En un acto sobrio en la «City», Antonio Amaya se ha despedido del Rayo Vallecano.
En la mañana del 6 de julio se ha escenificado el final de una época en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva Fundación Rayo Vallecano con la comparecencia de despedida de Antonio Amaya Carazo, defensa central y primer Capitán de la Franja, que pone fin a su trayectoria como jugador rayista.
El acto, de mera despedida ante los medios, se llevaba esperando desde hace 15 días, cuando el propio Amaya anunció en su cuenta de Instagram que no seguiría formando parte del Rayo Vallecano al no entrar en los planes deportivos para el retorno a Primera. La sala para acogerlo bien podría tener el mismo aspecto que tuvo en la última charla técnica o sesión de vídeo que hubiera tenido lugar allí, pues no había ningún tipo de escenografía para la despedida de Amaya, lo cual choca tratándose de un jugador que se ha formado en las categorías inferiores del club y que ha llevado la camiseta franjirroja y el brazalete de capitán en Primera, Segunda y Segunda B, dando al equipo más de una década de fútbol.
Acompañando a Amaya estaba en la mesa el presidente del club, Raúl Martín Presa, que en su breve intervención se limitó a agradecer al defensa por haber defendido la camiseta como lo hizo. Luego le tocó hablar a Antonio, quien en su discurso explicó que era «un día triste» para él, que el Rayo es «el club de su vida» y que le duele no poder retirarse defendiendo la Franja, pero que lo asume como «la ley del fútbol» y, a sus 35 años, se ve con fuerzas para seguir jugando y descarta retirarse.
A continuación, tuvo lugar el turno de preguntas de la prensa, el cual sirvió para rememorar los mejores momentos de Amaya como rayista, desde que el malogrado Olmedo y Juan Pedro Navarro le «descubrieran» siendo un chiquillo hasta los ascensos. También mira Antonio al futuro, pues aunque no sabe dónde, seguirá jugando, y anima a quien herede su brazalete a que «sienta como suyos al barrio y a la afición».
Apenas 10 minutos duró la comparecencia de despedida, la cual acabó con la protocolaria entrega de una bandeja de plata como obsequio del presidente del club a un jugador que encarnó como pocos lo que es el Rayo. No fue el único recuerdo que se lleva Amaya de esta especial mañana, pues después de atender de forma individual a los medios que así lo solicitaron, recibió una camiseta de Bukaneros entregada por dos miembros de la peña.
Acaba así la trayectoria de Antonio Amaya como jugador del Rayo, con la certeza de que se le verá mucho por Vallecas. El futbolista se va, pero el hincha permanece, y a Amaya la Franja le cruza el pecho como a pocos.
¡Mucha suerte allá dónde vayas, Capitán!
Escucha la despedida completa de Antonio Amaya aquí:
Texto e imagen de Jorge Morales García.