Tres puntos de oro para el Rayo Vallecano ante uno de esos llamados equipos de su liga, el Fundación Albacete, al que los errores defensivos le penalizaron.
Con un cielo vallecano que amenazaba tormenta, un resultado duro cosechado en la última jornada y enfrente un rival con la moral por las nubes, afrontaba hoy su partido el Rayo Femenino. A priori, demasiados hándicaps contra los que lidiar por parte de nuestras guerreras franjirrojas, pero que han sabido superar a base de apretar los puños y trabajar como el gran bloque que son.
Irene Ferreras iba a alinear el que podíamos denominar once tipo, con la inclusión de Carla Guerrero que alterna titularidades con Mendi. Una vez más, jugar con tres atrás ha sido un gran acierto ya que enfrente tenía al tercer equipo que más goles anota en el campeonato y ha logrado dejar la portería de Alicia a cero. Cierto es que la defensa está a un nivel altísimo, pero no lo es menos que, desde Oriana que inicia la presión hasta la línea defensiva, el equipo defiende al unísono.
El partido comenzaría tras guardarse un sentido minuto de silencio en memoria de la abuela de Iris, que falleció la semana pasada (mandamos un beso enorme a la familia). El mando del encuentro iba a corresponderle al Fundación, que en los primeros compases del partido dominaba el tempo del partido e iba a provocar una serie de saques de esquina lanzados sin consecuencia para el marco franjirrojo. A los nueve minutos de juego en una buena combinación de Eva Alonso con Sole, iba a terminar con una asistencia perfecta de la 14 del Rayo a Oriana, que una vez más ha demostrado ser letal cuando recibe en el área, batiendo a la debutante Vanessa Córdoba en su salida. Si de crack fue el gol, de fuera de serie fue la dedicatoria posterior yendo a abrazar a la gran Isa. No se me ocurren muchas personas más adecuadas que ella para dedicar un tanto.
Las franjirrojas daban un golpe encima de la mesa ante el acoso inicial del conjunto manchego. Suya sería la siguiente gran ocasión del partido, esta vez en las botas de Sheila, tras un grandísimo balón en largo de Camila, cuyo intento de vaselina se iba a marchar ligeramente desviado. Hubiese sido un merecido premio al gran trabajo realizado por Sheila, que estuvo omnipresente en ataque y defensa, driblando dos y tres defensas consecutivamente con la misma facilidad y belleza estética con la que se sube un funambulista al alambre en cada actuación.
Ni el mal tiempo ni el estado de un lamentable campo cuatro hacían que el partido fuera lo vistoso que podría haber sido con dos equipos como los que se enfrentaban en la lluviosa tarde de sábado. El Albacete lo intentaba y el Rayo, bien plantado, no sufría, con una Pilar que es el equilibrio de este equipo y que a medida que avanzan las jornadas se la ve mejor, y con Eva Alonso de la que o sus padres aportan pruebas palpables que acrediten que solo tiene 16 años o empezaré a pensar que se trata de una futbolista de 30 años. Es impresionante su despliegue en un terreno de juego, la cantidad de campo que abarca y como trata de hacer el fútbol sencillo en todo momento.
Al descanso se llegaba con ventaja en el marcador, pero con toda una segunda parte por delante en la que podía suceder de todo si no se ampliaba pronto el luminoso. Esto no sucedió y el Fundación calcó el guion de la primera parte, con llegadas a la portería de Ali, en las que unas veces por falta de puntería y otras veces por el buen hacer defensivo del equipo, no fueron a mayores.
Con el paso de los minutos y las visitantes teniendo el balón en su poder más tiempo, entre la parroquia vallecana existía esa inquietud de ver cómo el equipo recibe un gol en las postrimerías del partido que diera al traste con las opciones de sacar los tres puntos. Pero hoy no era el día, esta vez la moneda salía cara y Ángeles, que había salido apenas cinco minutos antes, iba a hacer el segundo para las nuestras. Un balón cedido por Hitomi a su portera iba a propiciar que esta última no llegara a controlar correctamente el balón y por allí pasaba Iris, que demostró ser la más lista de la clase para robarle la cartera a la colombiana y viendo que se había escorado en exceso, asistía al «Expreso de Vallecas» que a punto estuvo de pasarse de frenada y con la zurda empujaba el balón al fondo de las mallas.
Un triunfo muy trabajado en un partido que sin ser brillante, fue tremendamente práctico y que habla bien a las claras de la madurez de este grupo, a pesar de su juventud, y de la capacidad de resetear su mente tras un varapalo como el de la pasada jornada en Barcelona. Hoy era un partido en el que las jugadoras tenían que comportarse como verdaderas titanes y no han defraudo para nada.
Que suene el «Despacito» mientras esperamos la visita del Sporting de Huelva la próxima jornada.
Alberto Leva Santalla