El equipo de Dongil derrotó en la «City» a un rocoso Villanueva del Pardillo por 2-0, goles de Quivira y Nacho Fariña.
Aquí, en casa, con tu gente animando aunque no esté presente en la grada, es donde se ha de hacer fuerte un equipo. Aquí, en Vallecas, en la «City», venció el Rayo B. Lo hizo justamente, con marcador de 2-0, a un equipo duro y peleón como fue el FC Villanueva del Pardillo.
Tarde preciosa, sin nubes y con una temperatura a todas luces excesiva para el día de Halloween, perfecta para la práctica del fútbol, que esperaba a franjirrojos y blanquiazules para inaugurar la tercera jornada del subgrupo VII A de Tercera. Ángel Dongil repitió la convocatoria y la alineación de la semana anterior para recibir al cuadro de Diego Meijide, que necesitaba sí o sí sumar para estrenar su intacto casillero de puntos.
Arrancó el encuentro con un punto alto de intensidad desde el inicio. El fuerte ritmo que trataron de imponer ambas escuadras no fue del gusto de las piernas de todos los futbolistas, teniendo que verse ambos entrenadores obligados a mover el banquillo antes del minuto 20. Primero fue Carlos Hernández, el extremo del Filial de la Franja, que tras un impacto su rodilla dijo basta y tuvo que ser reemplazado por Gimeno en el minuto 10. Más tarde sería el ariete visitante Cuéllar, que pese a que lo intentó tuvo que resignarse a abandonar el terreno de juego, entrando en su lugar Boni. Compensación de contratiempos en el comienzo.
En lo que a juego se refiere, la fuerza y la intensidad estuvieron siempre presentes. En los minutos iniciales parecía llevar la iniciativa el Rayo B, pero la fuerte presión del Villanueva del Pardillo, su contundencia en la lucha por las pelotas divididas y su apuesta descarada por los balones largos hicieron que se oyera algo de runrún en las vallas del campo 4, donde se agolpaban algunos aficionados en los huecos que dejaban los setos para ver el partido, dado que la pandemia obliga y no se ha abierto aun la «City» al público. Hubo más ruido que nueces por parte de los atacantes visitantes, también porque la zaga vallecana supo estar a la altura, y si no llegaba la defensa, la ventaja para atrapar el esférico era de Roberto.
Pasada la media hora, parecía que poco a poco se iba asentando en el campo el cuadro franjirrojo. El buen tándem Sánchez-Arratia distribuía balones a los laterales, en busca de Iker y Boigues, quienes trataban de conducirla hasta las inmediaciones del área. Para entonces ya quedaba el cuero en poder de Cano o Aguirre, que levantaban la cabeza buscando o bien el centro para la altura de Marc Echarri, o bien el disparo personal. Fueron muchos los balones que pulularon por el área de un conjunto villanovense bien pertrechado atrás, por lo cual fueron más bien pocos los que salían en forma de chut, y ninguno de ellos entre palos.
Entrábamos en los últimos 5 minutos de la primera parte con la poca concurrencia de prensa dando por hecho el 0-0 al descanso. Sin embargo, el destino e Iván Quivira tenían otros planes. Una jugada de ataque que inició el propio 30 rayista acabó mansamente en los guantes de Kike. Sin embargo, el veterano guardameta cometió un error de bulto en el saque al entregársela directamente a Quivira. El joven ariete franjirrojo controló en el pico derecho del área, apuntó a la escuadra contraria, disparó y la puso donde quiso, completamente inalcanzable para el portero. Retumbaba el grito de gol en el 42 de partido. Abrió la lata Quivira con su segundo tanto del curso. Después sucedieron 3 minutos de tiempo reglamentario y otros 4 de descuento (por los cambios) de una intentona de reacción blanquiazul sin éxito. En el descanso de un partido en el que había más fuerza que juego, ganaba el que más lo buscó. Ganaba el Rayo B, por un error, sí, pero también vale.
El sol se ponía tras la grada del campo 4, dando sombra y haciendo algo más fresca la tarde, cuando volvieron los dos conjuntos al verde para la segunda parte. Desde el pitido inicial se lanzó en tromba y con fuerza el Villanueva del Pardillo en busca del empate. Refrescados por un doble cambio en el descanso, los de Diego Meijide tuvieron sus 15 minutos de dominio, jugando principalmente en campo local y tratando de mover la pelota, tal vez por encima de las habilidades de su plantilla. Del otro lado, aguantaban con entereza el chaparrón los de Ángel Dongil, míster al que no le gusta ver a su equipo echarse atrás y más si es para sufrir. Es por ello que en el minuto 57 reordenó el equipo de mitad de campo para arriba con un doble cambio, retirando al goleador Quivira y al «Pichichi» Marc, que se iba del partido sin anotar por primera vez en el presente curso, y dando entrada a Manu Navarro y a Nacho Fariña. Jugadores de medio campo con funciones y presencias ofensivas. Movimiento que posteriormente dio sus resultados.
