Balaidos y el Celta de Vigo serán testigos de la última actuación del Rayo Vallecano en Primera División.
El fútbol es música, ritmo, compás, una acumulación de notas que dan vida a una complejísima partitura, a una pieza de profundidad y valor sin parangón, a un arte que edulcora la vida y, con ella, los sentidos. Sin embargo, es fundamental asumir que, dentro del repertorio musical global, existen diversos públicos, estilos y maneras de llevarlos a cabo.
Entendiendo el Rayo Vallecano como un engranaje más dentro de esta industria, estaríamos ante un ejemplo de artista comercial, atractivo e influyente, pero con una voz tan desagradable que ni el mejor autotune podría camuflar. Ante la absoluta incapacidad de elaborar una canción que no irritase el oído de los amantes de este arte, los vallecanos han recibido el correctivo acorde a lo que han demostrado en su gira 2018/2019: el descenso.
Pese a todo, poseen los franjirrojos una última oportunidad para resarcirse de su desvergonzado paso por los escenarios de Primera División. En poco menos de cuatro horas, el cuadro de Paco Jémez visitará Balaídos, donde, ya descendido, podrá despedirse de la lista de principales con un último éxito en el repertorio.
En RC Celta de Vigo del canterano rayista Fran Beltrán, entre otros, ocupa la decimoséptima posición, con cuarenta puntos, cincuentaiún goles a favor y sesenta en contra. Cuentan, además, con la seguridad de haber ganado los últimos cuatro partidos disputados en tierras gallegas.
El club celeste, por otro lado, es el duodécimo mejor local de la categoría, con veintiocho puntos en dieciocho partidos. Pese a ello, buscarán reencontrarse con la senda de la victoria tras haber caído derrotados en San Mamés la pasada jornada, por tres goles a uno.
Así, Fran Escribá deberá idear un encuentro en el que las bajas de Emre Mor y Juncá sean lo menos perceptibles posible. Quien sí estará será el quinto máximo goleador de la competición, un Iago Aspas que, pese a sufrir diversas lesiones, acumula dieciocho tantos anotados.
El Rayo vallecano, por su parte, es decimonoveno, con treintaiún puntos, treinta y nueve goles a favor y sesenta y ocho en contra. Es, con ello, el peor visitante de Primera División, con únicamente diez puntos en dieciocho partidos disputados lejos de la capital.
Tras haber visto cómo el Real Valladolid certificaba su permanencia en Vallecas, buscarán los de Paco Jémez volver a alzarse con un triunfo en la categoría de oro del fútbol español, algo que ha sucedido una sola vez en los últimos seis partidos.
Pese a ello, cuenta con la ventaja de haber ganado siete de los últimos nueve duelos frente al Celta de Vigo. No obstante, los rayistas no obtienen la victoria a domicilio desde el pasado mes de enero, ante el Deportivo Alavés. Además, deberán superar las bajas de Álex Moreno, Tito, Gálvez y la ya recurrente de Gorka Elustondo.
En suma, Balaídos será testigo del último concierto – al menos durante una temporada – del Rayo Vallecano en la élite. El escudo volverá a dejarse ver en los mejores céspedes de España, la franja volverá a sudar por lo que representa y el Rayo, esperemos que sin desafinar, tratará de dar el primer paso para reconquistar el lugar que le corresponde.
Imagen propiedad del Rayo Vallecano.