El presidente del Rayo Vallecano sigue empeñado en demostrar el escaso o nulo afecto que tiene a su equipo femenino.
Hay tanta tela que cortar con respecto al Rayo Femenino, que se hace bastante complicado resumirlo todo en un texto e incluso buscar por donde empezarlo. De antemano advierto que todo lo que van a leer les puede parecer redundante o repetitivo, pero creo que no hay que dejarlo en el olvido. Que el propietario del cortijo franjirrojo desprecia a su equipo femenino no es ninguna novedad y apenas se molesta en disimularlo.
Le hemos escuchado alguna vez hablar de igualdad con su equipo femenino y como lo del lenguaje no acaba de ser lo suyo le voy a explicar la definición exacta de igualdad: Condición o circunstancia de tener una misma naturaleza, cantidad, calidad, valor o forma, o de compartir alguna cualidad o característica. Efectivamente, Raúl, ese es su significado y en tu caso cuando proclamas igualdad, realmente quieres decir que tu equipo te da absolutamente igual. Reconozco que ambos conceptos suenan parecidos, pero son diametralmente opuestos.
Hay gente a la que sorprende las decisiones que este señor toma en contra (jamás a favor) del Rayo Femenino. Mi capacidad de asombro, por desgracia, hace mucho tiempo que pasó a la historia, más o menos cuando perdí la esperanza de que alguna vez mis ojos vean algo coherente por su parte. El pasado fin de semana ha sido la última muestra de todo esto, coincidiendo con el partido ante el Betis. Encuentro que se disputó en el Estadio de Vallecas, porque alguien debió recordarle que en el Convenio de cesión del Estadio de Vallecas está firmado que el Rayo Femenino debe disputar dos partidos al año en dicho espacio. Esto lo hace totalmente obligado y «por culpa» de un convenio que se salta a la torera constantemente sin ningún pudor, sabemos que si le dieran a elegir entre hacerse una PCR anal o abrir el estadio al femenino, pediría que en la consulta médica le pusieran música de Taburete para amenizar el mal trago.
El partido se anunció el jueves prácticamente de forma clandestina, disputándose apenas dos horas antes que el choque del primer equipo masculino en La Cerámica. Hubiese sido muy sencillo hacer que no coincidieran en el tiempo ambos partidos, pero eso podría implicar que hubiese más público en el estadio, algo que no iba a agradar a la propiedad. El objetivo era ver un estadio vacío y si eso implicaba quitarle las entradas de cortesía tanto a su equipo como al Betis, pues se hace. El pasado jueves, ambos equipos contaban con 40 entradas cada uno, pero finalmente no hubo entradas para nadie por decisión presidencial. Habitualmente para los partidos que se disputan en la City, el equipo cuenta con 20 entradas de cortesía, que en este caso iban a ser 40 y que al final se quedó en nada. Tomar este tipo de decisiones es de ser bastante cutre y algo mediocre, pues lo único que implica es que la leyenda misógina de este señor siga creciendo en los círculos del fútbol femenino.
Como esto le parecía poco, se encargó de que en el descanso se nos hiciera llegar a los medios la asistencia del partido. Si fuese esta una práctica habitual en el Rayo Vallecano, no tendría nada de extraño, pero es la primera (y supongo que última) vez que así se ha hecho. Imagino que el ánimo del que da esta orden es dejar de manifiesto la escasa asistencia al partido y tratar de ridiculizar por enésima vez a su equipo femenino. Pero como diría la futura Presidenta del Gobierno: Señor Martín Presa, le voy a dar un dato y es que el mero hecho de tener que abrir el Estadio de Vallecas para el Rayo Femenino en contra de su voluntad, ya es una aplastante derrota suya, aunque vaya una única persona al partido. Y es que en su lucha continua frente a su afición, este partido lo perdió por goleada. Por lo tanto, pese a sus innumerables intentos de desprestigiar y clandestinizar este partido, de nuevo ha vuelto a caer derrotado.
En lo que sí coincido con el propietario (cosa que me asusta y me preocupa bastante), es que a la masa social rayista su equipo femenino le es totalmente indiferente y más si ir a verlas implica perderse unos minutos del partido de los chicos de Iraola. El apoyo del hincha franjirrojo al Rayo Femenino es poner un tuit en redes sociales y asunto concluido, salvo el «Komando Cuatro Gatos» que siempre estará de forma virtual y presencial levantando a su equipo cuando este caiga. Esto lo sabe Martín Presa y lo usa como argumento a lo largo de los años para preparar el terreno de una hipotética desaparición de la sección. Ojo, cuando hablo de desaparición de la sección hablo de Rayo A y B, no más allá, puesto que más abajo esos equipos, también bastante maltratados y muy poco cuidados, dan dinerito fresco.
Esto me está quedando bastante largo (ya lo advertí), pero no quiero pasar por alto algo que me parece importante. Sé que es muy complicado realizar tu trabajo cuando las condiciones no son las mejores ni mucho menos, pero el equipo debe sacar ese orgullo y ese amor propio que ha hecho que se salve a lo largo de todas estas temporadas. El menosprecio del presidente debe servir como motivación para la plantilla. Tal vez suenen incongruentes mis palabras, pero no habría mayor triunfo está temporada para ellas que no darle el gusto de un descenso de categoría. Para ello solo vale remar todos (los/as de dentro y los de fuera) en una misma dirección, con una actitud positiva y, sobre todo, humilde. Si alguien tiene dudas, que se mire en el espejo de Alicia o Natalia, jugadoras que son leyendas de la Franja y cuyo comportamiento siempre ha sido impecable y tremendamente sencillo y humilde. En Vallecas no gustan los divos o las divas, no tienen cabida y si alguien pretende tener esa actitud, rápidamente se les reconduce tal y como comentó el capitán Alberto en su charla con Raúl Granado hace muy poco.
Llevamos 13 jornadas y afrontamos dos jornadas en las que al 99% no sumemos puntos, cerrando así la primera vuelta y muy posiblemente siendo colistas. Aún así, sigo siendo optimista y creo que el equipo tiene mimbres para salvar la categoría. Confío en este equipo y en este cuerpo técnico, esto último sé que es muy loco y que hay factores externos que piensan que deberían estar hace tiempo lejos de la Ciudad Deportiva del Rayo Vallecano, pero no pienso gastar un minuto de mi tiempo en estos círculos viciosos, el tiempo y el fútbol pone a cada uno en su sitio y a las pruebas me remito.