Nuestras guerreras se levantaron dos veces de la lona, pero sobre la campana recibieron un tercer golpe que resultaría definitivo a la postre
Duelo de aspirantes coperos el que se ha vivido esta mañana en la Ciudad Deportiva del Rayo Vallecano. Se esperaba un partido apasionante entre dos equipos separados en la tabla por un solo punto y lo vivido en Vallecas estuvo a la altura de las expectativas creadas.
Cuando un equipo va a remolque en el marcador durante 90 minutos lo lógico es que se le haga muy cuesta arriba sacar algo positivo en el partido, y esto es lo que hemos vivido en la soleada mañana vallecana. Hasta en dos ocasiones se ha visto obligado el equipo franjirrojo a remontar un marcador adverso (0-1 y 1-2), una losa demasiado pesada para cualquier equipo por muy bueno que sea.
A esta losa hay que sumarle nuestro particular hándicap de encajar goles tempraneros, aunque sean imparables como el de esta mañana. Apenas había comenzado el partido cuando Claudia Zornoza (ex de la franja) hacía el gol de la jornada al sacarse un derechazo impresionante desde 30 metros y escorada en banda diestra, haciendo inútil la estirada de Ali que hoy regresaba a la titularidad, una vez superada su lesión.
Tocaba, una vez más remar y, como siempre, si de ponerse el mono de faena se trata, Natalia fue la primera que intentó equilibrar el marcador. En una de esas jugadas imposibles, a las que tanto y tan bien nos tiene acostumbrados, iba a probar fortuna sin apenas ángulo desde dentro del área y el balón acabaría pegando en el palo de una ya batida Mariasun Quiñones, yendo el rechace a los pies de Pilar que dispararía fuera por muy poco.
No sería hasta el minuto 19 cuando iba a llegar la igualada gracias a la fe de Sheila (posiblemente la mejor del Rayo en el día de hoy) que iba poner un balón desde la línea (literal) de fondo, para que controlara de espaldas Natalia que viendo la llegada de Estela, asistía a la 10 de la franja, que no iba a perdonar y batía a Quiñones. Gol con dedicatoria especial para Mari, que hoy regresaba a la convocatoria tras su lesión.
El resto de los primeros 45 minutos fue un toma y daca en el que las protagonistas fueron las dos guardametas, desbaratando el peligro que llegaba a sus respectivas áreas. Al descanso se llegaba con empate a un gol, en un partido vistoso para el espectador y con dos equipos queriendo llevarse los tres puntos en liza, sabedores que el empate alejaba aún más al Levante y con ello la posibilidad de estar entre los ocho primeros equipos.
En la segunda parte iba a ser el Rayo Vallecano el primero en gozar de una oportunidad de oro para desnivelar el marcador, tras una galopada increíble de Sheila, iba a servir al corazón del área para que Natalia de tacón volviera a estrellar el balón en el palo. Pero realmente la que iba a perforar las mallas de la meta defendida por Ali iba a ser Nahikari García, que aprovecharía un regalo de la zaga rayista para quedarse sola, driblar a la capitana rayista y marcar el 1-2 en el minuto 57.
Nuevamente un marcador en contra y nuevamente concedíamos un gol al equipo rival, circunstancia que nos está pasando factura a lo largo de la temporada, tanto en Vallecas como a domicilio.
Si algo tiene este equipo es carácter y tan solo seis minutos después, la omnipresente Sheila iba a hacerse con un balón y tras una pared con Laurita, se iba a sacar un zapatazo desde lejos al que no llegaría Quiñones, logrando la igualada a dos goles. Habíamos logrados sobreponernos a otro zarpazo txuri urdin, pero como si de un combate de boxeo se tratara, tanto golpe nos estaba pasando factura y se podía ver jugadoras físicamente muy tocadas, hasta el punto que Quejigo se vería obligado a mover ficha dando entrada a Sole por Marta y posteriormente a Ángeles o a Claudia.
Los últimos 10 minutos se convirtieron en un arreón ofensivo del conjunto donostiarra que no supieron contrarrestar las nuestras, y dicen que tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe, que es lo que sucedió esta mañana. En el minuto 89 botaría la Real Sociedad un saque de esquina, peinaba una jugadora realista en el área pequeña y sola en el segundo palo, Leyre tan solo tenía que poner el cuerpo para que el balón terminara entrando en la portería rayista.
Un nuevo capítulo de mala suerte, unido a jugadas en las que se le concede al rival ocasiones que no desperdicia y se acaba pagándolo. No hay que olvidar que esto es Primera División (aunque en el seno del club no se trate a la sección como tal) y que jugadoras internacionales como Nahikari de cualquier pequeño error sacan petróleo como ha sucedido hoy.
Solo cabe seguir compitiendo en las condiciones y con las circunstancias que le permiten a este equipo, desde fuera animando y apoyando más que nunca y desde dentro haciéndolo con la misma ilusión de siempre, sin venirse abajo y siendo conscientes de quienes somos, sin exigencias ni obligaciones, tan solo el amor por este deporte y este escudo.
Texto: Alberto Leva
Imagen: Javi LR