El Rayo B se sobrepone a la expulsión de Miguel y al penalti que detuvo Pantoja, se adelanta con gol de Ilies, le empatan en el tramo final y reacciona para, con tanto de Diego Lorenzo, derrotar en la «City» al CUC Villalba (2-1).
Cuando las circunstancias de un partido se te ponen en contra, solo hay una cosa que te hace dar la vuelta a la tortilla: el carácter. Así fue como el Rayo B logró su primera victoria del curso, pese a jugar con 10 durante más de 40 minutos y sufrir las acometidas de un combativo CUC Villalba.
En una soleada y cálida mañana de fin de semana recibía la «City» su primer partido de Tercera RFEF de la temporada, el primero además de Iván Amaya como local a los mandos del Filial de la Franja. La derrota de la jornada inaugural en el campo del Canillas tuvo consecuencias, como anunció el propio míster al acabar el encuentro, y estas se tradujeron en que solo 6 de los titulares en Hortaleza volvían a salir de inicio en Vallecas: Pantoja, Jaime, Kevin, el «capi» Diego Méndez, Manzano y Vere. En este último caso, Amaya optó por retrocederle al lateral defensivo, completando la defensa con Miguel. Iván Ramos y Héctor Peña se agregaban a un medio campo que no tuvo mucho protagonismo. Marco, Manzano e Ilies formaban el tridente ofensivo.
El inicio del partido fue animado, con ocasiones claras de gol en ambas áreas antes del cuarto de hora. Primero la tuvo el Villalba, tras robar en zona de tres cuartos una mala conducción de la defensa local. Altamirano se plantó ante Pantoja, pero de tanto querer ajustar su tiro raso al segundo palo la mandó fuera. Al poco, la respuesta rayista en una doble oportunidad. Quedó Diego Méndez mano a mano con Sergio Iglesias, quien rechazó con el muslo la definición del 8. El rebote alto lo cabeceó a gol Marco, obligando al meta a recular y saltar para sacar con la manopla el balón debajo del mismo larguero. Este inicio frenético contrastó con el desarrollo del resto del primer tiempo, con ambos equipos abusando del balón a la espalda de la defensa rival. En esas se le notaba más cómodo al Rayo B, que demostró carácter para dominar sin brillar. El 0-0 al descanso dejaba con ganas de más a la afición de la «City», que buscaba refresco para la chicharrera que caía, bien en el lavabo o bien en la cafetería, que lo crean o no, estaba abierta.
El segundo tiempo empezó no ya revolucionado, sino alocado. Parecía irse arriba el Rayo B en el inicio, disponiendo de una buena oportunidad a la salida de un córner que ni Jaime ni Marco acertaron a empujar a puerta. Y al poco, cuando se cumplía el 5 de la segunda, el infarto. Un balón rifado a la frontal rayista, a priori fácil para que Miguel cediese de cabeza a su portero, pilla dudando al central, que la pierde dos veces en 3 segundos, y para evitar que Braiden se plantase solo ante Pantoja ha de derribarle como si de un placaje de rugby se tratase. Penalti claro en una ocasión manifiesta de gol a juzgar por la decisión del colegiado de mostrar la roja directa al central del Rayo B. Pintaban bastos en la «City», pero aquí empezó a sacar el carácter el Filial de la Franja. Pantoja quedó cerca de parar una pena máxima la semana pasada, y esta ya lo logró. Adivinó el lanzamiento de Altamirano a su derecha y lo rechazó lejos del alcance de los de amarillo para evitar segundas jugadas. Se sentía renacer el Rayo B, que si bien quedó en inferioridad para al menos 40 minutos, al menos no lo estaba en el marcador.
