El Rayo pasa de ronda en la tanda de penaltis (1-3) tras haber sido incapaz de perforar el casi perfecto entramado defensivo del Atlético Saguntino en 120 minutos de fútbol.
Se puede pasar una eliminatoria por penaltis relativamente sin sufrir. Así lo hizo el Rayo en el Nou Camp de Morvedre, ante un Atlético Saguntino que fio todo a una espectacular defensa que logró dejar secos a los de Iraola, incapaces de anotar en los 90 de partido y en los 30 de prórroga. Aun cuando el plan de los de Albadalejo era la tanda de penaltis, ahí la experiencia y templanza franjirroja acabó por derrotar la ilusión rojilla.
Advertía el míster del Rayo de la peligrosidad del emparejamiento de la Segunda Eliminatoria de Copa del Rey. A la Franja le había tocado ir a visitar a un equipo que, en 15 jornadas que van disputadas en el Grupo 3 de Segunda Federación, llevaba 9 goles anotados y 10 encajados, lo que hacía esperar un partido cerrado en su pequeño campo de césped artificial. Y así fue. Con Catena, Santi, Oscar Valentín, Trejo y Camello como los titulares ligueros que conformaban el once junto a Diego López, los Marios (Suárez y Hernández), Chavarría, Bebé y Andrés Martín. Enfrente, el Atlético Saguntino de Gerard Albadalejo, con todo un pueblo en las gradas apoyándole, sin absolutamente nada que perder y sabiendo cual era su mejor baza para tratar de dar la campanada antes de Navidad.
No es que el planteamiento local de atrincherarse atrás, no dejar respirar a los delanteros rayistas y ver si rascaba algo a la contra, sorprendiese a la Franja, pero sí se puede decir que la desconcertó en cierto modo. Para muestra está el dato de que el Saguntino tiró más a palos en la primera mitad que el Rayo, dos por una. En ambos casos fue Acevedo el que probó fortuna, y en ambas oportunidades Diego López mantuvo en pie al cuadro vallecana, en sendas intervenciones que sí nos recuerdan al gran portero que en su momento fue, y que significaron todo el trabajo del meta rayista en la noche. Del otro lado también fue protagonista el arquero, Marcos Lavín, que empezó a ponerse el traje de héroe yendo abajo a atajar un tiro envenenado de Bebé.
A la vuelta del descanso, el Saguntino se olvidó de atacar y el Rayo era un «quiero y no puedo» constante en las inmediaciones del área local. Las que no acababan en los pies de algún defensor, terminaban irremedianlemente en las manos de Marcos Lavín. Según se iban realizando los cambios y se iba viendo un Rayo más «reconocible», se ganaba en fluidez en la circulación y en presencia en campo rival, pero faltó contundencia y acierto al rematar. El balón que se perdía cerca del poste luego del cabezazo de Oscar Valentín en la oportunidad más clara del partido, servía como señal de que irremediablemente eso se iba a la prórroga. Al comienzo del tiempo extra, con una enorme acción individual de Alvaro García, y al final, con un testarazo a la escuadra de Pozo, pensaba el Rayo que tenía la llave de la eliminatoria, pero en ambos casos apareció la mano derecha de Marcos Lavín para rechazar el cuero y dar un bofetón de realidad copera al cuadro rayista.
El objetivo de los de casa se cumplió, dejar secos a los rivales y forzar los penaltis. Las gradas de Morvedre gritaban un «Sí se puede» que a duras penas acallaban los cánticos de la centenar de rayistas que, pertrechados tras la portería en la que tendría lugar la tanda, no pararon de animar. ¿Y ahora, qué? La lotería es mañana. los penaltis son fútbol, pensaron con acierto los vallecanos. Eligieron lanzar primero los del Saguntino, por aquello del 60-40 para el que tira el primer penal. En el Rayo, experiencia y templanza para asegurar sus lanzamientos. Convirtieron Falcao, Isi y Mario Suárez. ¿Y del otro protagonista? No fue necesaria la mano de Diego López. Kike Torrent y Carlos David la mandaron fuera, Serrano sí anotó, y en el primer «match-ball», Nacho Ramón la estrelló en el larguero, rebotando el balón en la línea de gol y volviendo mansamente al terreno de juego, terminando así el sueño de los de casa y certificando el pase rayista.
Secos en 120 minutos, pero tranquilos en la tanda, de esa forma los jugadores del Rayo pudieron entonar «La Vida Pirata» con la hinchada desplazada a Sagunto para festejar que estaban en dieciseisavos de final de la Copa del Rey. Aplaudía el Nou Camp de Morvedre a sus héroes de rojillo, que aguantaron las embestidas de un Primera durante 120 minutos, pero en los penaltis les fallaron las fuerzas. Regresa de esta manera el equipo de Iraola a la competición oficial tras el parón del Mundial, y en la competición del KO lo próximo es saber el rival que saldrá del sorteo de este viernes a las 12:30 y al que habrá que enfrentarse el 3, 4 o 5 de enero.
Informó Jorge Morales García. Imagen de Alberto Leva.