Golear, sufrir y vencer

Golear, sufrir y vencer

Los goles de Étienne, Marco y Juanchi parecían presagiar una tarde plácida para un Rayo B que acabó con 10 y pidiendo la hora frente al Trival Valderas, pero los puntos se quedaron en Vallecas (3-2).

Uno de los grandes atractivos del fútbol es lo cambiante que puede ser un partido, que en un momento parece decidido y al instante se abre de forma incierta. En un comienzo fulgurante, el Rayo B goleaba al Trival Valderas, pero tuvo que sufrir en inferioridad numérica para terminar logrando una victoria que parecía segura.

El césped natural del campo 5 de la «City» se presentaba como escenario de lujo en la soleada y fresca tarde de sábado para uno de los grandes partidos de la jornada en el Grupo 7 de Tercera Federación, con un duelo de aspirantes al playoff en rachas opuestas. Por una parte, el Filial de la Franja de Jorge Vallejo, que acumulaba 3 victorias seguidas y 7 partidos sin perder que le habían consolidado en la 2ª posición de la tabla. Del otro lado, el Trival de Raúl Montero, que tras solo obtener un triunfo en sus últimos 6 encuentros había caído al 6º lugar, fuera de los puestos de acceso a las eliminatorias de ascenso.

El planteamiento del Rayo B fue imponer su ritmo de juego e ir a la ofensiva desde el inicio. Y bien pronto obtuvo sus frutos. Apenas habían transcurrido 4 minutos del inicio cuando el meta Lombo rechazó con la pierna un disparo de Étienne, y sería el mismo ariete el que rematase el córner consecuente, botado a media altura, prolongado en el primer palo y rematado por el 11 rayista con una volea mordida a la red. Con gente aun entrando a la «City» abría la lata el cuadro franjirrojo, por medio de su hombre gol, quien apenas 18 horas antes abrazaba a Álvaro García en el Estadio de Vallecas y que, con su 17º tanto del curso, daba alas a los cada vez más numerosos aficionados que reclaman verlo con el primer equipo, si bien estaría bueno verles más de vez en cuando apoyándole con el Filial.

Ponerse por delante normalmente implica un momento de relajación que muchas veces sale caro. Sabiendo eso, el Rayo B no bajó el pistón y buscó con fuerza el segundo. Lo tuvo Baladía en una ocasión cristalina, en la que Étienne le asistió de pase cruzado por el área chica para simplemente empujarla, pero su definición se estrelló en el poste y el rechace se lo encontró el meta visitante. Parecía cuestión de tiempo que cayera el 2-0, y este llegó en el minuto 20 merced a otro futbolista en idilio con el gol. Un pase en profundidad buscando la espalda de la zaga visitante encontró a Marco, que con un gran control de pecho orientó el balón para ir a la carrera y quedarse mano a mano con Lombo, cuya salida superó con un cañonazo a la red más propio de un 9 que de un 2. Cuarto partido seguido viendo puerta para Marco, que anotaba su 5º gol de la campaña, cifras espectaculares para un lateral derecho que, como todo el equipo, está en estado de gracia.

Un marcador tan favorable a muy temprana hora y un dominio total y absoluto hacía incluso pensar que el Rayo B podría llegar a igualar, si no superar, el golaveraje particular, que parecía irreversible con el contundente 5-1 encajado en La Canaleja en la primera vuelta. Faltaban 2 para empatarlo, y el equipo seguía yendo hacia adelante. En el minuto 27 parecía que llegaría, en un claro penalti provocado perfectamente por Étienne, que encaró a Melgar en el costado del área, su marcador le agarró cuando se movía para entrar y acabó por derribarle estando ya en zona de castigo. El propio Étienne se encargaría de ejecutar la pena máxima, buscando la definición fuerte y rasa ajustada al palo derecho de Lombo. Sin embargo, el tiro se le fue rozando la cara externa del poste, yéndose al limbo la oportunidad del doblete particular y el 3-0, demostrando que hasta los mejores escribanos a veces echan un borrón. Tras el penal fallado, el Trival empezó a dar señales de vida y a tener acercamientos al área local, sin generar excesivo problema a un Rayo B que, aun dando un paso atrás, seguía dominando. Se llegó al descanso con 2-0 en el marcador y la sensación de que podían haber sido por lo menos 4. El Filial de la Franja tenía el partido en la mano para no sufrir, pero aun faltaba cerrarlo.

