El domingo a las 11h, las guerreras reciben al Athletic, en el único partido que no se televisará de toda la jornada.
Hoy no tengo pensado escribir una previa normal y corriente. No quiero dar datos sobre cómo van nuestras guerreras (todos sabemos que, a pesar de todas las trabas, van bastante bien), ni de cómo está sufriendo más que otras temporadas nuestro rival de este fin de semana, el Athletic. No, me niego. Quien quiera saber cuántos goles hemos metido o cuántos ha encajado Ainhoa Tirapu, que mire la clasificación.
No hace mucho que conozco lo que es el Rayo de cerca. Sé de mucha gente que lleva(ba) abonada a este equipo desde mucho antes de que yo naciera. Pero si hay algo que puedo asegurar, porque he tenido la suerte de verlo con mis propios ojos, es que el Rayo ha sido y es la gente que lo forma, la gente que llena la Albufera y recorre kilómetros para dejarse la voz animando a 11 tíos, sea la categoría que sea. Pero, desde hace unos meses, esa gente se empieza a dividir. Desde el mismo día que salió a la luz la campaña de abonos de la presente temporada, empezaron a verse opiniones muy diversas sobre qué hacer al respecto. ¿Sacarse el abono o no hacerlo? Desde ciertos grupos se animó a la gente a no renovar ni a sacarse el tan cuestionado abono femenino. Más tarde, como el paso de las semanas, se decidió renovar, pero no recogerlo. Con la Liga ya empezada, un nuevo giro de tuercas llevó a esos grupos a retirar los abonos, pero no entrar, para acabar entrando sin animar. El estacazo final ha sido poner fin a la huelga de animación y volver a hacer de Vallekas una caldera, un infierno para los rivales. Después de ocho jornadas en silencio, vuelve la animación al masculino.
Pero hay un detalle que a mí me mosquea bastante. Ellos llevaban ocho jornadas “solos”, el femenino y la cantera lleva así desde ni se sabe, exceptuando partidos puntuales. ¿Es que Sheila no se merece el calor de 8.000 personas cuando clava la pelota en la escuadra? ¿Es que Iris no merece un pequeño reconocimiento cuando vuela por la banda, igual que lo hace Álvaro? ¿Es que Sole o Ali no merecen escuchar un ruido atronador cuando marcan o atajan un penalti? Pero Embarba, uno de los futbolistas más cuestionados del Rayo en los últimos tiempos, sí lo merece. Con todo esto no quiero desmerecer para nada lo conseguido hasta ahora por el equipo masculino, pero me parece una auténtica vergüenza que ellas no sintieran eso el 15 de septiembre en SU estadio, cuando son uno de los “motivos” de reivindicación. “No animamos al masculino por el mal trato al femenino”, dicen, pero son ellas las que caminan solas. Bueno, solas no, están los que siempre estuvieron y se encuentran muy por encima del resto. Son personas a las que les damos poco las gracias.
Desde hace no mucho tengo la suerte de contar en mi día a día con una persona que irradia rayismo por los cuatro costados, alguien que me ha dado una nueva visión de lo que es La Franja, el barrio y todo lo que lo rodea, alguien que me hace cada día un poco mejor rayista, entrenadora y, posiblemente, mejor persona también. Cuando me entran las dudas sobre algo relacionado con el club, acudo a él. Y ayer, a raíz del comunicado emitido sobre el final de la huelga, le pregunté. A continuación, una serie de mensajes demoledores, difíciles de leer, de esos que te rompen un poquito por dentro. “Olvidando que nosotros firmábamos comunicados mientras entrábamos al estadio y personas que han estado a nuestro lado todo este proceso han perdido su asiento de veinte, treinta, cuarenta o cincuenta años”, me decía, en un intento de ponerse en la piel de las personas que finalizan con la huelga. Por ellos es por quien más nos duele que esto acabe así, dándole la razón a la directiva justo en el momento en el que más falta hacía seguir firmes por aquello por lo que se pelea. Duele por la gente que no se ha sacado el abono del femenino solo porque esa gente lo pidió. Duele por Lola, que ha dejado de ver a sus niñas esta temporada. Me decía que está “harto de ir al estadio a sentirse vacío”. Estoy casi segura de que con las chicas y la cantera no se siente así. Al igual que estoy convencida de que ese es el sentimiento de más de un rayista. ¿A qué punto ha llegado esta lucha para hacer que parte de la afición se sienta así? Y lo peor de todo, para nada. Me voy con la sensación de que no ha servido para nada, de que mucha gente ha sacrificado parte de su sentimiento por el equipo sin ningún tipo de recompensa. Y, para acabar, que se ha vuelto a usar al femenino y a la cantera como reivindicación en una lucha en la que solo han salido perjudicados.
Para acabar, decir que esto tiene solución. Este fin de semana las guerreras tienen un nuevo desafío, al igual que el Rayo B y que todos los equipos de abajo. Merecen ver las gradas llenas de gente que les anime igual que se anima al primer equipo. Merecen sentir el calor de Vallekas en la Ciudad Deportiva. El domingo a las 11h las guerreras lucharán por domar a las leonas, no hay duda de que pueden conseguirlo, pero siempre es más fácil con un grito de apoyo por detrás.