsable de que Alberto estuviese sentado en la «City» esta mañana por el propio jugador, luego de que el director deportivo rayista afirmase que es «el mejor portero de la categoría», un cancerbero con un perfil que «se adapta a lo que nosotros (el Rayo) queremos» y que se ha hecho efectiva su tan ansiada incorporación a base de mucha insistencia.

Alberto García sujeta la camiseta del Rayo Vallecano flanqueado por Cobeño y Presa

Tras una breve interrupción del presidente rayista para agradecer a su homólogo del Getafe CF la cesión y las buenas relaciones entre ambas entidades, llegó por fin el momento de que Alberto García dijera sus primeras palabras como jugador rayista. El que fuese portero entre otros del Real Murcia y del Real Sporting de Gijón afirmó que el detonante de su llegada a Vallecas fue la claridad con la que David Cobeño le explicó el proyecto «serio y ambicioso» que quería llevar a cabo y el papel que jugaría él. También dijo que le gustaba el Rayo porque es un club que «no solo lleva a cabo una filosofía dentro del terreno de juego que es querida y respetada por todos los jugadores» y que, principalmente, «mi familia quería estar aquí por lo que representa este club». Confesó Alberto que se sentía identificado con los valores rayistas porque «he vivido temas personales y familiares que son los que este club lleva en sus camisetas». Es por ello que para este portero de 32 años de edad jugar en el Rayo «no es solo un hecho deportivo, si no también personal» y que «quiere crecer en una institución que dentro del campo va a plasmar algo bonito y que fuera de él representa unos valores que muy pocos clubes llevan a cabo».

Alberto García, nuevo guardián de la portería vallecana

Tras esta demostración de conocimiento de lo que representa el Rayo de puertas para dentro y para afuera, llegó el turno de preguntas. Alberto García ha declarado que las maneras de jugar del Rayo de Míchel, que tanto bebe del de Jémez, «son atractivas» y «se disfruta mucho jugar con ellas», así como afirmó sentirse gratamente sorprendido «por las ideas que tiene y por el trato personal» con el entrenador rayista en el primer contacto entre ambos. A una pregunta sobre qué debe hacer el equipo para ascender, dado que él viene de lograrlo con el Getafe, Alberto dice que «la humildad es el primer punto a tener en cuenta», y después hay que ir «semana a semana y sin mirar al final» en una liga tan larga como es la Segunda División. Sobre su incorporación al vestuario, el guardameta dice haber hablado «con pocos jugadores, pero que todos me han hablado maravillas del club y del vestuario que me voy a encontrar». También se le preguntó que como es que no se dio su llegada al Rayo anteriormente, a sabiendas de que había un lustro de interés por medio. A esta cuestión, Alberto ha respondido que «si no ha venido antes ha sido por circunstancias globales, no por egos personales», ya que el Rayo comenzó a interesarse por él estando en Primera y el portero tenía contrato en vigor con el Córdoba, y ha afirmado que «este año ha sido uno de los pocos en darse las circunstancias y haber buenas relaciones entre las partes».

Sobre la consabida cuestión de la competencia entre porteros, con el aun convaleciente Toño como principal rival por defender los palos rayistas, el recién llegado afirma afrontarla «con humildad, trabajando día a día» y que luego «el míster es el que decide». Reafirmó Alberto García el sentimiento que tiene de apego a los valores rayistas por «situaciones familiares difíciles, de barrios humildes, de estar pasándolo mal por enfermedades» y que quiere demostrar saber «a donde vengo, para qué vengo y lo que represento». Por último, se preguntó a Cobeño qué más se haría de cara a reforzar o no la portería, a lo que el director deportivo rayista respondió que «estamos tranquilos, pues lo primordial era tener a Alberto y aquí lo tenemos», y sobre los arqueros que ya hay en casa, «hay que ver la progresión de Lucho, los plazos que se marcan en la recuperación de Toño y luego reunirse con el entrenador», todo ello reafirmando la idea de tranquilidad que da la llegada de Alberto.

Ander, el hijo de Alberto, juega con el balón con el que ha posado su padre ante la prensa

Como colofón al acto de presentación, hubo que bajar al campo 5 de la «City» para hacer las fotos de rigor con el uniforme. Apareció Alberto García con la indumentaria azul oscura que portaron los arqueros rayistas en el último curso, y luego de posar en la pared blanca del edificio principal y junto al poste de la portería de vestuarios, se pudo ver al Alberto más personal y familiar, pidiendo e invitando que su familia se hiciera fotos con él, dándole el balón con el que posó a su hijo Ander y, mientras el pequeño recorría el verde como si se tratase de Fran Beltrán lanzando una contra, acercándose a la grada a saludar y regalar sus guantes a tres jóvenes y valientes hinchas que habían desafiado al sofocante calor para ir a arroparle en su puesta de corto.

Así concluyó un acto cargado de emotividad y de ganas de trabajar por parte del nuevo portero del Rayo Vallecano. ¡Bienvenido y mucha suerte, Alberto!