
Reparto de puntos entre Rayo B y Alcalá en un Municipal de El Val a rebosar (1-1). El tanto de Étienne de penalti fue igualado en la segunda mitad de un partido trepidante.
En ocasiones se pone tanta expectativa sobre ciertos partidos de fútbol que acaban por saber a poco. Este no fue el caso. El Rayo B supo golpear y aguantar en momentos necesarios para sumar un punto en casa de un Alcalá dispuesto a celebrar un ascenso que no terminó de consumarse.
Cielo despejado y temperatura agradable, marco perfecto para el duelo entre primero y segundo de la tabla en un Municipal de El Val dónde se agotó el papel y la afición que llenaba las gradas quería festejar una jornada histórica. En ese ambiente a priori hostil se presentaba el FIlial de la Franja de Jorge Vallejo, que venía encadenando 3 derrotas seguidas y buscaba resarcirse ante el equipo y en el campo más difíciles del campeonato. Enfrente estaba la RSD Alcalá de Vivar Dorado, dominador absoluto de la clasificación, que recibía a su más inmediato perseguidor sabiendo que, de ganarle, certificaría matemáticamente su ascenso a Segunda Federación, de ahí la gran expectativa y el campo lleno.
Arrancaba un partido que prometía emociones fuertes y buen fútbol, y no decepcionó en ningún momento. Ya antes de llegar al cuarto de hora había habido buenas oportunidades en ambas áreas, teniendo los locales un tiro libre puesto al corazón de la pequeña que blocó Juanpe anticipándose al remate sobre la línea, mientras que los franjirrojos (vistiendo la camiseta negra del año pasado, sin nombres y con algún dorsal distinto a la numeración habitual) tuvieron una buena ocasión en una combinación entre Étienne y Juanchi que dejaba al último entrando en el área dispuesto a definir, pero un cruce oportuno de un defensor evitó el disparo del 7 rayista.
La oportunidad de Juanpe dio alas al cuadro visitante, que se animó a recuperar su mejor versión de juego e ir a buscar a su rival de forma descarada. Y al poco tiempo consiguió lo que buscaba. Una internada por banda derecha dejó a Marco en el área en posición franca de tiro, siendo repelido el primer disparo pero cayéndole el rebote, y al ir a armar la pierna para el segundo, un zaguero local fue al suelo y terminó por derribarle. Penalti incontestable que el árbitro sancionó sin dudar. 7.000 alcalaínos contenían la respiración cuando Étienne colocó el balón sobre el punto fatídico dispuesto a batir a Pantoja, otrora portero del Rayo B. El disparo fue raso y fuerte, ajustado al palo derecho de un Pantoja que adivinó el lado, pero no llegó a evitar que el balón acabase en el fondo de su red. Ante el silencio de una grada llena, se adelantaba el cuadro vallecano merced a su «Pichichi», que tras fallar el anterior penal que tuvo y llevar varios partidos sin ver puerta, volvía a sonreír con su 22ª diana con el B en la presente campaña.
El 0-1 había dejado en shock a la parroquia complutense, pero no por ello su equipo iba a amilanarse y no buscar la remontada. Tras varios minutos de mediocampismo e igualdad entre ambos conjuntos, una falta sacada con precipitación por los visitantes y una serie de rebotes dejaron a Álvaro Portero con 30 metros y solo a Juanpe interponiéndose entre él y el gol. Intentó superarle con una vaselina a la escuadra, pero cuando la grada gritaba el gol, el respingo del meta le permitía meter la manopla y evitar el tanto del empate. Aviso a navegantes para el Rayo B, que sabía que debía aguantar firme atrás sin renunciar a ir al ataque para sumar de 3 en el campo más difícil en el que les tocaba jugar. Ya entrando en el tramo final del primer periodo, saliendo a la contra de un córner en área propia, le llegó el balón a Juanchi en la frontal tras una buena carrera y asistencia con algo de fortuna de Baladía. El todocampista del Filial, que lo mismo bajaba a área propia para facilitar la salida que se disponía a disparar en la contraria, no acertó a palos en su definición. Al rato se llegaría al descanso, con el Rayo B mandando en el marcador pero las espadas en todo lo alto.
