El Rayo B pagó los platos rotos del Navalcarnero y salió goleado del Mariano González (4-1). El gol rayista lo hizo Marc de penalti.
No es fácil enfrentarse a un equipo que va enfilado a ser campeón, pero además si llega herido es peor. Así le sucedió al Rayo B, que sufrió un castigo severo ante el CDA Navalcarnero en un partido con un resultado engañoso.
El sol de la tarde invitaba a la gente a acudir a la tribuna del Mariano González, si bien en la sombra se sufrían los rigores invernales del ocaso. Llegaba a la cita el Filial de la Franja vistiendo la tercera equipación de la presente temporada y aspirando a hurgar en la herida del cuadro rojiblanco, que por primera vez en la temporada había encadenado 2 derrotas consecutivas y parecía vulnerable.
En la previa, el partido se planteaba como una lucha de poder a poder entre dos equipos aspirantes al playoff. Y así fue en el primer periodo. Los 10 minutos iniciales trajeron consigo intentonas desde la frontal por ambos lados como mejores oportunidades de abrir el marcador. Luego sí que parecía que los de Ángel Dongil estaban manejando mejor la situación, moviendo la pelota y provocando con la presión que su rival apenas aguantasen la posesión del cuero con 3 pases. Si bien en el manejo del juego estaban más acertados los visitantes, el despliegue defensivo local hacía prácticamente imposible el generar peligro.
En esas estábamos llegando el ecuador de la primera mitad cuando se abrió la lata. Perseveraron bien los muchachos del «Naval» en su primera posesión larga en varios minutos, cocinando la acción a fuego lento por la banda izquierda y generando casi de forma imperceptible la superioridad para ganar la línea de fondo y poner el centro a media altura cerca del primer palo. Como una exhalación acudió allí Jesús De Miguel, que como el buen goleador que es, anticipó la salida de Mario De Luis y remató el esférico de forma inapelable. Se adelantaba el líder de esa manera en el minuto 23. Justo cuando parecía que el control del partido era del Rayo B, recibieron los vallecanos el primer castigo del encuentro.
Se puso el Filial de la Franja a buscar el empate con premura tras el gol, teniendo la primera y la mejor oportunidad Arratia en un disparo desde más de 30 metros que se estrelló violentamente contra la cruceta. Insistió con acercamientos y juego el equipo rayista, pero la defensa rojiblanca seguía mostrándose impenetrable. De vez en cuando también hubo ataques navaleros a la contra, pero la zaga visitante no permitió que se pasara a mayores. Acababa en el 45 clavado una primera mitad vistosa e igualada que le daba el premio al Navalcarnero y el castigo al Rayo B, aunque nadie esperaba que el encuentro no acabara con más goles.
No se dio el famoso arreón inicial de la segunda parte, de hecho fue todo lo contrario. Dio comienzo con el saque de centro del Navalcarnero, el cual derivó en internada por la banda derecha en campo de un Rayo B aturdido, centro al área que no acierta nadie a rematar o a despejar, balón suelto en el área grande que se encuentra Lozano a la altura del punto de penalti y que fusila a la red sin contemplaciones. Castigo al despiste con apenas 40 segundos de segundo tiempo, Lozano que cumple la ley del ex y el partido que se ponía muy cuesta arriba para los intereses vallecanos.
Cayó como un jarro de agua fría el segundo tanto encajado en el Rayo B, que trató de inmediato de volver a meterse en el encuentro. Y lo logró al cumplirse el minuto 50 de partido, en un balón llovido a la frontal del área que peleó Marc Echarri bajo la marca de Manu Jáimez, quien hizo carga en el salto al ariete. Se fue al suelo el 11, y no dudo el colegiado en señalar penalti. Con el lógico runrún en la grada por la pena máxima cobrada a favor de los visitantes, y tras un breve concilio entre los delanteros, se posicionó Marc para ejecutar y anotar con un disparo fuerte a la derecha de Néstor, el meta local, que se lanzó al lado contrario. Se metía de nuevo en el partido el cuadro rayista con la pena máxima que transformó el «Pichichi» del grupo VII de Tercera, convirtiendo de esa manera su 13º gol en el campeonato y el número 40 de todo el equipo.
