El Rayo B no empezó el 2024 de la mejor de las maneras, sin embargo, es un equipo en el que se puede creer y que aspira a todo.
Qué fácil es confiar cuando vienen bien dadas. Cualquiera se sube a un carro ganador. Pocos se quedan cuando el viento te sopla en contra y no queda otra que remar. Pasa mucho en el fútbol, más en clubes como el Rayo, y más en equipos como el Rayo B, que como todo lo alejado del primer equipo, a falta de apoyo o atención por parte del mandamás, necesita de ese reducido nicho de aficionados que le siguen de toda la confianza que se le pueda dar. Además, que para este curso hay motivos para confiar.
El comienzo de 2024 no pudo ser peor para el Filial de la Franja. Arrancaba el año jugando de local en el campo 4 de la «City», después de haber jugado hasta el momento en el 5, cambiando la hierba natural por la artificial. Con varias bajas sensibles, ya sea por lesiones o compromisos coperos (Diego Méndez fue titular en Huesca y Becerra ante el Atleti en la Copa juvenil), los de Jorge Vallejo enfrentaban a un Villanueva del Pardillo que llegaba a Vallecas en descenso. Viendo la situación de ambos equipos antes de empezar el partido, alguien que no sigue mucho la Tercera diría que el cuadro vallecano debería tener una victoria fácil. Nada más lejos de la realidad. Todo lo que le podía salir mal al Rayo B le salía mal, y el rival ejecutó su plan a la perfección, llevándose una goleada por 0-4 en el autobús de vuelta. Derrota sonrojante que dejó sorprendidos a propios y extraños, y que a alguno daría pie a afilar los cuchillos.
Sin embargo, yo pido calma y confianza para este equipo. No olvidemos que se ha tenido que reconstruir un equipo que la temporada pasada descendió de categoría. Solo la RFEF, al ampliar los grupos de Tercera Federación, salvó al Rayo B de tener que jugar esta campaña en Regional Preferente. Pasado el susto, se trabajó en montar un nuevo equipo, buscando talento y juventud de donde fuera, con un nuevo cuerpo técnico, contrastado y con experiencia en la categoría. El resultado de ello es un equipo que juega un fútbol vistoso, a veces asumiendo riesgos muy altos para la bisoñez del plantel y la categoría en la que juega, pero que saca adelante más partidos de los que falla. Y a la vista está, que pese al patinazo del domingo pasado, el Rayo B va 5º en la tabla, cerrando la zona que da acceso al playoff de ascenso.
Aun queda más de la mitad de la liga por jugarse, y días como el último son difíciles de digerir, pero al que suscribe este cuadro le da mucha confianza. Eso, y nada más, es lo que uno pide para el que siga al Filial de la Franja. También es lo que pide el míster. Cuando han venido días duros y rachas de partidos sin ver puerta, siempre sale Jorge Vallejo a dar la cara por los suyos y a demandar esa confianza, diciendo que a final de temporada el Rayo B será de los equipos más goleadores del campeonato a la finalización del mismo.
El meterse en playoff sería un gran logro, y lograr el ascenso todo un sueño, pero tampoco se ha de exigir demasiado a un equipo que viene de sufrir un descenso en el campo, que aunque finalmente no se consumara, no deja de hacer mella en los jugadores que permanecen de la temporada pasada, que son los que aportan veteranía y están echando más ganas para sacar adelante este ciclo. En cuanto a los nuevos, son todo garra e ilusión. Tienen todavía un mundo por aprender, pero no cabe duda de que están en buenas manos para terminar esa etapa formativa que toca a su fin en los equipos filiales.
En resumen, no se queden con la imagen que se vio el domingo pasado. Este equipo está pensado para dar al aficionado más alegrías que sinsabores, y no cabe duda de que lo conseguirán. A los medios que seguimos el Rayo B nos parece significativo el salto futbolístico que este plantel ha dado con respecto al año pasado, y tenemos la certeza de que lo mejor está aun por llegar. Por lo tanto, aficionados, les pido que sigan apoyando, que estos muchachos no les van a defraudar. Habrá días más duros, pero también domingos de goles y alegría, y el del domingo próximo, en casa ante el Alcalá, no me cabe duda de que será de los segundos. Esta joven plantilla, si cae una vez, se levanta dos. En resumen, confíen en este Rayo B, porque hay con qué confiar.