¿Quién desfilomenará la City? El desfilomenizador que la desfilomenice, buen desfilomenizador será.
Gracias al tuit diario de la cuenta oficial del Rayo Vallecano, ayer supimos que el primer equipo masculino entrenó en Valdebebas. En la noticia de la web oficial se decía literalmente que «El entrenamiento se desarrolló en Valdebebas. Agradecemos al Real Madrid su ayuda al cedernos sus instalaciones ante la imposibilidad de ejercitarse hoy en la Ciudad Deportiva y en el Estadio de Vallecas«.
Hago hincapié en que fue el primer equipo masculino el que entrenó, porque del primer equipo femenino no tenemos noticias y también juegan un partido importante el fin de semana (hoy lo han hecho como buenamente han podido y gracias a la enorme voluntad del Villa Rosa). Tampoco hubiese estado de más, que se hubiese ilustrado la noticia con una foto de cómo van los trabajos de limpieza de nieve en el estadio y en la Ciudad Deportiva. Supongo que el en el estadio se estará trabajando a buen ritmo, de cara al partido de Copa del próximo sábado. Aún quitando la nieve, el estado de un césped, ya de por sí maltrecho, puede ser pésimo. Con respecto a la Ciudad Deportiva, unos 40/50 centímetros de nieve cubren todos los campos y todo hace indicar que así van a seguir por tiempo indeterminado, ya que nadie está trabajando para eliminar tal cantidad de nieve.
Mientras esto siga así, los entrenamientos de cantera y Escuela están suspendidos indefinidamente. Estos equipos no tienen la suerte de poder ir a Valdebebas a ejercitarse. 1
Ayer me comentaban el caso de un club modesto de nuestra Comunidad, en el que 15 personas (entre empleados y voluntarios) llevaban tres días quitando nieve durante ocho horas diarias. No estaba eliminada al 100%, pero confiaban en hacerlo muy pronto con la ayuda de una máquina que habían buscado para facilitar la labor. Este mismo club realizó su protocolo anti Covid y habilitó las instalaciones gracias a la labor de una directiva que trabajó lo indecible para que su cantera volviera a entrenar lo más pronto posible (lo lograron antes que algunos clubes de ligas profesionales). La fórmula mágica me la resumieron en la siguiente frase: «Querer es poder».
Reflexionando sobre esa frase y aplicándola al Rayo Vallecano, no me cabe duda que la nieve podría estar prácticamente fuera de los campos de la Ciudad Deportiva si se quisieran hacer las cosas bien.
¿Imagináis una Ciudad Deportiva con decenas de aficionados voluntarios, empleados, con los entrenadores y jugadores/as de cantera o incluso con familias de jugadores/as de la Escuela quitando nieve de los distintos campos durante estos días?
Al 99% no es ninguna utopía esta pregunta que lanzo al aire. Creo que esta afición no es dudosa a la hora de movilizarse y ahí está la campaña Rayismo Solidario, la San Silvestre Solidaria, Días del Rayismo, Carrera del Rayismo, etc. Sería muy sencillo convocar a esas decenas de rayistas para colaborar en esta tarea. Pero volvemos a la frase que encabeza este artículo y si desde la dirección del club se hubiese querido mantener una relación de normalidad y cordialidad con la que, al fin y a la postre, es tu gente, podrías pedir esa colaboración desinteresada. Con los antecedentes que hay en esta relación aún más fría que Filomena, es misión imposible que esto suceda. He reservado un 1% de utopía a mi pregunta para el apartado de empleados. A algunos no les veo cogiendo una pala ni aunque de la nieve brotaran billetes de 500€.
Conozco a los técnicos de cantera y sé que serían los primeros en remangarse y coger una pala para quitar nieve, algo que tampoco creo que suceda ante la situación de impagos que están viviendo. Muy a su pesar, seguirán sin poder hacer lo que más les gusta durante un tiempo, pero hay un refrán muy castellano que resume perfectamente la situación y es que «Además de puta, no van a poner la cama» (que nadie se me escandalice, por favor). Todo esto es aplicable a los jugadores/as.
¿Qué padre o madre no está deseando que su hijo o hija vuelva a entrenar? Por lo tanto, no sería descabellado que familias que vivan cerca de la City fueran a echar una mano, salvo que dichas familias estén hartas de que, temporada tras temporada, haya problemas de ropa deportiva, pagos e informalidades varias por parte del club.
En otras circunstancias, estoy convencido de que la gente rayista hubiese salido en los informativos dando el enésimo ejemplo de solidaridad.
En definitiva, creo que Filomena debería hacer recapacitar a más de uno y preguntarse si merece la pena seguir conduciendo en sentido contrario al del resto del rayismo.
Ojalá próximamente veamos la City con nuestros equipos entrenando y jugando y Filomena sea solo un mal recuerdo.