Antes del penalti ya tenía pensado Ángel Dongil qué cambios hacer para buscar la remontada, y tras subir el 2-1 al marcador las hizo, metiendo a Cano en lugar de Diego antes de reanudarse el juego y a Alberto por Álvaro Juan 5 minutos después. La intención era clara, concentrar efectivos en el ataque y tener más el control del esférico. Con estas dos incorporaciones y el marcador tan cerrado, el partido entró en una dinámica de locura atroz, rompiéndose el juego por el medio campo. Corría la pelota de área a área casi sin resuello, con el Rayo B buscando el empate y el Navalcarnero la sentencia, pero con una incertidumbre que hacía el partido bastante apasionante y abierto.
Y a río revuelto, ganancia de pescadores, en este caso de los del barquito chiquitito rojiblanco. Pasada la hora de juego, en una acción que se iniciaba con polémica por una posible falta a Ángel Algobia no pitada, corrió el «Naval» para hacer la contra por el costado izquierdo, en una acción similar a la del primer tanto, que en esta ocasión acabó con centro raso en el área grande para el remate inapelable de Dani Oliva. Volvía a ponerse la cosa muy de cara para los locales y muy negra para el Rayo B. 3-1 con menos de media hora por jugarse.
Se volcó el Filial de la Franja en buscar el tanto que le hiciera llegar al tramo final con posibilidades de sacar algo. Pero no conseguía penetrar en la zaga local, y con tantos jugadores en ataque se dejaban huecos atrás que permitían a un equipo tan letal como el «Naval» tener oportunidades a la contra para matar el partido. Y así lo hicieron al cumplirse el minuto 70, con un pase en profundidad a la banda derecha, donde estaba solo Borona en disposición de ganar la espalda a la defensa, correr 30 metros hasta llegar al área, plantarse frente a Mario De Luis y batirle con un disparo certero a la escuadra izquierda. 4-1, goleada certera contra un Rayo B que no merecía un castigo tan severo.
El tramo final fue una balsa de aceite para los locales. Agotó los cambios Dongil con la entrada de Manu Navarro por Ángel Algobia, y buscó el Rayo B maquillar un poco el resultado, pero como venía siendo habitual, cada internada era rechazada por la efectiva defensa local. Se llegó al minuto 90 de encuentro, se cumplieron los 4 que hubo de descuento y no pasó nada reseñable.
Acabó el encuentro. El Rayo B volvía a caer ante el Navalcarnero. El cuadro rayista sufrió un excesivo castigo a cargo del líder del grupo, que pagó con los vallecanos los platos rotos de dos derrotas seguidas. Duro revés para el Filial de la Franja, pero por fortuna los resultados acompañaron y la derrota apenas afectó a la situación clasificatoria. Tras 22 jornadas, el Rayo B conserva la 3ª plaza del grupo VII de Tercera con 36 puntos, a 11 del propio «Naval y 4 del Alcorcón B y empatado con el 4º y el 5º, Trival Valderas y Leganés B respectivamente. Tocará reponerse de este tropezón el próximo domingo en la «City» ante otro equipo ante el que se cayó en la primera vuelta, el CD El Álamo.
FICHA TÉCNICA
CDA Navalcarnero: Néstor (p.), Víctor Calarge, José Antonio (cap.), Manu Jaímez, David Gómez, Tello, Lozano, Dani Oliva (Juan Esnáider m.76), Rubén Sánchez, Borona (Dimitrios m.87) y Jesús De Miguel (Diego Campos m.81).
No utilizados: Víctor Pascual (p.s.), David López, Manu Castro y Juanito. Entrenador: Luis Ayllón.
Rayo Vallecano B: Mario De Luis (p.), Luis Aguado, Meseguer, Ruby Atuse, Jorge Moreno, Arratia, Xian, Ángel Algobia (cap., Manu Navarro m.77), Diego (Cano m.51), Álvaro Juan (Alberto m.56) y Marc Echarri.
No utilizados: Dani Merino (p.s.), Denis, Aguirre y Carlos Hernández. Entrenador: Ángel Dongil.
Árbitro: Sr. Barranquero Sánchez. Amonestó a Lozano en el Navalcarnero y a Diego, Alberto y Jorge Moreno en el Rayo B.
Goles: 1-0, m.23, Jesús De Miguel. 2-0, m.46, Lozano. 2-1, m.51, Marc Echarri de penalti. 3-1, m.63, Dani Oliva. 4-1, m.70, Borona.
Estadio Mariano González, unos 350 espectadores. Partido correspondiente a la 22ª jornada del Campeonato Nacional de Liga, Tercera División, grupo VII. Tarde soleada y fresca. Césped artificial en buenas condiciones para la práctica del fútbol.
Texto e imagen de Jorge Morales García.