Podría hablarse en indicativo condicional, para establecer un vínculo entre la intención de transmitir un concepto y el mantenimiento de la distancia de seguridad que este requiere. Podría hablarse en primera persona, ignorando los paradigmas asentados en este complejo mundo de la comunicación y reduciendo el espacio de por sí existente entre lector y periodista. Podría hablarse con perífrasis y, de hecho, se hará, aunque no habrá una unión de elementos, una reflexividad del se o un tiempo verbal que reflejen con fiabilidad los sentimientos surgidos de un reencuentro con una leyenda, de un enfrentamiento ante Míchel, eterno “ocho” y capitán.
Podría hablarse de un mito desmitificado, cuya cercanía y amor por el Rayo y su barrio lo han llevado todos estos años a ser más “Míchel” que “el entrenador del primer equipo”. Podría hablarse de la maravillosa excepción del futbolista que siente su camiseta, su escudo y su origen, independientemente de lucirla frente al Zamora, el Real Madrid o el Girondins. Podría hablarse del Rayo, de su historia y de sus valores con el simple hecho de hablar de Míchel.
Podría hablarse de las tres victorias oscenses en los últimos cuatro partidos, o de los dieciséis puntos de dieciocho posibles en los últimos seis encuentros disputados por la SD Huesca en El Alcoraz. Podría hablarse del conjunto aragonés como un plantel que únicamente ha caído derrotado en una ocasión esta temporada, lo que lo coloca en la tercera posición de la tabla. Podría hablarse de él como el mejor local de la categoría, o de la única baja de Doukouré.
Podría hablarse de Extremadura, la única visita en la que el Rayo Vallecano ha logrado los tres puntos en lo que va de campaña. Podría hablarse de su decimocuarta posición, de los seis partidos que acumula sin conseguir una victoria o de los cuatro triunfos que ha cosechado en la totalidad del curso presente. Podría hablarse de los dos únicos triunfos en los últimos trece partidos, o de las bajas de Alberto, Velázquez, Bebé, Santi y Saveljich.
Podría hablarse del duelo que arrancará a las 16:00 como un partido entre dos candidatos ― al menos en el arranque de temporada ― al ascenso de categoría, pero, en definitiva, el mundo de la comunicación es muy complejo, y de lo que podría hablarse en indicativo condicional se contrapone con las exigencias formales que supone reencontrarse con una leyenda.