A partir de las 18:30, Real Betis (9º) y Rayo Vallecano (6º) se verán las caras en un Benito Villamarín cargado de épica e historia.
Hay lugares que tienen un aura especial, y Heliópolis es uno de ellos. Así se conoció hasta el año 1961 al estadio del Real Betis Balompié, aunque actualmente es Benito Villamarín quien da nombre a la casa del equipo que presidió durante la mitad de los años cincuenta y sesenta. No obstante, fue mucho después cuando la historia del feudo verdiblanco comenzó a teñirse de épica.
Todo arrancó en 1983, cuando miles de hogares habían comenzado a ver la vida en color. Hasta entonces, sustituir las televisiones de blanco y negro era un privilegio que no todas las familias podían permitirse, pero el Mundial del 82 motivó a muchos a ver a la selección ―ya roja― pegarse (con perdón) la hostia de su vida. Esa misma vida, sin embargo, tiende a devolver lo arrebatado.
En ese tercer año de la década de los ochenta, la España de Miguel Muñoz iba a hacerse un hueco en la historia. Los menos jóvenes y los herederos de su pasión y locura no podemos evitar sonreír al escuchar las tres palabras mágicas de José Ángel de la Casa: «gol de Señor». Aquel 21 de diciembre de 1983, Juan Señor anotó el duodécimo tanto que, ante Malta, clasificó a la selección para la Eurocopa de 1984. Lo hizo en color, y lo hizo en el Villamarín.
Treinta y seis años más tarde, la Avenida de la Palmera volvía a vestirse gala para una gran cita: la final de la Copa del Rey 2019. Barcelona y Valencia saltaron al césped de Heliópolis con dos carteles completamente distintos: a un lado el favorito, y al otro, el candidato. Ver al conjunto che en aquel duelo era, de por sí, una sorpresa. Sin embargo, la de verdad iba a llegar cuando, en el minuto 32, los de Marcelino vencían por cero goles a dos al todopoderoso Barça. Los tantos de Gameiro y Rodrigo acabarían por darle al Valencia el que es, de momento, el último título de su historia.
A eso de las 18:30, el Real Betis volverá a su estadio tres días después de sumar un punto ante el Bayer Leverkusen en su encuentro de Europa League. Pese a ello, los hombres de Pellegrini no acarrearán una excesiva carga de minutos, pues únicamente tres de ellos fueron titulares en los dos últimos choques de Europa y la liga (Edgar González, William Carvalho y Nabil Fekir). Así, buscarán su segunda victoria liguera en casa con un once en el que se esperan, de nuevo, muchas novedades.
El Rayo, por su parte, visita Sevilla tras lograr su cuarta victoria consecutiva en Vallecas. Los pupilos de Andoni Iraola atraviesan un estado de forma inmejorable, pues ocupan la primera posición en la tabla de las cinco últimas jornadas de liga (12 puntos), por delante de la Real Sociedad (11). Como visitante, eso sí, el cuadro franjirrojo ha sumado una única victoria en lo que va de temporada y sólo cuatro de los quince puntos disputados.
La Franja también es protagonista de hazañas homéricas en tierras verdiblancas. Sin ir más lejos, el 27 de febrero del año 2016 un abarrotado Villamarín pudo presenciar cómo Manucho ―sí, Manucho― remontaba un 2-0 inicial con dos goles (uno de semi-chilena) en apenas cinco minutos. Todo ello, para más inri, se produjo nada más salir del descanso.
Pese a la situación en la tabla de cada uno, la realidad sigue siendo que el Betis, por plantilla, historia y condición de local, es favorito. Sin embargo, Vallecas sabe poco de elitismos y mucho de convertir los sueños en realidad. Porque aquello del «yo soñaba que jugabas en Primera», por suerte, se ha quedado pequeño.
Bajas: Sabaly (Betis) y Merquelanz (Rayo).