Arrancando con algo de demora porque no terminaban de desactivarse los aspersores del campo sobre el que debía atacar el conjunto vallecano, el segundo tiempo mostró a un Alcalá lanzado a tumba abierta a asediar el área rival y exigir todo y más a la defensa contraria. El Rayo B se veía amenazado, pero viendo que debía aguantar con todo cualquier acometida rojilla, teniendo que defender sin balón y renunciando a buscar posesiones largas y complicadas en favor de tratar de golpear a su rival a la contra. Lo cierto es que en el cuarto de hora inicial de la segunda parte el balón prácticamente no se movía de la zona de tres cuartos del terreno visitante, con el Alcalá amenazando pero sin llegar a concretar ante una zaga rayista que, si bien exigida, no se resquebrajaba.
Tenían que buscar los locales el más mínimo resquicio en la defensa de su contrario para llegar al empate, y lo encontraron en el minuto 64. Un ataque a priori inofensivo, y de la nada, se metió en profundidad el balón a la espalda de los centrales vallecanos, buscando el poquísimo espacio que tuviera el delantero para controlar. Pero cuando este es alguien como Álvaro Portero, el hueco más pequeño es una autopista. El ariete acomodó el balón con el primer toque, y con el segundo hizo lo que mejor sabe hacer, fusilar la escuadra de un Juanpe que nada podía hacer. Volvía a la vida la grada de El Val con el empate de su goleador, y quedando todo lo que quedaba, se preparaban para un final de partido trepidante.
La inercia de lograr el empate y de su estadio al completo empujando hacía que el Alcalá estuviera con la flechita para arriba y se lanzara a buscar un tanto que significaba la remontada y el ascenso. El gol encajado golpeó al Rayo B, que no lograba tener el balón como acostumbra y se resignaba a tener que aguantar para poder sumar un punto valioso en un campo difícil. Si bien no es la manera de jugar que más caracteriza al equipo, esta se realizó con bastante eficacia y suficiencia. Sin embargo, el rival no es líder destacado por casualidad, y tuvo varias oportunidades para dar la vuelta al marcador, a cada cual más clara. A destacar un tiro a la base del poste, un mano a mano que Juanpe aguantó y ganó para repeler con la rodilla el disparo de Samu y una oportunidad de Izan totalmente solo en el punto de penal para definir desviado.
Con el pasar de los minutos y el cansancio acumulado de las intentonas locales, el Rayo B estaba sabiendo aguantar, y con alguna rápida transición orquestada desde atrás por Juanchi, omnipresente sobre el campo, tuvo sus acercamientos peligrosos sobre el área rojilla. Quedó el sabor de boca de que se pudo hasta ganar, pues segundos antes de mostrarse el cartelón que anunciaba 4 minutos de descuento, tras una rápida contra, movió el Filial el balón por la frontal local, llegando a Étienne para que cediera de espuela a Juanchi dentro del área en posición propicia para disparar, pero el tiro salió flojo y no entrañó problemas para Pantoja. El añadido mostró un partido roto en el que la victoria podía caer de cualquier lado, pero cuando el árbitro lo terminó, el marcador seguía igualado.
Partido vibrante en un marco increíble y que acabó con reparto de puntos. Más conforme con ello se veía el Rayo B, que si bien tuvo la última y más clara ocasión para llevarse la victoria, sabe que es positivo volver a sumar luego de 3 derrotas seguidas, y más en un campo difícil ante una afición entregada y un equipo que demostró su calidad y les obligó a aguantar como se pudo. El ascenso del Alcalá tendrá que esperar una semana más. Mientras, el Rayo B suma con este 53 puntos que a falta de 5 jornadas le mantienen en 2ª posición, a 12 del propio Alcalá, sacando 3 a Torrejón, 5 a Villaverde y 6 a Las Rozas, Galapagar y Villalba, principales aspirantes a meterse en playoff. Toca seguir trabajando y buscar sumar de 3 la próxima jornada, en otro partido vital, pues los de Vallejo pondrán su 2º puesto en juego en la «City» ante el principal amenazante a esa posición, la AD Torrejón.
Texto de Jorge Morales García. Imagen de Carlos Villar.