Primer derbi madrileño para el Rayo Vallecano esta temporada. Duelo ante el CF Fuenlabrada que recuerda a épocas pretéritas en el infierno.
En pleno siglo XXI, más cronológica que moralmente, está cerca de producirse un duelo entre dos contendientes al honor de sus humildes orígenes, que remontará a su público a las entrañas del XIX. En el Fernando Torres, están citados, mañana a las 16:00, el CF Fuenlabrada y el Rayo Vallecano, con el fin de librar una batalla que acerque a unos y, no obstante, aleje a otros, de la Primera División. Espalda con espalda, los duelistas sentirán el viento del sur madrileño enfriando sus nerviosas pieles. Ese mismo viento que, en cierto modo, comparten.
Los locales han avanzado sus primeros metros, y es que cuentan con la tranquilidad que les permite saberse en cuarta posición, con un encuentro menos en su repertorio. Misma distancia, aunque con más temblor en sus andares, ha recorrido el cuadro rival, noveno en la tabla y con dos partidos consecutivos sin haber logrado la victoria.
El tiempo avanza temeroso para los duelistas. Ambos sienten la puñalada de las agujas del reloj a cada crujir de ramas que provocan sus pisadas. Cada uno de ellos conoce su estrategia, pero el camino que han recorrido hasta el momento orienta la balanza hacia el lado azulón, habiendo salido victorioso en su pasado enfrentamiento ante el CD Tenerife, en el Heliodoro.
Los vallecanos, además, deberán batir a un rival que ha hecho de su territorio un fortín inexpugnable, donde no cae derrotado desde mediados de la pasada temporada. A esto, se suman las dificultades que persiguen a los vallecanos al jugar lejos de su casa, condición en la que, en los tres encuentros disputados, aún no han logrado el triunfo. De hecho, los de Paco Jémez no ganan a domicilio desde el pasado mes de enero, aún con Míchel como técnico.
Por si la presión de enfrentarse en un duelo de estas características no fuese suficiente, los combatientes deberán lidiar con diversas bajas. Los de Mere contarán con las ausencias de Oriol Riera y Héctor Hernández, mientras que sus contrincantes harán lo propio con las de Emiliano Velázquez, Luna y Milic. Quien sí está preparado para enfrentarse a su procedencia es Pablo Clavería, “El Pistolero”, gran conocido y orgullo de todo aficionado rayista.
Llegó el momento. Último paso para ambos elencos. El público inhala preocupación. Revólver desplegado. Giro de ciento ochenta grados. Mira ajustada. Gatillo. Bala.