Tras una nueva heroicidad del meta Pantoja, Amaya pensó en como recomponer la defensa tras la expulsión de su central. Entraron Viega y Chamón en diferentes ventanas por Manzano e Iván Ramos respectivamente. Antes, en el descanso, Losada suplió a Héctor para dar más aire en el ataque. Mientras, en el campo, el shock por el penalti cambió de bando, y mientras en el cuadro Villalbino aun se preguntaban como era posible que no abrieran el marcador, el Filial de la Franja aguantaba las acometidas y logró golpear primero. Corría el 60 de partido. Una acción que había empezado con falta sobre Diego Méndez que no se pitó por dejar ventaja acabó con un balón de Vere arriba que parecía que se perdería por el fondo. Sin embargo, Ilies porfió por mantenerlo en juego. Lo controló el 19 sobre la línea, vio que el portero se precipitó en su salida, y estando de espaldas al arco tiró una vaselina de bonita factura que se alojó en el interior de la red que daba al segundo palo. Locura en la «City». El primer tanto del curso de Ilies, dedicado a su hija que en breves nacerá, ponía a un Rayo B en inferioridad numérica con ventaja en el marcador electrónico que, de nuevo sorpresa, funcionaba.
Si a raíz de la expulsión y el penalti fallido, el Villalba se había ido arriba a asediar el área local, con más razón lo hizo al encajar el 1-0. Grande fue el esfuerzo visitante para buscar el empate ante un rival con 10, y más aun la resistencia local. En su última ventana de cambios, Iván Amaya dio entrada a Bolo por Marco y a Diego Lorenzo por el goleador Ilies, para por un lado reforzar la sufrida zaga y por otro ganar músculo arriba para tratar de matar el partido a la contra. Durante casi 25 minutos largos se concentró el juego en torno a la frontal del Rayo B. Los visitantes lo intentaron de mil formas, pero salvo un disparo que sacó Viega bajo palos, no hubo auténtico peligro real hasta la acción del tanto del empate.
Entrando en los 6 minutos finales, se quejaba Vere de un codazo en la banda a la altura del área visitante. No sancionó nada el árbitro y se dio lugar a una contra que alcanzaría la línea de fondo local, y tras varios toques en el área pequeña, llegaba Gonzalo Talavera para empujar a placer la pelota a la red. De nada servían las protestas de la parroquia vallecana aun con Vere en el suelo y quejándose de un golpe en la cabeza (mención aparte al partidazo del 18, dejando todo y jugando en una posición que no es la suya). La acción siguió y el 1-1 subió al marcador. Y ni así bajó los brazos el Filial de la Franja. Todo lo contrario, se fue arriba y encontró en apenas 3 minutos un córner botado al segundo palo, donde lo esperaba Losada. Todos esperaban el cabezazo a gol, pero el 23 cedió con la testa a Diego Lorenzo, lo cual descolocó literal y figuradamente a la defensa y permitió al delantero cabecear a puerta vacía. Aun más locura si cabe en el minuto 87. Te veo el adelantarte luego de parar un penalti y tener un expulsado y te subo a deshacer casi en el acto, y con inferioridad, el empate que te habían hecho con polémica. Todos los de franjirrojo querían abrazar a Diego Lorenzo, convertido en héroe tras hacer, y en qué momento, su primera diana de la temporada.
Eso sí, aun faltaban 3 minutos para el 90 y los 5 que hubo de descuento. Pero el Rayo B tiró de oficio para rechazar las acometidas casi a la desesperada de un Villalba que se veía yéndose de vacío de un partido en el que las circunstancias se le habían puesto a favor. La tensión se liberó cuando sonó el pitido final. No brilló mucho el juego, pero sí hubo derroche de carácter. De ese modo, con 10 durante 45 minutos y revirtiendo casi al instante el encajar en el tramo final. logró el Rayo B su primera victoria de la temporada. Suman los de Iván Amaya sus 3 primeros puntos a su casillero para auparse a la 7ª posición del grupo 7 de Tercera RFEF. Se celebró con victoria la vuelta a casa. Y desde ya toca pensar en la semana que viene, en la que se visitará en El Soto a un CD Móstoles URJC que cuenta sus partidos por victorias.
Informó Jorge Morales García. Imagen de Carlos Villar Ortiz (@photograph_figu)