Última estación de la temporada para un Rayo Femenino que viaja a Málaga para cerrar esta Liga iberdrola.
Mañana a partir de las 13.00 horas, el Rayo Vallecano Femenino será uno de los jueces a la hora de decidir el descenso y la permanencia en la Liga Iberdrola de cara a la próxima temporada.
En el mes de agosto, no fueron pocos los que vaticinaban que fuesen ellas las que estuviesen al filo de la navaja en este último partido o incluso ya descendidas matemáticamente. Aprovecho estas líneas para mandar un afectuoso saludo a todos aquellos aprendices de Sandro Rey o Rappel.
Aproximadamente sobre las 15.00 horas, Irene Ferreras y su cuerpo técnico podrán depositar esa L de entrenadores noveles en la categoría en cualquier contenedor de basura de Málaga. Podrán decir orgullosos que se han licenciado en Liga Iberdrola y, dadas las condiciones con las que cuentan, lo han hecho con una nota muy alta.
El equipo realizó una primera vuelta espectacular, compitiendo muy por encima de cualquiera de las expectativas más optimista y ha sabido reinventarse cuando la mala fortuna en forma de lesiones se ha cebado con esta plantilla. A lo largo de la temporada han debutado con el primer equipo las canteranas Eva Masdeu, Paula Úbeda, Julia Muñoz y Porto. De hecho, Eva ya es toda una habitual en las convocatorias del primer equipo.
Posiblemente, en cualquier otro equipo todo esto sería motivo más que suficiente para haber puesto ya la primera piedra de un proyecto que el año próximo diera otro pasito adelante, pero no en el Rayo Vallecano. Aquí todo es improvisación, escasa planificación y dejadez absoluto en todo lo que a la sección femenina se refiere.
La entrega, el coraje, el orgullo, la profesionalidad y el amor a unos colores que han demostrado a lo largo de a temporada, tan solo se han visto recompensados por el verdadero activo de este club, su afición que ha demostrado día a día su fidelidad, acompañando al equipo a Las Gaunas y pidiendo que las guerreras fueran homenajeadas en el Estadio de Vallecas como merecían.
Por parte de la directiva rayista la respuesta siempre ha sido un no tras otro. La gratitud hacia ellas ha sido hacer que el equipo duerma a 50 km del lugar donde jugaban al día siguiente, tener que entrenar con ropa de temporadas anteriores o viajando en autocar (llamémosle así porque tiene cuatro ruedas y un volante, pero hay tartanas más confortables).
El título de la previa tiene más que ver con esto que con el sistema defensivo que vaya a proponer mañana Irene Ferreras. Tras 29 jornadas, miles de kilómetros a sus espaldas y cientos de horas de entrenamientos, el equipo se ha metido siete horasde autocar entre pecho y espalda para jugar mañana, a los que hay que añadir las otras siete que esperan a la finalización del choque. Viaje que se podía haber realizado cómoda y rápidamente en AVE, pudiendo estar en la capital de la Costa del Sol en tan solo dos horas y media. Pero una vez más, la gestión en Villa Presa es tan lamentable como su mandato y ha causado que unas jugadoras que han hecho una temporada más que notable, sufran 14 horas de autocar para cerrar la temporada.
De lo deportivo poco que destacar, tan solo que han viajado todas las jugadoras «disponibles» (entre muchas comillas), teniendo la baja de Eva Alonso que afronta el reto de lograr su particular triple corona esta temporada (Campeona del Mundo, Campeona de España y Campeona de Europa).
Enfrente estará el Málaga de Patri Mascaró, que hace semanas parecía tener muchas papeletas de perder la categoría, pero finalmente llegan con opciones de salvación a esta última jornada. Posiblemente haya un ambientazo increíble mañana en Málaga para llevar en volandas a las suyas, pero no hay que olvidar que nuestras guerreras se motivan especialmente en este tipo de situaciones.
Suerte a todos los equipos inmersos en la lucha del descenso.