Leganés (4º) y Rayo Vallecano (7º) se verán las caras, a partir de las 19:00, en el Estadio de Vallecas, en su duelo correspondiente a la jornada 38 de LaLiga Smartbank.
Se dice que uno deja de padecer cuando el dolor se convierte en costumbre. Hoy el Rayo vuelve a su casa, y lo cierto es que mentiría si dijese que me da igual lo que allí suceda, pero también si afirmase que me queda algún tipo de esperanza.
De sobra es sabido por todos que en esta categoría siempre hay lugar para la épica y las sorpresas, hasta aquí todo perfecto. El problema se genera cuando, aun conociendo esto, sientes tan cerca el objetivo que se te rebanan las entrañas al ver cómo tres de los equipos de puestos de descenso ―con todo el respeto que merece su labor― te levantan siete puntos de los últimos nueve.
En Vallecas, aunque cada vez menos, el resultado da igual. Cuando un niño de diez años se ha visto en la tesitura de preguntar a su padre por qué se aplaude al equipo si se ha perdido y ha recibido como respuesta un «se ha dado todo», pueden tener por seguro que el resultado deja de ser una cifra en el rango de importancia. Lo único que un rayista exige es que los hombres que visten su escudo trabajen en el campo con la misma actitud con la que lo harían ellos, y eso es absolutamente innegociable.
El Rayo Vallecano acumula cuatro encuentros consecutivos sin conseguir la victoria, lo que ha alejado a La Franja de los puestos de playoff que regentaba desde la jornada 17. En esta sucesión de resultados negativos, los franjirrojos únicamente han logrado perforar la portería rival del Albacete, quedando a cero su casillero goleador en las tres citas restantes.
El Leganés, por su parte, ha cosechado una única victoria en los últimos cuatro partidos, en su último derbi madrileño contra la AD Alcorcón (1-2). Pese a ello, los de Asier Garitano mantienen su cuarta posición con un colchón de cinco puntos respecto al Rayo, séptimo clasificado.
Así, la jornada de hoy será la primera en la que los vallecanos no dependan de sí mismos para «dormir» en promoción de ascenso desde el pasado catorce de diciembre. Y cuando todo parece avocado al fracaso, a remar para morir en la orilla; cuando piensas que nada puede ir a peor, descubres que el encargado de dirigir el encuentro es Daniel Jesús Trujillo Suárez.
Ser del Rayo te enseña a disfrutar del mar aun sabiendo que puedes naufragar en él, a remar por compromiso sin tener la certeza de tocar tierra algún día. Sentir esta camiseta es abonarse a una pasión que trae más decepciones que alegrías, enseñar los dientes a perros más grandes y obligarte a valorar el esfuerzo por encima de cualquier otro aspecto.
En este barrio, la verdadera derrota se da cuando el de la grada no se siente representado por sus jugadores. A partir de las 19:00, en el Estadio de Vallecas, derbi madrileño, la excusa perfecta para que el Rayo, al menos deportivamente, vuelva a parecerse al Rayo.