El Rayo Vallecano B consiguió la permanencia en Tercera División, tras lograr la victoria por 2-1 frente al CD Canillas en la ultima jornada liguera.
Con la salvación del Rayo Vallecano B el pasado domingo, se fueron al traste infinidad de sueños húmedos de todos aquellos que nos llevaban todo un año tomándonos la matrícula. Hay que reconocer que, la decisión de que el Rayo Vallecano B no descendiera finalmente en la temporada 2022/23, abrió ciertas heridas que, por lo visto durante todo el curso liguero, muchas de ellas siguen abiertas en la actualidad. Pero ni las velas negras ni los malos deseos ni las plegarias a San Cucufato hicieron que el Rayo B descendiera de categoría. Una verdadera lástima lo de esta gente, porque ese odio visceral seguirá acumulado y, con el paso de los años, eso puede desembocar en cualquier tipo de úlcera.
Obviamente, todos estos deseos tan turbios no nacen de aficionados de la Franja, pero sí que hay un buen número de éstos, qué jamas han pisado la City y estaban esperando la hostia del descenso para sacar a pasear sus tuits sobre la caida del equipo a la sexta división del fútbol nacional y aprovecharlo para sacudir a Presa. Tanto los primeros como los segundos, se pueden ir poniendo en fila de a uno y ya saben lo que tienen que hacer por debajo de lo que viene a ser el trasero. Hagan caso a las enseñanzas del Diego y chúpenla.
Ha sido un año jodidamente largo y duro para un equipo que ha salvado la categoría por ser precisamente eso, un equipo. No voy a decir que no haya alguna excepción entre un grupo tan numeroso, pero hay una mayoría muy importante en la que ha entendido que el nosotros siempre debe primar sobre el yo, y lo contrario solo trae cosas negativas y el resultado final es el fracaso absoluto. Y aunque en los prolegómenos del partido reinó el caos en la City, con hasta dos colas para acceder y la mala organización en el que tenía que ser el partido más importante de la temporada, momento en el que lo más coherente era no poner tantas trabas a los rayistas para estar en el partido.
Por suerte, las cosas le fueron de cara al filial y emergió la figura del Matador Marcavel del Rayo Vallecano B esta temporada, el señor Alberto Cuéllar. Sus dos tempraneros goles nos marcaron el camino de la salvación, del mismo modo que lo hizo el tanto ante el Villanueva del Pardillo. Tres goles en las últimas tres jornadas, que han sido muy importantes de cara a seguir en Tercera RFEF. Y es queos grandes futbolistas se ven en momentos como éstos. Poca sorpresa, desde el partido de la primera vuelta en Tres Cantos se pudo ver que el 14 de la Franja tenía destellos de gran jugador.
Con el gol del Canillas podíamos llegar a pensar en que íbamos a sufrir, pero el verdadero sufrimiento llegó con el añadido del partido entre AD Parla y RSD Alcalá. Alrededor de 15 eternos minutos tuvimos que esperar desde el pitido final en Vallecas, hasta que se produjo el final del partido en Parla. Con apenas noticias e incluso amago de final de partido Fake, la tensión se podía cortar con un cuchillo hasta que, por fin, se confirmó que volveremos a disfrutar de la Tercera División una temporada más. Habrá que ver si la próxima temporada se cumple el deseo de Raúl Martín Presa y el equipo asciende. Seguramente sí dota de recursos y medios al equipo, podamos estar más cerca de las posiciones altas que de las catacumbas de la Tercera. Que tome nota y que analice todo lo que se ha hecho mal en estas dos últimas temporadas, de cara a tener un año menos «movido» y poder ver al equipo compitiendo de tú a tú a lo largo de toda la liga. En lugar de sacar pecho por haber ganado el equipo en los tres partidos a los que ha ido, mejor nos vendría que hiciese autocrítica y que piense qué parte de culpa tiene para haber llegado en esa situación a esas tres últimas jornadas.
Ahora es momento de descansar, tanto los protagonistas en el verde como los que les hemos acompañado por toda la Comunidad de Madrid, sufriendo con sus derrotas y celebrando como locos momentos como el del pasado domingo. Continúen o no en Vallecas la próxima temporada, algunos de ellos ya son amigos y siempre nos tendrán cerca cada vez que lo necesiten. Esto en cuanto a futbolistas, pero no debemos ni queremos olvidarnos del cuerpo técnico. Gente que siempre nos ha facilitado la labor y que, a pesar de no venir bien dadas muchas becas, han seguido trabajando en silencio hasta conseguir el objetivo de la permanencia. Un trabajo de verdaderas hormigas que ha dado su fruto al final.
Este equipo nos llegó a ilusionar en un tramo de temporada con conseguir cotas mayores que la permanencia, pero, tal vez, el objetivo realista era el de una permanencia que quedará en la memoria de todos los que estuvimos en la City el domingo.