Óscar Guido Trejo ha dado este fin de semana otro grandísimo ejemplo de lo que significa ser capitán del Rayo Vallecano. Gracias, Chocota.
No corren buenos tiempos en el Rayo Vallecano, nada nuevo por desgracia y lo anómalo sería tener una semana de absoluta tranquilidad en Vallecas. El día que eso suceda, tal vez, haya que preocuparse de verdad y las alarmas comiencen a encenderse.
A lo que no estamos tan acostumbrados y creo que es absolutamente necesario poner en valor, es a que el capitán del Santa Inés alce la voz y hable tan claro como lleva un tiempo haciéndolo Óscar Trejo. Es muy sencillo compartir en redes sociales una pancarta en la que se pueda leer «Dignidad y respeto», pero es bastante más complicado llevarlo a cabo al pie de la letra. En este sentido, Óscar Trejo ha querido ponerlo en práctica, por encima de cualquier foto en redes que se acerque más al postureo, que a la acción firme que un capitán de un equipo de fútbol. En el mundo del fútbol no todo es de color de rosa y las situaciones idílicas no existen, y menos en este Rayo Vallecano que nos está tocando vivir (o padecer).
Lo sencillo sería esperar a que a final de mes llegue Santa Nómina, entrenar cada día, jugar el fin de semana y mirar para otro lado. Pero hace tiempo que, Trejo decidió que capitanear un grupo era mucho más que lucir un brazalete y representar a su equipo en el sorteo de campos previo a cada partido. El 8 de la Franja sabe que ser capitán de este equipo no es nada sencillo y este fin de semana ha vuelto a demostrar que está a la altura de los grandes capitanes de la historia del Rayo Vallecano. Trejo habla de la imagen del club, de los problemas que se sufren y la ausencia de soluciones a todo esto. Dice que las cosas andan peor para cantera, femenino, ellos mismos y la afición. Pide hacer autocrítica y espera que no sea tarde para dar un paso adelante tan necesario en este club.
Este gesto no ha pasado desapercibido para los aficionados y las redes sociales se han inundado este fin de semana de agradecimientos hacia el capitán. La hinchada ha visto como lo habitual años atrás ha sido escuchar a futbolistas o empleados del Rayo Vallecano, tras salir del club, amenazando con hablar en un futuro y nunca más se supo de ninguno de ellos/as. La gente puede pensar que Trejo habla con total libertad por estar en una posición de poder con respecto a Martín Presa y esto sería un sí, pero no. Está claro que el primer equipo masculino y el hecho de que la pelotita entre o no, es lo que mantiene en mayor o menor medida la excelente fluidez económica del presidente de la sociedad anónima deportiva (que no club deportivo), pero, tal y como he comentado con anterioridad, la postura cómoda sería la de no mojarse en ciertos temas, dar la callada por respuesta y poner el piloto automático cada vez que un periodista le pregunte por todo aquello que se aleje de un fuera de juego, el VAR o su último gol.
Mucho ha llovido desde aquel verano del 2010 en el que Óscar Trejo pisó por primera vez Vallecas, tanto, que el futbolista que hacía magia cada semana con la Franja, se ha convertido en leyenda de la Franja por méritos propios. 12 años después, sigue maravillando con su juego cada fin de semana y, además, se ha ganado el mayor de los respetos de la hinchada rayista por su forma de entender el Rayo Vallecano y Vallecas.
No sé si tu/vuestra lucha servirá de algo, mi optimismo y mi capacidad de asombro hace tiempo que pasaron a mejor vida, en cuanto a todo lo que rodea al Rayo Vallecano concierne. Pero hoy me apetecía darte las gracias por ser un capitán de verdad.
Gracias por no gambetear los problemas del día a día de la Franja con la misma facilidad con que lo haces con tus adversarios, gracias por levantar la voz del mismo modo que levantas la mano cuando vas a sacar un córner, por pedir a la dirigencia que escuchen con el mismo estilo con el que celebras los goles con ese gesto tuyo tan característico.
¡Qué orgullosos pueden estar Mía, Lucca, Santi y Leo de su papá!
