En su último partido del 2024 y primero en el campo 5, el Rayo B vence un disputado partido a Las Rozas (3-2) gracias a los goles de Étienne (x2) e Ybarra.
Lo natural, al jugar en casa, es que tu terreno favorezca tu juego. Lo natural, cuando logras anotar 3 goles en un partido, es ganarlo. En un final de año feliz pero no exento de sufrimiento, el Rayo B se estrenó en su propio césped natural ganando a un combativo Las Rozas que nunca le perdió la cara al partido.
Un sol sin nubes apaciguaba el frío mediodía que acompañaba a la concurrencia en la «City». Horario extraño (13:00) para el primer partido de Tercera Federación de la temporada que se jugaría en el césped natural del campo 5, atendiendo por fin a una demanda del equipo, tanto por como favorece al equipo por el mal y peligroso estado en el que están los campos de pasto sintético. En este escenario espectacular saltaría por última vez en 2024 el Filial de la Franja de Jorge Vallejo, que buscaba su segunda victoria seguida en casa tras empatar en su vista al Canillas, para enfrentarse al Las Rozas CF de Manuel González, firme candidato a optar por los puestos altos que venía de caer derrotado en su feudo ante el Leganés B, cortando así una racha de 5 partidos invicto, de los cuales 4 fueron triunfos.
El inicio del encuentro no fue el deseado por el conjunto franjirrojo. Durante el primer cuarto de hora el cuadro roceño salió a tope, teniendo el balón en campo rival y asfixiando con su presión la salida de balón desde atrás de un Rayo B que no conseguía dar 3 pases seguidos. Varias llegadas peligrosas hicieron sentir el peligro a la parroquia local, pero el cuadro rayista salió indemne y con el paso de los minutos se fue asentando en el campo, jugando como le gusta y llegando a pisar el área rival. Un disparo de Ybarra que golpeó el larguero tras un desvío en un rival sería la mejor opoertunidad para los vallecanos, amén del momento de decir «presente» sobre el césped y tratar de ir a por más. Si bien no con la fuerte presión del inicio, el elenco visitante seguía queriendo jugar de tú a tú, inquietando con un par de disparos lejanos que intentaron sorprender a un adelantado Adrián Molina, que ocupaba el lugar bajo los palos que dejaba un Juanpe Gil llamado por Íñigo Pérez para completar la expedición del primer equipo al Villamarín, pero que no vieron puerta. Así se llegaría al descanso, con el resultado inicial inmóvil en el marcador tras un primer tiempo disputado y vibrante al que solo le faltaba el gol.
Todavía con el bocata del descanso en la garganta de más de uno en la grada, abriría la lata el Rayo B. No llevábamos ni 2 minutos de segunda mitad cuando arrancaba la acción desde atrás por banda izquierda y con un autopase Ybarra se zafaba de sus marcadores para entrar corriendo en solitario a terreno rival. Levantó la cabeza y vio entrar por el centro a Étienne. A él le fue el balón, con el control quedó mano a mano con el portero Álex, y con un sutil movimiento se marchó del portero para escorarse ligeramente y empujar con tranquilidad el cuero a la red. Tras varios partidos sin ver puerta, Étienne volvía a reencontrarse con el gol, y el Filial de la Franja golpeaba pronto en el segundo tiempo de la mano de su «Pichichi» particular. Por otra parte, quedaba aun un mundo de partido, y el rival era peligroso y se crecía lejos de casa, por lo que se avecinaba un segundo tiempo movidito.
Herido por el tanto encajado, el cuadro de Las Rozas se lanzó en tromba a buscar el empate. Por momentos volvió a arrinconar al Rayo B en su área, como hizo en el inicio del encuentro, mandando balones al área que se lograban sacar a duras penas. Sin embargo, en el minuto 53, llegaría el tanto de la igualada, no de jugada abierta, sino de una genialidad a balón parado. Como no, tenía que ser Quivira, otrora mediocampista franjirrojo y hoy capitán roceño, quien en una falta lateral pegada al borde del área en el flanco izquierdo visitante, hiciera volar la pelota a una altura inalcanzable para Adrián Molina y haciendo que cayese en la red de la escuadra del segundo palo. Se cumplía la ley del ex con un señor golazo que volvía a poner la igualdad en el marcador, así que tocaba volver a empezar para ambos equipos.
