El Rayo Vallecano se dejó tres puntos ante el Cd Tenerife bajo el chaparrón y sobre el patatal del Estadio de Vallecas
Pésimo partido del Rayo Vallecano. Lo que gana fuera lo pierde dentro. Capaz de lo mejor y de lo peor. Una lástima. Después de realizar, hace una semana, un memorable partido en el campo del Espanyol con remontada incluida, llegaba la hora de continuar con ese momento dulce de juego. Poco ha durado la alegría. Los jugadores nos mostraron su peor versión con un encuentro malo y aburrido.
Uno de los peores partidos que se han visto en la Segunda División. Decía Iraola antes del encuentro que tenían que ser los jugadores muy sólidos en el juego, pues fueron todo menos eso. Los Insulares no fueron nada del otro mundo, pero por lo menos buscaron huecos para crear alguna oportunidad de gol.
En lo que sí son especialistas los tinerfeños (todo hay que decirlo) es en interrumpir constantemente el ritmo del juego. Faltas, lesiones, cambios, tirones, el portero no sacaba nunca…no había forma de ver alguna jugada seguida, los isleños hicieron su partido y sacaron tres puntos muy valiosos, a su ritmo, a su manera.
La primera mitad fue muy mala por parte de ambos equipos, no pasó absolutamente nada, un juego ramplón y muy tedioso insuficiente en todo. La verdad es que fue bastante aburrido para todos los que vimos el partido. Salió en el segundo tiempo el nuevo jugador del Rayo, Guerrero para ayudar en el ataque y la verdad es que no se le vio nada en el terreno de juego. Habrá que esperar. Tener paciencia.
Llovió en algunos tramos del encuentro y eso deslució mucho el juego y el ritmo del balón, el campo como siempre estaba bastante mal. Mucho barro y el césped casi no se ve. Muy pocas ocasiones de gol, mala puntería y muchas imprecisiones. Álvaro García recibió un tremendo balonazo en plena cara y estuvo varios minutos descentrado. Tuvo que ser sustituido en el descanso.
El gol de los tinerfeños a balón parado en una jugada en la que Fran Sol se anticipó a Comesaña y anotó un buen tanto que fue celebrado con gran alegría por parte de los visitantes.
Con el 0-1 los rayistas ni lo intentaron, nada de nada, ni una oportunidad de gol, mucho pase atrás inútil y nada más. Los de Ramis tenían prioridad en robar balones, fue una tónica general en su juego. En el Rayo destellos de Trejo, alguna jugada de Fran García inquietante, y poco más.
En la portería la novedad de Luca Zidane, cumplió sin más. Catena fue expulsado en un lance del juego con tarjeta roja directa, tuvo que ser revisado por el VAR y ya todo fue mucho más difícil, jugar los últimos instantes con diez jugadores, misión imposible.
El Rayo tiene un problema cada vez que juega en Vallecas, le ha pasado con el Mallorca, Barca y Tenerife. No atina en nada. En cambio, cuando juega lejos de la barriada vallecana cosecha unos partidos excelentes.
Comentaba Iraola que es un tema que lo tienen que analizar, lo de jugar mejor fuera que en casa, indudablemente siempre se notará que no hay público en las gradas, pero claro, que por lo menos no sea tan repetitivo, cada vez que juega de local el Rayo, la afición rayista tiembla. Hay que conseguir dar con la tecla en este sentido.
Cuando el Rayo andaba algo volcado en el área del Tenerife, en una contra, a punto estuvo de poner el 0-2 Aléx Bermejo con un buen remate de cabeza.
Poco más que contar en este aburrido encuentro. No se entiende como puede cambiar tanto un equipo, no sabemos si es por falta de humildad, o porque se confían demasiado los jugadores. Puede que, a priori, pensaran que era un partido fácil.
El árbitro estuvo a punto de lesionarse en un lance donde pisó mal en el campo, se detuvo unos instantes el juego y luego se recuperó. El Rayo Vallecano por fin lució en la parte frontal de la camiseta oficial del primer equipo nuevo patrocinador. Hacía tiempo que no se conseguía un espónsor. Esperemos que le dé mucha suerte a lo largo de esta temporada.
Ficha Técnica
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