A partir de las 18:30, el Rayo (9º) buscará salir de la mala racha de resultados en liga. En frente, el CA Osasuna (12º).
¿Qué sería del fútbol si los resultados estuviesen preestablecidos? ¿Qué sería del Lille bi-campeón de Ligue 1, del Ajax semifinalista, de la Real levantando la Copa, del Mirandés de Pablo Infante, de la Grecia de 2004, del Villarreal coronando Gdansk, del «Alcorconazo»…?
Por lo pronto, si las sorpresas no constituyesen una parte fundamental de este deporte el Rayo no estaría ni tan siquiera en Primera División ―ni qué decir en semifinales―. Si lo está es sencillamente porque unos meses atrás ya hubo una eliminatoria ante un equipo superior, un 1-2 en Vallecas, una visita a un estadio inquebrantable y un equipo capaz de romper todas esas barreras.
El formidable inicio de competición de los franjirrojos ha despertado la fe hasta en los más escépticos, y esa fe, en ocasiones, ha nublado la realidad. El ver a la Franja con 31 puntos en la tabla hizo creer a muchos que la salvación estaba conseguida, que se lucharía por Europa y que el mero hecho de priorizar la Copa ya era un paso hacia levantarla. Evidentemente, no todo lo que brillaba iba a ser oro. La realidad de un equipo recién ascendido a la máxima categoría del fútbol español, con el menor presupuesto de la competición y con pocas ganas de moverse en el mercado invernal ha reubicado la mira de esos soñadores.
Tras cuatro derrotas y un empate en los últimos cinco partidos de liga, lo que parecía un camino de rosas es ahora un camino de césped artificial ―pero césped al fin y al cabo―. El problema de las expectativas es que difícilmente se ajustan a la lógica, y todo lo que al comienzo de la temporada incluyese un Rayo fuera del descenso sobrepasaba, de por sí, los límites de la misma. Pese a los malos resultados cosechados recientemente, la temporada de la Franja es intachable e inesperada a partes iguales, y no habrá eliminación que pueda empañarla.
Aquello que alguno se precipitó a llamar «Euro-Rayo» vuelve a ser el «Rayito», pero que nada ni nadie os engañe, porque este «Rayito» que nos ha hecho ―y nos hace― soñar es uno de los mejores de la historia. Lo que antes era blanco ahora es blanco oscuro, pero este equipo lleva meses demostrando que incluso el tono más negro posible puede perder el color.
Cuando el reloj cante las seis y media, Figueroa Vázquez hará sonar su silbato para dar comienzo al Rayo-Osasuna. Los rojillos, once puntos por encima del descenso, visitan el fortín vallecano tras haber sumado siete de sus últimos doce puntos en liga. Cerremos el cuaderno, cojamos otro en blanco y arranquemos de nuevo. Quedan alrededor de dos victorias para lograr lo que hace no tanto se antojaba imposible.
Posibles bajas: Merquelanz y Unai López (Rayo). Areso, Barja y Aridane (Osasuna).