Tras 7 jornadas, el Rayo B se reencuentra con el triunfo al ganar (2-0) a un combativo Tres Cantos que acabó con 9 jugadores. Cuéllar y Álex firmaron los goles.
En algún momento la tormenta debía escampar, y ese momento fue el pasado domingo. El Rayo B, 7 jornadas después, logró volver a sumar de a 3 al derrotar a un Tres Cantos que nunca puso las cosas fáciles, pero aun así los puntos se quedaron en Vallecas.
Una despejada mañana acompañaba en el campo 4 de la «City» a la disputa del encuentro de la 19ª jornada en el grupo 7 de Tercera Federación. Por si no fuese suficiente llevar 7 partidos sin ganar (de los cuales, 5 derrotas), el Filial de la Franja perdió durante la semana dos futbolistas para lo que resta de temporada, Diego Méndez y Sergio Manzano, ambos intervenidos del ligamento cruzado. Con camisetas de ánimo para ellos saltaron los once titulares de Jorge Vallejo, y por ellos tratarían de lograr un triunfo para dedicarles. Enfrente estaba el Tres Cantos, un equipo al que siempre cuesta derrotar, que llegaba a Vallecas 2 puntos por encima del cuadro rayista y buscaba una segunda victoria consecutiva que le acercase a la zona de playoff.
No hay mucho que contar de un primer tiempo en el que el hambre de triunfo de ambos conjuntos les devoró por completo. Los dos equipos querían tener el balón, porfiaban con fuerza en la zona media manteniendo las pulsaciones en una especie de guerra fría que podía saltar en cualquier momento. Pero lo que vienen siendo ocasiones de gol, muy escasas en ambas áreas hasta el descanso. Quedaba por delante una segunda mitad de la que se esperaba todo y más.
En el segundo tiempo el Rayo B entró con mejor pie, y con apenas dos llegadas logró abrir la lata. Corriendo el minuto 51 se cocinaba la jugada a fuego lento por el costado derecho. Al rondar las inmediaciones del área, el balón le llegó a Cuéllar en la frontal en buena posición para ensayar el disparo. La pelota no salió todo lo fuerte que podía esperarse de los pies del ariete rayista y el tiro parecía atajable, pero al portero visitante Ote se le escapó la bola de entre las manos para acabar en el fondo de la red. Grito de gol y desahogo para Cuéllar y el Rayo B, que hacía muchísimo tiempo que no se ponía por delante en un partido. Tanto con dedicatoria a los compañeros lesionados, pero no quedaba mucho tiempo para festejar, y sí demasiado para tratar de cerrar el triunfo.
El gol terminó por romper el partido. Tras unos minutos en que la reacción visitante iba al ataque sufriendo el shock y dejaba huecos atrás para que el Filial de la Franja llegara al área pero no terminase de concretar las jugadas, el Tres Cantos se recompuso y se volcó en búsqueda del empate. Y lo hubiera conseguido de no ser por la figura de Mario Ramos. Si el Rayo B se reencontró con el triunfo y logró mantener la portería a 0, fue en gran medida gracias a su portero. Fueron innumerables las oportunidades que sacó la mano a pasear para negar el gol a los que vestían de negro, dos de ellas casi podrían calificarse como milagro, pues parecía estar batido el meta, pero de alguna forma Mario se recomponía y alargaba el brazo para desviar el cuero.
El goteo de ocasiones falladas, el paso de los minutos y la actuación del árbitro, que se mantuvo impasible ante acciones polémicas en ambas áreas, fue un explosivo cóctel para el Tres Cantos. La tensión estuvo cerca de saltar por los aires cuando el visitante Adnan y el local Viega se encararon y tocaron las caras, situación resuelta con una amarilla salomónica que tendría grandes efectos más adelante. En una de las numerosas internadas tricantinas, Adnan se jugó un órdago al irse al suelo dentro del área rayista, buscando que pitaran penalti. El juez lo que entendió fue simulación del delantero visitante que le costó la segunda amonestación y la consiguiente roja. Se le ponían las cosas de cara al Rayo B, que dentro de su gran esfuerzo defensivo, se tomaba un respiro al ver que el rival quedaba en inferioridad numérica.
Ya entrando en el tramo final, llegaba el más difícil todavía para el Tres Cantos. Capi, quien fue amonestado en la primera parte por una entrada rasante, realizó una falta similar y veía también el camino a vestuarios por doble amarilla. Le restaban al contrario 9 jugadores en el campo, y ya entrando en los 5 minutos que hubo de descuento, era el momento de que el Filial de la Franja sentenciara el pleito, y lo hizo en el 92 de la mano de jugadores que salieron desde el banquillo. Miguel recuperó el balón en campo propio y lo hizo avanzar para generar la superioridad numérica en la contra. Así le llegó el cuero al pie de Álex Monerris, solo en el área ante Ote y con mucho tiempo para decidir qué hacer, que no fue otra cosa que definir y anotar. Ahí ya sí que se soltó la frustración rayista de 7 jornadas sin conocer una victoria que con este segundo tanto ya no se iba a escapar. Lo que hubo tras el 2-0 estuvo de más, con ambos banquillos implorando por el pitido final.
Vuelve a sonreír el Rayo B. Costó mucho, pero al fin llegó la victoria. El primer triunfo del Filial de la Franja desde noviembre, el primero de 2024 y el primero como locales en el campo 4. 3 puntos importantes y necesarios que colocan a los de Jorge Vallejo en 7º lugar de una igualadísima clasificación, pues están a 1 punto del playoff y 4 por encima del descenso. Luego de quitarse de encima la pesada mochila de 7 partidos sin ganar, ahora el Rayo B ha de asumir un gran reto, pues el próximo sábado visita al tercer clasificado, el Leganés B, en un siempre complicado duelo de filiales en la Instalación Deportiva Butarque.