El pretendido gol de la sentencia llegaba apenas 2 minutos después de la reanudación, en una acción cocinada a fuego lento en la frontal visitante. Tras varios toques recibió Juanchi en el pico izquierdo del área, levantó la cabeza y vio hueco en el primer palo de Lombo, y ahí que mandó la pelota en un disparo seco e inalcanzable. Parecía poner la puntilla así el 7 del Filial, probablemente el futbolista que más merecía que el trabajo que hace por el equipo se viera recompensado por un tanto. No podía empezar mejor el segundo tiempo para el Rayo B, logrando el 3-0 y con todo en teoría decidido. Poco o nada hacía presagiar todo lo que habría que sufrir durante los siguientes 50 minutos.

Un Trival a priori ya derrotado sacó las fuerzas de quien no tiene nada que perder y dijo presente casi al momento, al cumplirse el 50 de partido, tirando de una de sus mejores armas, el balón parado. En un córner puesto cerrado al primer palo, hubo prolongación de cabeza hacia el segundo, donde apareció Sacristán para meter el frentazo a una portería que estaba a su total merced. De súbito, parecía que podría haber partido en la «City». El gol encajado hizo brotar las dudas en las filas del Rayo B, que pasó de ser dominador total y absoluto al extremo opuesto del espectro, no pudiendo retener la posesión y pasando de buscar ampliar el marcador a defender como fuese la ventaja, frente a un rival que sabe jugar estos partidos, y que llevaba el peligro doble, como se  ha mencionado antes, de quien no tiene nada que perder.

Pasaban los minutos, y entre idas y venidas de balones y en cierto momento valle en el dominio visitante, algunas faltas insulsas hicieron que el árbitro mostrara un rosario de cartulinas que acabarían trayendo consecuencias. Al cumplirse en el 73, una falta en la frontal de Guzmán, amonestado desde el 30, le hizo ver la segunda tarjeta y dejó al Rayo B con 10 y sin un central en el peor día para ello, pues con Lozano ya en el campo, Vallejo no tenía con quien reemplazarle en el banco, dado que Revuelto y el recién fichado César Valero cumplían ciclo de tarjetas. Nuevamente el míster tuvo que hacer encaje de bolillos en la zaga, relegando al capitán y comodín del equipo Aitor a la posición de lateral para solventar la papeleta como bien se pudo. Los minutos pasaban durando una eternidad, en un asedio constante del Trival que terminaba casi siempre en disparos desviados sobre la meta de un Filial en inferioridad defendiéndose como gato panza arriba.

El que si tuvo minutos para debutar fue la otra incorporación de invierno, Pablo Montero, que suplió a Ybarra en el 87 y tuvo buenos arranques de frescura. Sin embargo, al instante de entrar, vio como el partido se complicaba todavía más. Un balón parado rechazado del área local, con todo el cuadro visitante volcado, fue de nuevo colgado a la olla para que metiese un soberbio testarazo el central Manu Jáimez, superando la salida de Juanpe y metiendo el miedo serio en el cuerpo de la parroquia franjirroja. Quedaban solo 2 y el descuento de un partido que estaba para una goleada histórica y que se tenía que terminar sufriendo y pidiendo la hora ante un gran equipo en dinámica ofensiva total que se encontraba a un gol de lograr un empate con sabor a victoria.

Se dieron 6 de añadido, que acabaron siendo 7 por otra acción de expulsión. En este caso, del visitante Melgar, amonestado en la acción del penalti, que no tuvo mejor idea que hacer una entrada a Marco cinco segundos después de que este hubiera mandado el balón lejos de él. Yéndose el expulsado echando pestes del juez, volvía la igualdad numérica en un tiempo de descuento que terminó de romper del todo el partido, alternándose ataques del Trival malogrados en una mezcla de ímpetu e histeria con contras claras para que el Rayo B pudiera finiquitar el pleito, pero que no terminaban de concretarse. El sufrimiento de unos y otros solo acabó con el pitido final, para estallido y alegría de rayistas y rabia y frustración de los jugadores trivaleros, que alguno a punto estuvo de pagarlo con alguien de la grada que le dijo algo que no debía.

Un partido en el que puedes golear y acabas por sufrir lo indecible, pero terminas por vencer. Con todos esos ingredientes, la ya típica foto de +3 del Rayo B sobre el césped natural de la «City» sabía aun mejor. Victoria infartante de los de Jorge Vallejo, que llevan 4 de 4 en la segunda vuelta y alargan la racha a 8 partidos sin caer derrotados. El Filial de la Franja sigue apuntalando su 2º puesto en la tabla, yéndose ya a los 42 puntos y aumentando su ventaja con el 6º, precisamente el Trival, a 8 unidades. Esto no para y la próxima semana tocará un nuevo duelo de altura, pues el Rayo B visita a su más inmediato perseguidor, que ocupa el tercer lugar a solo 4 puntos de los vallecanos, el CD Galapagar.

Texto de Jorge Morales García. Imagen de Alberto Leva.