Ayer se celebró la quinta edición de la Carrera del Rayismo con un nuevo éxito de participación y organización
A pesar de haber transcurrido casi un mes desde que finalizó la liga, ayer pudimos ver el barrio repleto de camisetas con Franja. Sí, Franja y no el rayo que el señor Presa repite desde hace tres campañas ya, y esto fue posible gracias a los organizadores de la Carrera del Rayismo.
Más de 3000 personas disfrutaron y padecieron, a partes iguales, de la Carrera del Rayismo que cumplía su quinta edición y era muy especial por tratarse de la Edición Centenario. Todo un año de una labor incansable para llevar a cabo de forma intachable un evento de apenas cuatro horas de duración, pero con un trabajo arduo y minucioso para que todo salga perfecto. Desde las 6.30 horas tomaban ya las calles los voluntarios para cortar calles, montar ropero, avituallamiento y un sinfín de pequeños detalles, que podrían pasar casi desapercibidos pero que son vitales para el buen desarrollo de esta Carrera del Rayismo. Peñistas y aficionados de la Franja al servicio del rayismo de forma totalmente altruista, por amor a un escudo y a unos colores. Porque, qué bonito lucía ese escudo ADR en las camisetas de los participantes. ¿Puede molestar a alguien en su sano juicio ese escudo impreso en el pecho de estas camisetas? Vaya si se puede. Pero, por desgracia, no es ninguna novedad lo de las zancadillas institucionales en cualquier acto o evento organizado por afición o medios rayistas.
La gran novedad de este año fue la posibilidad de elegir la distancia a recorrer los participantes, pudiendo optar por los clásicos 10 kilómetros o, bien, dejarlo en la mitad y correr, andar o simplemente pasear y disfrutar del barrio a lo largo de estos 5 kilómetros de duración. Y es que hubo mucha gente que optó por tomárselo como una oportunidad única de pasear por el barrio, acompañados por amigos, conocidos o familiares que comparten pasión por el Rayo Vallecano. Ya fuese esta la opción elegida o aquella gente más preparada y entrenada en estas lides, todos compartieron la emoción de finalizar la carrera en el templo franjirrojo. Poder entrar al Estadio de Vallecas y levantar los brazos al cruzar la meta es una experiencia única e inolvidable para todos aquellos que lo vivieron y que compartían con los allí presentes. Gente como nuestro amigo Carlos Sánchez Blas, corredor habitual, comentaba en redes sociales que lo de ayer es lo más parecido que uno puede vivir a la San Silvestre Vallecana en su versión Internacional. Seguro que, más pronto que tarde, veremos a Blasic batiéndose el cobre con keniatas, etíopes y la flor y nata del atletismo patrio en esta prueba (aunque sea unos cuantos metros de inicio).
Sin duda, lo mas bonito de la mañana fue a los más peques corriendo en el Estadio de Vallecas. Desde chupetines con 2/3 añitos hasta los más mayores con 15 años y en diferentes distancias, tuvieron la oportunidad de llevarse la ovación de la gente que los jaleaba desde la grada de la Avenida de la Albufera. Alguna que otra caída sin importancia, alguna lágrima de los más pequeños y una extraordinaria labor de las voluntarias que calentaron con ellos y llevaron a más de uno de la mano hasta la propia meta. Este año fueron 500 y hubiesen sido muchos más si no se hubiese acotado en ese número una participación, que crece cada edición.
Además de ser una edición especial por ser la del Centenario, también lo era por el tributo que se hizo tanto a Antonio Castilla como a Juan Pedro Navarro, tristemente fallecidos recientemente. El kilómetro 1 llevaba el nombre del gran Antonio Castilla, uno de los impulsores de esta carrera y artífice de buena parte de todo lo logrado a la hora de sacarla adelante. En el kilómetro 4 se homenajeaba a Juanpe, acudiendo sus hermanas, su hermano y su madre a por el kilómetro, custodiado desde bien temprano por la noche menos grande, Lola.
En definitiva, una temporada más de rayismo que se cierra con una carrera que cumplió cinco años y que promete ser una clásica en el calendario anual de los amantes de este deporte, pese a la dureza de su recorrido en lo que todos los participantes coinciden. Además, hay que recordar que es una carrera con tintes solidarios y se entregó a la Asociación La Kalle un cheque por un valor de 1924€.
Esperamos poder pronto compartir las galerías de imágenes (serán varias y variadas) que nos dejó la V Carrera del Rayismo.