Si bien, tras el empate, parecía un puntito más ambicioso el cuadro azulón, llegando incluso a reclamar un penalti que no se pitó y cuyas protestas le costaron la expulsión de su jugador suplente Álvaro, el Rayo B no se sentía incómodo y buscaba explotar sus virtudes, potenciadas al jugar en campo natural y amplio, para volver a ponerse por delante. Y ese tanto de la ventaja llegaría al estar cerca de cumplirse el 64 de partido, en una contra nacida del área propia en la que se le logró mandar el balón en profundidad a Iván Íñigo, que correría por la derecha hasta el pico del área en situación de 4 para 4. El joven jugón resbaló en su intento de recorte, pero se rehizo para dar el pase raso a un Ybarra que entraba libre de marca por el otro lado. El 10 encaró la salida a achicar de Álex y la superó con una definición perfecta que mandó la bola a besar las mallas donde se juntan por el interior del segundo poste del marco roceño. Volvía a la ventaja el equipo vallecano tras el buen gol de Ybarra, que acumula dos partidos seguidos viendo puerta y 5 tantos en lo que va de campeonato, y sabiendo que la alegría por marcar no debía hacer disminuir los esfuerzos, pues aun quedaba mucho tiempo y el rival también juega.
El segundo tanto cayó peor para los visitantes que el primero, pues si bien Las Rozas trató de reaccionar, no lo hizo con la misma energía que tras el 1-0. Sabía el Rayo B que era el momento de echar a su rival a la lona, y casi lo logra en una acción colectiva en la que Étienne dejó pasar la asistencia de Marco para que rematase Ybarra en una posición franca pero mandando la pelota rozando el poste por fuera de manera increíble. No obstante, a instantes de entrar en el último cuarto de hora, llegaría el supuesto tanto de la sentencia, y lo haría en una acción inverosímil. Cada saque de puerta local era en corto, lo cual casi siempre invitaba al rival a subir la presión sobre la salida, pero esta vez fue diferente. Adrián sacó con un pase a Revuelto, que estaba a su lado, y este la mandó largo a campo rival, buscando la carrera de un Étienne que ganó la espalda a unos despistados defensas y quedó solo ante el portero con 30 metros por delante. Esta vez definió el mano a mano sin recortar, directo a las redes para reafirmar la ventaja rayista y lograr su 10ª diana de la campaña. Con el 3-1 se vislumbraba un final de año feliz, aunque todavía el partido no acabó.
En otros equipos, llevar 2 goles de desventaja al entrar en el tramo final les haría tirar la toalla. En Las Rozas no. Los de azul, sin nada que perder, volvieron a poner el cerco sobre la portería de un Rayo B que se manejaba fuerte y seguro en defensa, manteniendo el resultado al cumplirse los 90 y darse 4 minutos de añadido, que acabarían siendo 6 por una atención médica a Marco. Justo cuando se cumplía el 94, otra vez Quivira, otra vez con un golazo, un zapatazo desde más allá de la media luna directo a la escuadra e imposible para Adrián, metía el nerviosismo en el cuerpo al que fuera su equipo. Quedaba poco, pero el 3-2 daba algo de esperanza al cuadro visitante, que acabó el partido con su portero Álex subiendo a rematar un córner que consiguió sacar la zaga franjirroja, y acto seguido llegaba el final del encuentro.
Regreso feliz al césped natural en casa para el Rayo B, que con contundencia y pegada, y sabiendo sufrir hasta el final, venció a un Las Rozas que fue más que digno rival y que nunca entregó la cuchara aun cuando las cosas se le pusieron más cuesta arriba. El doblete de Étienne y el gol de Ybarra dan al Filial de la Franja su segunda victoria seguida como local y su tercer encuentro invicto al hilo, y con los sumados en esta ocasión alcanza la cifra de 29 puntos que lo aúpan a la segunda posición empatado con el Trival Valderas, sacando 2 de ventaja al Torrejón, 5º clasificado y principal aspirante a los puestos de playoff. Acaba el 2024 para el Rayo B, que a la vuelta de vacaciones asumirá 2 partidos seguidos lejos de Vallecas. El primero, el domingo 12 de enero, para cerrar la primera vuelta, será la visita al Villaverde San Andrés.
Texto de Jorge Morales García. Imagen de Miguelito.