El Rayo Vallecano acumula 19 de 21 puntos posibles en su estadio. Los de Iraola ya son el mejor local de LaLiga y el mejor conjunto recién ascendido de las grandes ligas europeas. Llegar a Vallekas es sinónimo de hincar la rodilla y morder el polvo.
Tina Turner siempre ha calado en Vallekas. Los que han acudido a lo largo de los años al estadio están familiarizados con la voz rasgada de la cantante. Sin embargo, el The best que precede a los duelos franjirrojos y ameniza el calentamiento podría tener sustituta.
El impresionante arranque del Rayo en casa no alcanza competencia. Siete partidos, seis victorias, un empate, dieciséis goles a favor y solo tres encajados. Diecinueve puntos de veintiuno posibles que convierten a los de Iraola en el mejor equipo local de LaLiga y el mejor recién ascendido de toda Europa.
Cada jornada que el Rayo disputa en casa es una mala noche para su rival. Los franjirrojos son el equipo más consistente, tanto en defensa como en ataque, y con un aliento coral en el que no se perciben solistas y sí un espíritu colectivo que enorgullece a una hinchada eminentemente humilde y trabajadora.
Las goleadas se suceden y ya son seis los que han salido con los pies por delante de la barriada: Granada (4-0), Getafe (3-0), Cádiz (3-1), Elche (2-1), FC Barcelona (1-0) y RCD Mallorca (3-1) ya se han convertido en víctimas de una trituradora de equipos. Solo el Celta de Vigo ha conseguido salir vivo de su paso por La Albufera y rascar un empate a cero.
Si profundizamos en las estadísticas de juego, comprobamos que los datos no son casualidad sino causalidad. Que el número de goles ofrece un número, pero la forma de anotarlos responde a la consecución de una idea. De los dieciséis tantos que ha anotado el Rayo de Iraola en su feudo, doce han llegado en jugada elaborada –tras asistencia o jugada personal– y solo una diana ha llegado tras saque de esquina (la de Pathé Ciss al Getafe) y tres tuvieron inicio en el punto de penalti (los de Trejo ante Granada, Getafe y Mallorca). El Rayo marca goles porque juega y propone fútbol. Porque se adueña del balón y construye. Porque, pese a su economía de guerra, crea y edifica en torno a una idea.
La imbatibilidad del Rayo como local es el fruto de una convicción. Los pupilos del técnico de Usurbil amenazan las grandes rachas franjirrojas de la historia y, aunque todavía quedan lejanas, suenan cornetas de reto. La tiranía de Tina puede estar en peligro: Vallekas está preparada para que, en sus altavoces, suene el Another one bites the dust en la voz de Freddy Mercury. Venid, ved y sed vencidos. El Rayo es “simply the best, better tan all the rest, better than anyone…”. Ahora, rivales, sed bienvenidos, pero es tiempo de morder el polvo.