Después de tres triunfos consecutivos, el Rayo Vallecano B caía derrotado en su visita a otro filial, la AD Alcorcón B.
La de ayer fue la cuarta derrota del curso liguero y lo cierto es que fue distinta a las tres anteriores, puesto que el equipo no empezó el partido nada entonado y, sin ser tampoco su mejor versión, se fue entonando con el paso de los minutos en el segundo acto.
Con la baja de Diego Méndez, convocado con el primer equipo, el equipo de Jorge Vallejo buscaba encadenar la cuarta victoria consecutiva y meter presión a un Leganés B que jugaba casi a la vez que el filial rayista. Los nuestros no esperaron ni a que se cumpliera el primer minuto de juego para dar el primer susto a la hinchada alfarera (liderada por una muchacha y su megáfono, que no paró ni un solo segundo de jalear a su equipo). Cuéllar en banda izquierda se hizo con un balón que le llegó tras una salida en falsa de Alguacil, levantó la cabeza y casi sin ángulo mandó el esférico al lateral de la red de la portería local. Era toda una declaración de intenciones la del 14 del filial, llegando incluso a callar durante décimas de segundos a la incansable hincha del megáfono (benditas décimas de segundos para todos los allí presentes).
Por desgracia, se quedó solo en eso, una mera declaración de intenciones, puesto que el filial alfarero tomó las riendas del partido y desplegó todo su caudal ofensivo, materializándose en gol a los cuatro minutos de juego. Ybarra, en una de las veces que intentó entrar por dentro desde banda izquierda, trató de pisar área entre una maraña de piernas alfareras que acabaron por robar el balón, prolongando el balón en largo para la llegada de Nico solo que, a la contra, batía de tiro cruzado a Mario y hacía el 1-0.
Minutos después, Luismi de falta lejana, relativamente fácil para Alguacil, haría el único disparo entre los tres palos del Rayo B en toda la primera mitad. El filial rayista estaba grogui y de la misma manera acabó Kevin tras un golpe en la cabeza, que hizo que el equipo jugara con 10 durante unos cuantos minutos. Lejos de despertar, era el conjunto de Gonzalo Cuenca el que dominaba y robaba muy arriba gracias a la presión alta. El centro del campo era totalmente suyo, con Manu e Iván Ramos superados por la intensidad alfarera. Solamente el acierto bajo palos de Mario y el larguero hicieron que los locales no ampliaran diferencias en el marcador antes. Iba a ser en el minuto 41 cuando llegaría ese segundo tanto, tras un centro raso y potente por banda diestra, que superó a la defensa rayista y empujó a gol Amaro, entrando totalmente solo al segundo palo.
En el entretiempo, Jorge Vallejo quiso cambiar la cara del equipo dando entrada a Joselu, Manzano y Expósito. Sin llegar a ser el Rayo B al que nos han acostumbrado a ver esta temporada y aprovechando también que el Alcorcón bajó varias revoluciones esa intensidad y esa presión alta, los nuestros comenzaron a tener mayor presencia en campo rival y a buscar las costuras de su defensa. Fruto de estos arreones de nuestro filial llegaron las primeras ocasiones serias de peligro para los nuestros. Primero sería Joselu el que iba a recibir un balón dentro del área, se revolvía y su disparo se marchaba cruzado.
Con Expósito llevando la manija y nutriendo de balones tanto a Losada como a Manzano, sería este último el que iba a poner un excelente balón al segundo palo, pero el cabezazo de Arribas se marchó cerca del palo cuando ya se cantaba el gol del Rayo. Un gol que hubiese metido al equipo en el partido y, como ya nos tienen acostumbrados, podría haber hecho que la remontada se hubiera consumado. De nuevo iba a ser Joselu el que ganaba el duelo a su marcador y se internaba en el área, pero su disparo se marchaba por encima de la portería. El Alcorcón, por su parte, intentaba aprovechar los espacios que el Rayo para buscar a la contra un tercer gol que cerrará definitivamente el partido.
El gol rayista llegó a la salida de un córner que Expósito puso al segundo palo y Kevin cabeceó al fondo de las mallas. Con menos de 10 minutos por delante para finalizar el choque, el Rayo B ya tenía que irse a tumba abierta si quería rescatar un punto y fruto de esto llegó el tercer gol alfarero en el último suspiro de partido.
Caras serias y futbolistas jodidos de camino a vestuarios, prueba más que palpable de que no habíamos mostrado nuestra mejor cara en el duelo de filiales. No cabe más que seguir apoyando a un equipo que respecto a la temporada pasada lo único que mantiene es el nombre y están demostrando que no tienen techo. Por lo que, como cantaba Siniestro Total allá por los 90, ante todo mucha calma. Y es que uno de los temas más famosos del discazo de la banda gallega decía aquello de «Vamos muy bien«, algo que podría firmar este Rayo B y en derrotas como la sufrida ayer deberían hacerse esas tres preguntas con las que Siniestro nos deleitó en ese mismo álbum: ¿Quienes somos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos?
Yo tengo clarísimas las tres respuestas a esas cuestiones y a la tercera solo tengo que decir que, vamos a seguir disfrutando mucho, a soñar con hacer algo grande esta temporada, a gozar con los triunfos del equipo y a levantarle cuando caigamos.
Y aunque el domingo por motivos laborales no pueda estar en la City siguiendo el partido, diré aquello de «Alégrame el día«.