A la vez que este doble cambio ingresó el 9 visitante Doval por Doute, en un movimiento para tratar de aportar frescura a las visiblemente cansadas piernas del conjunto blanquiazul. Después de la resistencia, el Rayo B pasó a tomar la iniciativa del juego, viéndose durante un largo tramo el juego que uno se espera del Filial de la Franja: dominador, que busque mover la pelota y al rival, tirando lo justo de balones largos y con fuerza en ambos fondos del campo. Eso sí, los acercamientos y los disparos fueron más bien escasos, pero el control del juego por parte de los locales hacía que solo lo corto del marcador y los flashbacks de Paracuellos pusieran en duda la victoria. La respuesta del Villanueva del Pardillo a este dominio fue el emplearse con fuerza, más aun, en cada pelea por la pelota, y con más fuerza aun en las protestas y en algún tumulto aislado que corría en contra de sus intereses, pues es tiempo que corre en favor del que gana.
Con todo y con eso, alguna oportunidad tuvieron. La mejor, y casi el único disparo visitante entre palos, un tiro colocado de Doval al segundo palo que obligó a estirarse a Roberto para repelerla con la palma del guante y luego acabar quedándosela. Una estirada para que el portero rayista se ganara el pan por haber estado en un encuentro en el que no tuvo mucho trabajo, y a la vez un toque de atención para Dongil, quien decidió meter a Barroso por un esforzado Aguirre en su última ventana de cambios. Permuta que llegaba a 15 del final y que sirvió para que el Rayo B se asentara cada vez más y mejor en campo rival, tratando de poner balones al área que pudieran ser rematados para cerrar el pleito y acabar con cualquier atisbo de remontada. Fue por otra vía, pero el tanto de la tranquilidad llegó.
Corriendo el minuto 84, se cocinaba la jugada en el medio campo rayista, moviendo la pelota de un lado a otro para finalmente ser volcada hacia el costado izquierdo del ataque local. Ahí recibió Nacho Fariña, en zona de tres cuartos, y con habilidad encontró el hueco para zafarse de la defensa, plantarse en el corazón del área, aguardar la salida de Kike y batirle con un chut raso ajustado al segundo palo. Ahora sí podía festejar la delegación franjirroja que el triunfo no se iba a escapar. Dio resultado la apuesta por la frescura y la fuerza de Nacho, habitual hombre de refresco para Dongil, que esta vez si logró el preciado objetivo de todo futbolista, cerrando el partido con su primer gol de la temporada, convirtiéndose así en el 4º futbolista del Filial de la Franja que ve puerta este curso.
Los 6 minutos que quedaban para el 90 y los 4 que hubo de descuento no fueron más que un desesperado intento del Villanueva del Pardillo de meter balones al área local para, si bien no había tiempo para remontar, al menos no irse con el marcador a 0. Ni eso lograron, pues el esfuerzo conjunto rayista atrás se veía inexpugnable, sin lugar a flaquezas ni sorpresas desagradables, para alivio de cuerpo técnico y allegados al equipo vallecano. Así no quedaba sino esperar al pitido final, y eclipsarlo con gritos cuando por fin sonó.
Victoria para el Rayo B, conseguida a base de fuerza y juego, frente a un Villanueva del Pardillo que se empleó a fondo pero sale de Vallecas con los mismos puntos con los que llegó, ninguno. Primera portería a 0 del curso y segundo triunfo del Filial de la Franja en otros tantos partidos como local, que le permite sumar 7 puntos de 9 posibles y les hace dormir líderes del subgrupo VII A. Si hay algo que pueda mejorar la estampa de un atardecer en Vallecas, es añadirle a un equipo franjirrojo celebrando un merecido triunfo. Ahora les toca a los muchachos de Dongil trabajar para tratar de repetir triunfo la próxima semana, lejos de Vallecas, en su visita al difícil campo del Torrejón.
FICHA TÉCNICA
Rayo Vallecano B: Roberto (p.), Iker, Jorge Moreno, Arratia (cap.), Aguirre (Barroso m.75), Marc Echarri (Nacho Fariña m.57), Cano, Carlos Hernández (Gimeno m.10), Boigues, Sánchez y Quivira (Manu Navarro m.57).
No utilizados: Luis Del Ramo (p.s.), Kevin, Rueda y Aitor. Entrenador: Ángel Dongil.
FC Villanueva del Pardillo: Kike (p.), Pani, Raúl, Marco (cap.), Doute (Doval m.56), Zárate, Sergi (Andrés m.68), Guaje, Sinal (Álvaro m.45), Carbo (Pérez m.45) y Cuéllar (Boni m.19).
No utilizados: Cubillo (p.s.), Carlos, Álex y Pina. Entrenador: Diego Meijide.
Árbitro: Sr. Nicolae Giurca. Amonestó a Gimeno, Jorge Moreno y Nacho Fariña en el Rayo B y a Sergi, Andrés, Marco, Pérez y Doval en el Villanueva del Pardillo.
Goles: 1-0, m.42, Quivira. 2-0, m.84, Nacho Fariña.
Ciudad Deportiva Fundación Rayo Vallecano, encuentro a puerta cerrada. Partido correspondiente a la 3ª jornada del Campeonato Nacional de Liga, Tercera División, subgrupo VII A. Tarde soleada y cálida. Césped artificial en condiciones aceptables para la práctica del fútbol.
Informó Jorge Morales García. Imagen de Alberto Leva.